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TEMA: LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS

LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 27 Nov 2017 20:14 #41913

  • elías
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Saludos, Pedro Pablo

Dices: “Yo tampoco soy un experto en Gustavo Bueno, pero lo que está claro es que M1 no está constituido solo por la materia corpórea, Gustavo Bueno siempre insistía en ello. M1 sería más bien el mundo físico, lo que incluye cuerpos pero también entes incorpóreos como relaciones entre cuerpos. Una trayectoria pertenece a M1 si es la trayectoria concreta y real de un cuerpo, pero no si es una trayectoria imaginaria o ideal.”

Verás, en principio no tengo nada que objetar a que se incluya en el mundo 1 a la materia corpórea, a los entes incorpóreos como a la relación entre los cuerpos. ¿Pero para ello es necesario conocer cuál es la concepción ontológica específica sobre la materia aplicable al mundo 1? Es decir, lo que deseo saber es cuál es la concepción ontológica que posee Gustavo Bueno para incluir en el mundo 1 tanto a la materia corpórea, a los entes incorpóreos como a la relación entre los cuerpos. Y sobre todo el porqué.

Es decir, Gustavo Bueno poseerá una concepción ontológica para el mundo 1, otra para el mundo 2 y otra para el mundo 3. Y es por ello por lo que un determinado ente acabará, y según esas concepciones ontológicas, en el mundo 1, en el mundo 2 o en el mundo 3.

Un saludo
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 27 Nov 2017 23:52 #41920

  • darkos
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Perdonar por la brevedad pero como dije, estoy hasta arriba con los trabajos. Espero poder aclarar un poco esto en breves líneas.

El MF parte de la siguiente tesis ontológica: la distinción entre la materia-ontológico-general (M) y la materia ontológico-especial (Mi). Dicha distinción responde a la imposibilidad de conocer el todo, justamente porque dicho todo es un concepto metafísico, ignoramus, ignorabimus es el lema del materialismo. la materia ontológico general es incognoscible, amorfa, no podemos conocerla, justamente porque es ilimitada. En este sentido, el mundo de los hombres no es M, sino justamente un mundo construido por el hombre, a escala antrópica, tallado por sus manos; Mi. Mi representa por tanto al mundo que el hombre construye con la materia ontológico-general (en este sentido, quizás podría trazarse alguna relación con la primera ley de la termodinámica), al mundo antrópico. Dicho mundo no está formado solamente por entes materiales (fisicalismo) sino que mi dolor de muelas (M2, procesos internos) es tan material como la piedra que sostengo en mis manos. Pero Nuestra realidad no se agota en un estadio fisicalista (M1) ni en un estadio psicologista (M2) sino que nuestro mundo presenta otro tipo de entes tan materiales como la misma piedra, estos son las ideas y las relaciones conceptuales (los predicados universales, los teoremas y leyes científicas). Las ideas y las relaciones conceptuales no pueden reducirse a un M2, justamente porque lo rebasan: la idea de triángulo es una relación conceptual que rebasa lo puramente fisicalista (ya que el triángulo no se da en la naturaleza, sino que en la naturaleza lo que se dan son las clases de triángulo; cuando uno intenta dibujar al triángulo modelo siempre le sale alguna de sus especies) y lo puramente subjetual (el teoréma de pitágoras no puede decirse que es propiedad de la cultura griega sino que en tanto que una relación conceptual, rebasa lo puramente cultural para instalar praeterculturalmente, científicamente). Justamente la filosofía en sentido estricto y las ciencias son el producto de la trituración sistemática de las formas de conocimiento de las sociedades bárbaras (mito, magia, religión y técnica) constituyendo el contenido de las sociedades civilizadas, en las que los saberes de las sociedades bárbaras se clasifican en el ámbito de las pseudociencias ya que no rebasan el propio ámbito cultural. En este sentido la Filosofía (las Ideas) y las ciencias son saberes tan materiales y objetivos como esta piedra. Ahora bien, no debemos de caer en el reduccionismo, ignoramus, ignorábimus,las ciencias no nos describen la realidad sino que la construyen a escala antrópica,(clao está sobre una materia ontológico-general) pero no la agotan justamente porque las ciencias son regionales, parcelarias y sus conceptos permanecen incrustados dentro del propio campo, no puede darse una ciencia del todo. A esto debemos sumar que el saber científico no agota la realidad puesto que a partir de los conceptos emanados por las ciencias se construyen las ideas, por ejemplo, la idea de fuerza se construye a través del examen de los distintos conceptos de fuerza (como vemos las ideas (las filosofías) surgen como reflexión sobre los conceptos (las ciencias), es decir, la filosofía no es la madre de las ciencias) que no se relacionan entre sí (nada tiene que ver la fuerza química con la fuerza política por ejemplo) pero al compararlos aparece otra cosa que ya no está incrustado dentro de un determinado campo, esto es, las ideas.
En resumen, el Mf parte de la distinción entre M y M1, pero la materia no es una, sino múltiple y dicha multiplicidad podemos agruparla entorno a tres géneros, lo cuales no son separables pero sí disociables; M1-M2-M3
Si mañana estalla la bomba nuclear y la raza de los hombres desaparece, desaparece M1, desaparece el sol (el cual no solo es una masa material(M1) sino que tiene una composición química (M3, en tanto que los conceptos químicos son conceptos tallados por el hombre y válidos universalmente)), los montes, el mar, mi casa, es decir, todo lo construido a escala antrópica.
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 28 Nov 2017 15:56 #41921

