¿Es que estamos condenados a reproducir, como programados en la inmutabilidad?
Si dejáis de pensar en la Mujer desde las religiones o países ¿qué os queda?
Por favor, hacer el esfuerzo

Gracias Conrado, por traerlo: ¿… superar la fragmentación, mental-económica/ Corazón? Que, como un Todo debería de formar parte de nosotros, ¿veis algo negativo para encontrar el equilibrio en esa re-unión?

En mi opinión, es justamente en el mental donde se sitúa la economía que divide. Ese liberalismo ayudado por la religión, que arrebato tierras para convertirlas en sueldos y tener así el control. Control-control-control de Todos, de los Hombres también. Como un juego de trileros, "quito, pongo y me quedo con ello" dejándote creer que ganas. "No importa que no sepas, pero cree" (y si lo legi-timo con siglos de terror… nikel)

Pienso que si se sitúa la igualdad fuera del Corazón, y no me refiero solo a las mujeres, sino a la humanidad, difícilmente se podrá alcanzar. Desde mi punto de vista esos valores deberían estar incrustados en cada uno de los recovecos de la sociedad.

Si me he referido a las Mujeres, es únicamente por el Título:" Mujeres y Tasas"
No puedo estar más de acuerdo Elías en que la defensa de los Valores referidos nos compete a todos sin exclusión, pero en mi opinión, son valores que deberían primar y no ser excluidos, para poder caminar juntos hacia un objetivo común.

… por "simplezas", me refiero a la baja calidad del argumentario supuestamente filosófico o académico, que, por otra parte, he comprobado más arriba. Me produce profunda pena que en un supuesto foro de filósofos, surgido para el debate sosegado de ideas mediante la razón y con argumentos más o menos sólidos, se rebatan experiencias y opiniones personales con comentarios simples, basados en tópicos, como cualquier otra conversación tabernaria. Comentarios que denotan un espíritu de ideas pre-establecidas por la opinión pública. Y que por otra parte, no son ni mas ni menos que el reflejo de una sociedad cada vez más enferma por el racismo, la xenofobia y el rechazo al diferente. Del mismo modo el saber hablar no significa que seamos más o menos inteligentes, creo que el sabio no es el que más sabe, sino el que más está dispuesto a seguir aprendiendo.

Conrado ha expuesto con mucho acierto que con el destierro de Averroes se acabó el intentó de dar un punto de racionalidad al Islam, una religión que desde sus comienzos predica la guerra y la persecución de los infieles; esto no es nuevo, pero claro, como digas algo de ello eres islamófobo. El único que los tiene para decir lo que piensa y llevarlo a cabo, aunque no le dejan algunos jueces, es Donald Trump. No se equivocaba Felipe III cuando expulsó a los moriscos por la amenaza turca y ahora estamos igual. Qué casualidad que los terroristas se llaman Ali, Mohamed, o nombres similares y no se llaman Antonio ni Pedro. Aún después de lo que estamos viviendo hay gente que quiere comprender el Islam y sus películas, y que los malos somos los occidentales por el colonialismo, el capitalismo o los bikinis.

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Así es Tyrone, y más cosas, el pack lo venden unos señores que se aglutinan en unas siglas que empiezan por P y acaban por S, cuyo jefecito luce una piojosa coleta y tiene de correveidile a un pelota que se ha cargado otro partido político, y son amigos de otro señor que vende fruta "madura" en una república bananera en lo que quieren convertir esto también, sí señor Tyrone, eso es.

Hoy en día el multiculturalismo nos supone un gran reto. Lo que ocurre es que hay muchas formas de entender ese multiculturalismo. Una de ellas está sustentada en una teoría subjetivista en torno a los valores, y por ello, acaba irremisiblemente en un relativismo cultural. La teoría subjetivista considera que los valores son puramente subjetivos, es decir, irracionales y por tanto no cabe ningún diálogo sobre los mismos. Es decir, se acepta el hecho del multiculturalismo, porque es un hecho, pero se acaba por considerar que no existen unos valores mejores que otros por no poderse dar razón de los mismos sino que todos poseen igual validez ( o no poseen ninguna). Quien así piensa tendrá muy difícil el defender que será posible entablar ningún tipo de diálogo y menos llegar a ningún tipo de acuerdo.

