Eso, Agripa, des-aliena-té ya, y saca partido a la filosofía, como la gente de bien.
Conrado, rebárbaro, ché. Qué bien que te hiciste demócrata.
¿Y dónde militaste durante tu particular Edad Oscura?
Jo, cada vez me repugna más mi nick.

Agripa escribió y yo leí con total perplejidad:Te juro, Agripa, que me había prometido a mí misma no entrar en esta particular 'Cruzada Nacional' que te traes, pero no he podido por menos. Tienes la virtud de hacerme saltar de la butaca y tenerme en tensión hasta el próximo capítulo. Vamos que me 'pones', créetelo que es verdad ...

Bueno, el motivo de mi mensaje es que me facilites tu dirección postal para enviarte generosamente una Historia de España de cierta solvencia documental, puesto que no sé dónde tendrás tus fuentes historiográficas, pero vendrán de Ricardo de la Cierva por lo menos. Espero que no te haya molestado, no es éste mi ánimo, pero es lo que parece querido Agripa.

Ánimo de todas maneras, aunque parece que tienes cuerda para rato...

Moni escribió:
A ver, supongo que Agripa habrá consultado alguna Historia de España de esta índole. Hay que ver qué "historias" tan raras.

José Antonio Marina escribió: Ya empiezo a acostumbrarme a tus sarcasmos, José Antonio Marina.

Hace muchos años estuve unos meses en un "partido" de esos que llaman de extrema derecha. Durante ese tiempo vi en él a españolistas de todo tipo. Pero los que más abundaban eran los "arribistas"; los que decían ser "muy españoles" pero que sólo lo eran de puertas de la organización para adentro. Sucedió a finales del año 2004 y durante caso todo el 2005. En ese momento lo estaba pasando muy mal. Eran momentos difíciles para mi así es que no resultó demasiado difícil "reclutarme" (supongo). Piqué el anzuelo y de qué manera.

En fin, de eso hace ya mucho tiempo. Hoy por hoy sería impensable que volviera a suceder lo mismo. Aunque sólo fueron unos meses, me quedo con la experiencia de la observación participante. Lo que me ha quedado claro desde entonces es que una injusticia no se repara con otra, como bien dijo un muy querido miembro de este espacio, así es que no tiene sentido negar el catalanismo desde el españolismo, como hice yo por aquel entonces.

Pero de eso hace ya mucho tiempo. Y aunque ya mucho antes de empezar a cursar filosofía me había desprendido de todo aquello, después del inicio de mis estudios en filosofía todavía me ha quedado más claro, a pesar de mi ignrancia general, que si para algo me va a ayudar la filosofía es para no caer en manos de ninguna "instancia alienante".

Por eso me ha hecho gracia que Agripa dijese que no me estaba sirviendo la filosofía para mucho y que era un superficial. Yo tengo pruebas fehacientes que demuestran lo contrario, tengo la experiencia de un pasado corto y oscuro que, además, no oculto para nada. A fin de cuentas Heidegger estuvo un año en partido nazi (hay que tener en cuenta las circunstancias de la época) y luego se salió totalmente arrepentido. Y sin embargo figura ahora entre los grandes filósofos del siglo XX gracias, sobretodo, a su discípulo H-G Gadamer.

En el caso de Agripa creo que él está en su perfecto derecho de sostener las ideas que quiera. Lo que me llama la atención es que se contradiga, que no reconozca lo evidente, que diga que no ha dicho lo que se encuentra implícito en su postura y resulta ya imposible de disimular.

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Kraton escribió: Efectivamente, no era mi intención aplicar en sentido riguroso el principio de entropía ni, por supuesto, cuestionarlo en sí mismo. Sirve más bien de analogía con el proceso biológico, aunque creo que sus semejanzas son enormes, incluyendo el decisivo carácter contingente de las naciones. Para quienes no lo hayáis leído, os remito a este otro hilo primo hermano del que nos traemos entre manos.
No obstante, Kraton, veo por tu mensaje que estás de acuerdo conmigo en el impulso que estimula la dispersión patente en la historia de las manifestaciones culturales:
Kraton escribió: Y sin embargo, en el equilibrio de Dobzhansky que bautizaba en el hilo que te he vinculado, ¿no es abandonarse al precipicio de la dispersión el contentarse con ese polo “2” del que hablaba en mi mensaje 4893? El problema de subrayar sólo ese polo disgregador es al que apuntas en tu última frase:
Kraton escribió: ¿Desde qué instancia queda legitimada la crítica si todo vale igual, si como dices, es Todo ello irrelevante desde el punto de vista más amplio de la evolución de la especie humana, lo mismo da rezar a un dios que a otro, bailar saltando o con elegantes pasos de Vals Vienes, hablar arameo que elegante y culto italiano? A la reserva de variabilidad hay que sumarle siempre algún contrapunto de organización, que pretenda aunque contingentemente jerarquizar y perfeccionar… una especie de gradiente de especialización, perfectivo pero perfeccionado.

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Agripa escribioPena que no se te pegaran otras virtudes, porque serías el mejor divulgador. Cada uno cuenta la feria según le va en ella. Reconozco que en época de Franco aprendí mucho euskera y a manejar el DNI. Ahora quisiera aprender a filosofar
Claramente es un caso aislado que no se puede generalizar. Mi hermana está casada con un leonés y yo con una santanderina. Con lo cual la proporción es el doble y otros casos que conozco harían de la casuística de Agripa poco menos que anecdótica
También podría decir que no he visto un caso igual que el de Agripa y que si generalizamos ¿qué consecuencias sacaríamos?

¿Aprender a filosofar?
¿Cómo se hace eso, te lees un manual o te abres al ser?
Existe, quizá, cierto esoterismo en la postura de muchos con respecto a la filosofía.
Sin embargo, la filosofía es un saber de segundo grado. Todos somos filósofos. Aunque algunos mejores que otros. Claro está.

Thunderbird escribió:Sí, en eso te doy la razón, pero es que no tengo otros documentos a mano por la sencilla razón de que no hay ninguna "constitución vasca" o catalana para poderla comparar con ninguna de las españolas (La Pepa sólo fue la primera de España y tercera del mundo, si no recuerdo mal). Es otro de los motivos por los que el nacionalismo catalán o vasco no es comparable con el español, están en planos distintos, el real y el intencional.