  • Pedro Pablo
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darkos escribió:
En resumen, el Mf parte de la distinción entre M y M1, pero la materia no es una, sino múltiple y dicha multiplicidad podemos agruparla entorno a tres géneros, lo cuales no son separables pero sí disociables; M1-M2-M3
Si mañana estalla la bomba nuclear y la raza de los hombres desaparece, desaparece M1, desaparece el sol (el cual no solo es una masa material(M1) sino que tiene una composición química (M3, en tanto que los conceptos químicos son conceptos tallados por el hombre y válidos universalmente)), los montes, el mar, mi casa, es decir, todo lo construido a escala antrópica.

¿Qué quiere decir exactamente que M1, M2 y M3 no son separables pero sí disociables? ¿Significa que no podemos clasificar a los entes del mundo en uno de esos tres géneros? Volviendo al ejemplo de una onda (de una onda concreta, medible), ¿pertenece a M1? ¿O más bien contiene a la vez materiales de M1, M2 y M3, puesto que el mundo está construido a escala antrópica usando inseparablemente materia de los tres géneros a la vez?
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 28 Nov 2017 17:49 #41922

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Para explicar la disociabilidad de los géneros de materialidad se me ocurre ponerte un ejemplo análogo: los días son disociables de las semanas pero no separables, al igual que las semanas son disociables de los meses y estos son disociables de los años pero no separables.
Todo lo que es, pertenece a uno de esos tres géneros de materialidad, pero dicho género no lo agota.
Hoy las ondas pertenecen a M1, son materiales incorpóreas, no son espirituales. Ahora bien, la onda que yo dibujo pertenece a M2 y dicho fenómeno encuentra su explicación en M3. Por tanto M1 no lo agota.
El mundo antrópico esta compuesto por M1, M2 y M3, los cuales no son reducibles unos a los otros. Justamente dicha explicación presupone la superación de la dualidad naturaleza/ cultura de la corriente marxista, ya que nuestro mundo no esta formado solo por entes naturales (no construidos por el hombre, como puede ser la fauna salvaje, por poner un ejemplo) y culturales (manipulación quirúrgica) sino que nuestro mundo aspectabilis presenta otro tipo de entidad que no son ni naturales ni culturales, como son las ideas y los teoremas científicos. En nuestro mundo aspectabilis no hay oxigeno, ni hidrógeno, ni gravedad... sino que estas son relaciones conceptuales que forman parte del mapamundi de toda sociedad civilizada pero no son reducibles ni al plano físico ni al cultural.
Otro ejemplo de M3 sería la distancia entre dos puntos cualquiera, que aun siendo incorpórea, nadie dudaría de que es material, objetiva. Es la idea de distancia, derivada de la geometría.
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 28 Nov 2017 18:35 #41923

