Escribe Nolano:
La acusación de "academicismo" es muy frecuente en quienes, por carecer de estudios sistemáticos y rigurosos de Filosofía, sin embargo, hacen sus pinitos especulativos en este campo creyendo (no se sabe muy bien por qué) que sin haber realizado estudios y lecturas sistemáticas, pueden filosofar, como si la Filosofía fuera un don natural y no una rama del saber, como tantas otras de las que nadie se atrevería a hablar sin haber cursado unos cuantos años los estudios básicos referentes a dicho saber.
¡Protesto enérgicamente!
Yo no he "acusado" de "academicista" a la filosofía que tenga la aspiración de ser sistemática y rigurosa. Me limité a señalar una obviedad: de la misma manera que podemos hablar de una psicología científica (metodológicamente rigurosa) y de una psicología aplicada (llevada a la praxis) creo que, también, se podría hablar de filosofía científica y filosofía aplicada (todos, de hecho, aplicamos nuestros conocimientos en cualquier rama del saber, ya sea sistemáticamente, o haciendo "pinitos" a través de reflexiones más o menos afortunadas).
¿Me negarás que existen ramas del saber, entre ellas la de la filosofía, que son en exceso académicas? No es una acusación, sino una constatación.
Me atreveré a señalar otra obviedad, desde la perspectiva de quien careciendo de rigurosidad (lo reconozco), cree tener facilidad para la intuición y para diseccionar el alma humana.
¿No será, Nolano, que, en el fondo, lo que nos gustaría es que las cosas, como los dioses, fuesen a nuestra imagen y semejanza? ¿No será que los individuos, inevitablemente, deseamos creer que nuestro entendimiento concibe las ideas tal cual son, cuando en realidad sería la actividad de nuestra cognición la que conformaría las ideas según nuestra propia mentalidad?
Me explico: si yo fuese una persona en exceso analítica, reservada y disciplinada; seguramente muy sacrificada, estoica y moralista, me gustaría que el mundo, la realidad en definitiva, fuese a mi imagen y semejanza; me gustaría una filosofía sistemática y rigurosa.
Y en términos más jocoso podríamos decir que si yo fuese herrero me gustaría que las gentes todavía utilizaran carruajes y caballerías para desplazarse.
Sin embargo, si yo fuese un alegre fauno, más bien despreocupado y relajado, amante de las artes y la poesía, me gustaría que la asignatura "cómo tocar la flauta de Pan" (siringa) fuese obligada en las escuelas. ¡Faltaría más!
Si yo fuese una persona con una gran capacidad de memoria y retención, no me disgustarían los aprendizajes basados en la acumulación de datos y más datos, si fuese malo en mates me iría a letras, y si fuese incapaz de captar la ironía o el lenguaje figurado (Sheldon Cooper) me haría científico.
Creo que se me ha entendido, a pesar de mi falta de rigurosidad.
Escribes:
Respecto a lo que dices de Unamuno, Herrgoldmundo, y su observación de los hombres como "seres enfermos", me parece, aunque ignoro el contexto en que la presenta, que se refería al concepto etimológico de enfermo, "in-firmus", el que no está firme; algo así como lo que después Ricoeur llamó la "labilidad" del ser humano. Y no a la enfermedad de que habéis estado hablando.
La expresión aparece, cómo no, en "Del sentimiento trágico de la vida". Y, desde luego, es una clara alusión a la angustia existencial que padecen las personas y los pueblos.
Ahora bien, ¿dicha angustia se podría comparar o equiparar a lo que entendemos por ansiedad y, en última instancia, podría considerarse una forma de "depresión"?
Yo creo que sí, ¿por qué se suicida el personaje principal de "Niebla"? ¿Por qué se suicida Apolodoro, el hijo de Avito, por cierto, docente obsesionado con desarrollar una pedagogía rigurosamente científica y sistemática ("Amor y pedagogía")? ¿Por que pensaba Camus (¿no era filósofo?) que "el tema de la filosofía era evitar el suicidio? ¿También Camus hacía "pinitos especulativos" en el campo de la filosofía?
Un saludo.