Hola Kierkegaard.
Has vuelto a sesgar una parte de mi reflexión, que era la siguiente:
La vida lo llena todo, no entiende de "vacíos" ni de "negociaciones".
¿Alguien se atreverá a negarme esta VERDAD?
Ahora creo entender a qué os referís cuando los moderadores señalan mi falta de humildad. En mi pregunta final
"¿alguien se atreve a negarme esta VERDAD? no pretendía tanto dar por sentada mi "verdad" como lanzar un reto para que alguien se atreviese a rebatirla. Así lo hicieron Critias, Elías y Nolano con una breve intervención.
Estoy de acuerdo contigo en que el intercambio dialéctico con Elías estaba siendo enriquecedor y estaba favoreciendo, precisamente, lo que busco: contrastar y someter mis opiniones a crítica.
No escribí nada contra la izquierda (ya lo edité) hasta que me tiraste de la lengua con tu intervención, la cual me molestó, sobre todo, por cortar el debate que mantenía con Elías.
Dices:
Me parecería perfecto que los moderadores eliminasen los mensajes que no fueran, una vez editados, pertinentemente filosóficos y prudentes para abordar esta espinosa cuestión. Desde luego, los míos ya no tendrían sentido. Pero a ver si queda alguno. Estaría encantado entonces de pensar juntos con cordialidad aunque sea desde una neta discrepancia. Y si no, quizá en una próxima ocasión.
Estoy de acuerdo. Este tema me parece especialmente importante, y por eso creo necesario profundizar más allá de lo meramente visible, es decir, de las simples explicaciones geopolíticas, económicas y/o religiosas. Por esto mismo, intento llegar a la raíz fundamental del problema:
¿Qué programas de vida deben proporcionar las sociedades a sus ciudadanos?.
Estamos inmersos en una sutil guerra, sí, pero las causas geopolíticas, económicas y/o religiosas, que parecen ser las culpables, no son las más importantes: se trata de una guerra por la
apropiación del sentido del ser.
Por supuesto que aceptaré encantado tus criticas bien argumentadas, como no podría ser de otra manera. Para eso expongo públicamente mis reflexiones.
Un saludo, y gracias por precisar mejor los motivos de tus quejas.