Estilpon escribió:
y ahora vienen unos cuantos y cuantas posmodernos y les da por cambiarlo para tocar las narices.
¿Unos cuantos y cuantas?
Es todo caso la cosa tendría que haberte quedado así: unos/as cuantos/as postmodernos/as. El problema, estimado compañero, es que la lengua tiende a la simplificación, y no a la complicación, por una mera cuestión de economía lingüística, y no por ningún tipo de sexismo, como nos quieren hacer ver.
Todo los actos esperpénticos que estamos viendo desde hace unos años tiene mucho que ver con la crisis de la socialdemocracia en toda Europa (y el mundo). Y no me extraña. Se han quedado sin política y ahora intentan rellenar ese vacío con cualquier cosa. Y ojo, si no me falla la memoria, es en algún lugar del libro de Filosofía política donde se dice, casi textualmente, que en el momento en que la socialdemocracia (el PSOE, en en el caso español) aspiró a ser un partido de gobierno, dejó de lado la lucha en favor de los derechos de los trabajadores. Ser un partido de gobierno implica, entro otros, tomar medias en contra de la defensa de los derechos de los trabajadores. Un ejemplo clarísimo fue cuando el Ministro de Fomento antisocialista, José Blanco (sin estudios universitarios), envió al ejército en 2010 a cuanto de la huelga de los controladores aéreos (¿acaso no tienen derecho a la huelga?). Los socialistas no sólo no se pusieron del lado de los trabajadores, sino que
les enviaron al ejército. ¡Toma ya, como en tiempos del Caudillo! Así se las gastan estos de la "izquierda" (al no tener el complejo de "fachas" o "machistas", no les tiembla el pulso a la hora tomar medidas represimas expremas, a diferencia del complejo estúpido que tiene la derecha moderada española, que vive siempre de rodillas ante las presiones de otros grupos (
la derecha sin remedio de la que hablaba Ricardo de la Cierva)). A los "socialdemócratas" no les tembló el pulso para recurrir al ejército. Y es que, claro, si el espacio aéreo queda cerrado, eso es muy malo para la economía, en particular para la de las grandes empresas (las que más empleo generan y las que más contribuyen, con impuestos, al Estado del bienestar y, sobre todo, al bienestar del Estado (¿liberalismo)).
El declive de la socialdemocracia -que yo NO celebro, pues creo que es una pésima noticia para todos, socialdemócratas o no- va parejo del auge de otro tipo de ideologías indeseables y enemigas del socialismo, por un lado, y la libertad, por otro. Pero es que eso no es todo. La emergencia de los totalitarismos de izquierda ("Pablemos") y derecha (Hogar Social Madrid, Le Pen y otros), a cual más liberticida (dos caras de una misma moneda), a que estamos asistiendo en toda Europa se debe justamente a ese vacío que está dejando la socialdemocracia. Y además está la manía de pensar que decir "ellos", en lugar de "ellos y ellas", es machista; o lo de escarbar en la historia reciente para sacar los huesos de la gente de debajo del suelo y etc. A falta de un proyecto político realmente socialdemócrata todo vale: Franco (el gran aliado de la izquierda después de muerto), el feminismo "antifeminista" y lo que sea. El caso es conseguir y mantenerse en el poder a costa de lo que sea. Y a falta de proyecto político e idea de nación, cualquier cosa es válida.
En cuanto a la idea de nación, se trata de la gran asignatura pendiente de algunos sectores de la socialdemocracia española debido al complejo que aún arrastran por todo lo acaecido durante el franquismo. Sin embargo, a algunos habría que recordarles que todo lo sucedido en 1812 fue cosa de izquierdistas, los que se oponían al proyecto absolutista de Fernando VII. Es decir, que si echamos la mirada hacia primeros del XIX, es la izquierda, y no la derecha, la primera que articuló una idea de nación constitucional. Los izquierdistas de 1812 (entonces se le denominaba liberales, pero hoy en día serían la izquierda) tenían una idea clara de nación y de soberanía nacional.
Dos siglos después, ¿en qué ha quedado todo eso? Pues en el "ellos y ellas", el recurrir a la memoria de Franco (¡acaba uno hasta la coronilla de tanto Franco!) y otro tipo de ideas esperpénticas con las que la socialdemocracia está terminando de echar su última paletada de tierra al ataúd del socialismo. Una pena.