Hay otra forma de entender el multiculturalismo que está sustentado en una teoría objetivista en torno a los valores. En este paradigma se considera que existen unos y únicos valores verdaderos (objetivos, eternos e inmutables), y por tanto, acaba por considerar que el resto de sociedades están equivocadas. Es más, tratan de imponer dichos valores. Esto es lo que ha ocurrido en casi toda la historia de la humanidad. En realidad, y aceptando esta teoría, se tiende a toda disolución del multiculturalismo

Y por último hay un multiculturalismo que está sustentado en una teoría “constructivista” en torno a los valores. Para esta teoría los valores no son meramente objetivos ( teoría objetivista) ni puramente subjetivos ( teorías subjetiva) sino que es posible dar razones, que no demostraciones, en torno a los mismos y someterlos a la “probación” histórica. Será el desarrollo histórico el que dé o quite las razones de esos valores postulados.

Creo que éste último escenario es el único posible donde poder llegar a acuerdos. Eso sí, y como es obvio, se tendrá que aceptar esa determinada teoría en torno al mundo de la axiología. Obviamente, y para llegar acuerdos mediante un debate, es necesario creer que tal debate es posible. Y lo que está claro es que desde una teoría objetivista como desde una subjetivista es imposible creer en ningún tipo de debates. En la una porque se considera que sobre los valores no cabe diálogo alguno por ser objetivos, eternos e inmutables y en la otra porque al considerar que los valores son meramente subjetivos, es decir, irracionales, no cabe diálogo racional alguno.

Así, por ejemplo, la Declaración de los Derechos Humanos no nos ha caído llovida del cielo o no ha venido en un aerolito desde galaxias remotas sino que ha sido la continua postulación de valores y la probación mediante la experiencias histórica la que nos muestras que podemos esgrimir mejores razones frente a otros códigos de valores. ¿Qué significa ello? ¿Acaso significa que debemos tallarlos o esculpirlos en piedra para que se tornen objetivos, eternos e inmutables? No, por supuesto que no. Serán los presentes y los futuros retos históricos, las nuevas postulaciones en torno a los valores y la probación de los mismos en el acontecer histórico los que nos lleve a modificar todo aquello que deba ser modificado. Los Derechos Humanos no son derechos ya acabados y definitivos sino que deberemos ir profundizando en los mismos según los retos que nos plantee el futuro.

El gran riesgo que se corre en la actualidad es que, y como sociedad, nos seguimos moviendo en el paradigma de la modernidad, es decir, seguimos instaurados en la teoría subjetivista en torno a los valores. Como he dicho en ocasiones anteriores dicha teoría considera que los valores son meramente subjetivos, es decir, irracionales. A diferencia de la teoría objetivista que considera que los valores eran aprehendidos por intuición racional en esta teoría se considera que son captados por unos órganos internos llamados sentimientos (sentimientos éticos, estéticos, etc). Por tanto, al ser meramente subjetivos, es decir, irracionales, y por tanto, no poder dar las razones de los mismos, se acabó por considerar que lo mejor era que dichos valores quedaran en el ámbito privado o personal mientras que el Estado debería de mantener una neutralidad axiológica. .

Y eso funcionó durante un tiempo. Pero claro, en la actualidad, y con los retos que tenemos planteados, seguir defendiendo una presunta neutralidad axiológica conlleva un suicidio colectivo. Efectivamente, si el estado, y la sociedad, en tanto que sociedad, sigue defendiendo que el Estado debe de mantenerse en la neutralidad axiológica y que los valores son meramente subjetivos de dónde vamos a sacar las fuerzas para contrarrestar los nuevos retos que se nos plantean en la actualidad.


Un saludo

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Hola TyroneSlothrop

Agradezco mucho tu intervención y el tono de la misma.

Aquí quisiera hacer unas matizaciones aunque sé positivamente que tú no has querido decir lo contrario. Y en caso de que no estés de acuerdo con lo que digo, ya sea total o parcialmente, espero tu respuesta.

La tolerancia no consiste en tolerar cualquier cosa por el mero hecho de tolerarla sino que consiste en tolerar aquello que es tolerable En principio, y tal como yo lo veo, la multiculturalidad es más que la tolerancia. La multiculturalidad supone un enriquecimiento y un posible cambio de nuestros valores y de nuestras visiones. O dicho de otra forma, la multiculturalidad no consiste en que cambien los demás para “nosotros” mantenernos en el mismo lugar fijo. La multiculturalidad no consiste únicamente en trazar una raya que permita la no agresión. En un primer momento, y sin duda alguna, será necesaria trazar dicha raya, pero la multiculturalidad posee una finalidad que va más allá del trazado de dicha raya.

