ksetram escribió:
Quizás no sólo necesitamos portular nuestra libertad, sino que sin cierto grado de libertad, siendo puros robots como dice Pedro Pablo, no podríamos hacer ciencia: al anular la libertad, quizás caen todas las ciencias, incluidas las neurociencias, incurriendo la neurociencia en contradicción.
¿Por qué? ¿No es totalmente factible que dentro de los seres vivos haya habido una especie cuya complejidad neuronal haya sido tal que haya podido desarrollar complejos sistemas cognitivos como las ciencias que hayan sido biológicamente seleccionados para su supervivencia? ¿Dónde hace falta la libertad para explicar que seamos animales científicos?
ksetram escribió:
Nuestra libertad es experiencial y la neurociencia también, por eso creo que ambas comprensiones son dignas de puro derecho, por ser ambas, demostraciones empíricas.
No todo puede valer igual. La ciencia se ha hartado de explicar no sólo que nuestra “experiencia directa” en realidad nos engaña, sino cómo y por qué lo hace. Basta aludir a cualquier ilusión óptica, acústica o sensitiva en general para evidenciar esto.
ksetram escribió:
Desconozco a Popper, pero quizás, no tengo ni idea, olvida que Einstein no rebate a Newton, más bien lo amplifica
Saliéndonos un momento del tema, el planteamiento de Popper es muy interesante, a la par que relativamente reciente, dentro de toda la filosofía de la ciencia que, en mi opinión, es fascinante, por lo que te invito a leer sobre ello si te gusta.
Como rápidamente verás, él no es ajeno a esto que comentas. Su postura muy resumida con respecto a este punto es que la principal virtud de la ciencia es que realiza propuestas “falsables”, esto es, que están expuestas a poder ser desmentidas. Y esto no es poco, pero no es nada más. Para Popper, Einstein no es definitivo frente a Newton: simplemente este ha sido “falsado” en cuanto hemos ampliado el marco, y aquél
todavía no. Por eso, para Popper, el progreso del conocimiento no es tanto un acercamiento cada vez mayor a una realidad externa, nouménica, como un blindaje cada vez más fuerte ante los intentos por rebatirlo (lo que le confiere mayor verosimilitud, pero no supone su corroboración: sólo es posible desmentir, nunca probar).
En este sentido, y volviendo al hilo, las teorías que no precisan de sujetos libres han ido resultando mucho más resistentes a los intentos por desmentirlas, mientras que las críticas que se les hace en muchos casos están basadas en postulados no falsables, esto es, no científicos. Es difícil, al juzgar el vigor intelectual de cada postura, no inclinarse por aquéllas.