Hola Imanol
Dices: “Por supuesto, estoy de acuerdo. No digo que haya que legislar según lo que digan (serían imposible, pues una cosa es el concepto mujer como elemento pisado en el binomio mujer-hombre, y otra muy distinta mujer como individuo); digo que, ante diferentes opiniones, siempre que las dividamos en categorías, tiene que prevalecer la considerada inferior. Esto por dos razones: una, por ser, como decías, quien lo sufre; la segunda, por que quien lo causa muchas veces no es consciente de estar causandolo. Es lo que pasa en nuestra sociedad heteropatriarcal: tenemos ciertos roles tan sumamente asumidos, que los ejecutamos mecánicamente. Es desde un decir basta y mirar desde fuera de nuestra posición privilegiada donde nos damos cuenta de dichos roles. La decisión de subvertirlos o continuar ejecutandolos, ya es personal.
Te rogaría que me explicaras, porque realmente no lo entiendo, qué quieres decir cuando afirmas: “….ante diferentes opiniones, siempre que las dividamos en categorías, tiene que prevalecer la considerada inferior”
Lo que no comparto es esa radicalidad doctrinal tuya de todo o nada que ya expresaste con anterioridad. Así nos dijiste: “…No seamos cínicos, ninguna religión (que yo sepa) trata igual a todo aquel que no es hombre heterosexual. Se puede argumentar que algunas son peores que otras. Bien, para mí, o hay igualdad, o no la hay; todo lo que no es igual es desigual, sin matices”
Sí, efectivamente, no ha existido ni existirá un sistema o institución económica, política, religiosa, en definitiva, humana, que alcance un presunto ideal de justicia o de igualdad. ¿Realmente se va a defender que por tanto todos los sistemas son igualmente injustos o no igualitarios? Supongo que tu respuesta será positiva ya que no aceptas ningún tipo de matiz. Pues bien, a mi ese dogmatismo me parece injusto. Y me parece injusto principalmente con todas aquellas víctimas que han sufrido a lo largo de la historia por mejorar la condición humana. Francamente, despachar a todas esas víctimas con un “ lo siento, pero como no alcanzaron ustedes un determinado ideal, y yo no acepto matiz alguno, su esfuerzo, su sacrificio y su sufrimiento vale exactamente lo mismo que el de todos aquello que ocasionaron sufrimiento y dolor “
Tampoco estoy de acuerdo con tu concepción teológica en torno a un pecado original que se transmite por vía paterna a los hijos varones motivo por el cual éstos son responsable de los pecados de sus padres. Sí, efectivamente, todos hemos heredados unos roles, pero no todos los asumimos acríticamente. Una vez más no hay matiz alguno.
Un cordial saludo