Generalmente tendemos a pensar que nuestro proyecto es “superior” al del resto de culturas. Pero es que ese proyecto está constituido por multitud de valores. Sería quimérico pensar que todos y cada uno de nuestros valores son mejores que el del resto de culturas. Por supuesto que en lo que respecta a determinadas cuestiones o valores poseemos las razones para así considerarlo. ¿Pero podemos sostener que ocurre con todos y cada uno de los valores? Realmente alguien considera que todos los valores que poseemos en torno a la naturaleza o al medio ambiente o del hombre, o mejor dicho, de la persona, son más razonables que el que defienden otras culturas.

La multiculturalidad no consiste en decir que yo poseo unos valores en torno a la naturaleza o al medio ambiente mientras que otras culturas con la que convivimos poseen otras y que ambos tenemos que tolerarnos. Pero que como casualmente en mi país puedo destrozar el medio ambiente pues el resto de culturas, y mientras que estén en mi país, tendrán que tolerarlo porque es mi país. Y que si ellos quieres salvar el medio ambiente que lo hagan en sus países. Francamente, eso no sería, o al menos yo no lo entendería, como una buena concepción de la multiculturalidad. No, la multiculturalidad consiste en considerar que otras culturas pueden también aportar otros valores, no cualesquiera, que yo puedo asumir en mi país cambiando o tornando los míos propios.

Como la multuculturalidad no consiste en decir que en mi país o en mi cultura es intolerable la ablación del clítoris pero que si otras culturas desean hacerlo en sus países pues allá ellos. No, la ablación del clítoris es intolerable aquí y allá. Y podemos dar las razones de ello.

Para mi el gran problema de Occidente no es Oriente sino que es el propio Occidente. El gran problema de Occidente es él mismo. No son las demás culturas las que están desorientadas ni las que no saben qué defender sino que es Occidente quien está desorientado y quien no sabe ya qué defender. Me refiero al hecho de que Occidente ha renunciado a la verdad porque en el fondo la considera inalcanzable, o lo que es aún peor, inexistente. Y la considera inalcanzable ya sea porque o no cree en su existencia o porque no termina de aceptar el que la razón ya no sea aquel absoluto que eras capaz de dar, y de forma definitiva, con la verdad. No aceptamos que la razón sea mucho menos de lo que creíamos. Pero con todo y con ello puede llevarnos muy lejos. Eso sí, los “pasitos” que da son mucho más “cortos”.

No nos engañemos, no digo yo que desde oriente algunos no deseen nuestra disolución pero hemos sido nosotros los que nos hemos disuelto. Sí, hemos sido nosotros los que hemos diluido a la persona en un amasijo de genes, en una determinadas actividades cerebrales, en el inconsciente o en el lenguaje. Ya no somos nada salvo el punto en el que convergen u operan unas fuerzas que provienen de nuestro “exterior”. Qué mayor disolución del sujeto que ésta.

Un cordial saludo

Irónicamente, pese a estudiar esta carrera, no soy muy dada a opinar o a discutir mis ideas. Sin embargo, me ha recordado esta discusión a una viñeta que vi en el Museo Judío de Berlín.

Un abrazo

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Ya he dicho que no soy partidaria de dar mi opinión. No he pretendido decir con la viñeta que la sociedad árabe sea igual de represiva que la nuestra (creo que todos podemos ver, a simple vista, la diferencia). Me pareció una viñeta curiosa. Sin más. Y no es exacta, ni una descripción real, pero creo que la idea detrás es bastante aprehensible e interesante.

Tampoco entraré a valorar o justificar los habitos de elección de pareja de las mujeres occidentales, y lo "justo" o "injusto", "racional" o "irracional" de los mismos.

He tenido la suerte de viajar mucho. Y he tenido la suerte de conocer a mucha gente. Por ejemplo, mujeres de Tunez estudiando ingenería, y con el velo puesto. No son mujeres que crean que la situación de la mujer en su país sea justa (ni mucho menos). Pero son mujeres con ideas, por ejemplo respecto a estos temas tan controvertidos en occidente, muy distintas y genuinamente interesantes.

Hace tiempo que perdí el interés en el debate de ideas. Yo tengo claro lo que pienso, no pretendo convencer a nadie, y para cuestionarme, me llega con escuchar. Es egoísta, lo sé. Traviesa que es una

Un abrazo!