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Pues no acabo de verlo, darkos. Dices "en nuestro mundo aspectabilis no hay oxigeno, ni hidrógeno, ni gravedad... sino que estas son relaciones conceptuales que forman parte del mapamundi de toda sociedad civilizada pero no son reducibles ni al plano físico ni al cultural." Lo mismo podemos decir de las ondas de radio, ¿no?, las ondas electromagnéticas son imperceptibles, sin embargo dices que "hoy las ondas pertenecen a M1, son materiales incorpóreas, no son espirituales". ¿Por qué los elementos químicos y la gravedad pertenecen a M3, pero las ondas de radio pertenecen a M1? Y las ondas gravitatorias, ¿pertenecen a M1 o a M3? ¿Y las ondas sonoras? ¿Y las ondas en un estanque de agua?
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 28 Nov 2017 21:10 #41924

  • elías
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Veréis, el problema que a mi se me está dando es que al no estar familiarizado con la terminología de Gustavo Bueno me es muy difícil seguir ciertas cuestiones. Así, por ejemplo, si a todo lo llama materia no me queda suficientemente claro qué entiende por materia. Si a eso unimos que yo me desenvuelvo en la terminología de Zubiri me cuesta mucho “traducir” un término de un “lenguaje” a otro.

Darkos, dices: “Dicho mundo no está formado solamente por entes materiales (fisicalismo) sino que mi dolor de muelas (M2, procesos internos) es tan material como la piedra que sostengo en mis manos”

Yo por ejemplo diría que tan real es una piedra como lo es un dolor de muelas como lo es un polinomio. Claro, la cuestión es qué se entiende por realidad. Zubiri, por ejemplo, no concibe la realidad como una zona de cosas ( en si ( realismo ingenuo) o en mi ( idealismo ingenuo) sino como un “de suyo” ( una formalidad). La realidad sería la forma ( formalidad) de quedar, o el “estar” presentes, de unos contenidos en la aprehensión. Y es por ello por lo que tan real es una piedra, un dolor de muelas como un polinomio.

Si en la terminología de Gustavo Bueno se entiende material como sinónimo de real podría empezar a entenderlo. Aunque también me gustaría saber qué entiende Gustavo Bueno por “real”. Para Zubiri, por ejemplo, real no es sinónimo de existente si por tal término se entiende una realidad extramental. Como para Zubiri, la realidad, entendida como formalidad, no es puesta ni mediada por el sujeto ni por la cultura. Los contenidos, todos, sí que están mediados por la cultura.

Dices, Darkos: “Hoy las ondas pertenecen a M1…..” lo cual me resulta muy interesante en lo tocante a ese “hoy”.

Para mi todo el mundo 1 está construido. Tanto se trate del sol, de una piedra o de una onda. Es que nadie percibe “la” realidad en sí, es decir, tal como es e independiente del hecho de aprehenderla. Toda realidad percibida es ya una realidad construida exceptuando la formalidad de realidad. Nosotros al aprehender una cosa estamos aprehendiendo “una” cosa y una “cosa” en la misma cosa. En fin, tratare de explicarme. El error de toda la filosofía es el haber considerado que los sentidos únicamente nos daban unos contenidos, mientras que, y posteriormente la razón, trataba con ellos. Es que por vía de los sentidos no nos está presente únicamente unos contenidos ( color, olor, sabor,etc) sino que esos contenidos quedan de una determinada forma. Esos contenidos quedan perteneciendo a la cosa misma, o mejor dicho, esos contenidos quedan como constituyendo o siendo la cosa misma. Los contenidos no quedan como unas propiedades pertenecientes a un sustrato o soporte que está por debajo de ellas sino que dichos contenidos son la expresión de la cosa misma. Esa unidad de las notas o contenidos, que no es un contenido más, sino que es una formalidad, es lo que constituye formalmente la realidad.

Nosotros al mirar al sol no aprehendemos una serie de contenidos ( color, tamaño, forma, etc) como independientes o inconexos entre si sino que dichos contenidos nos están presentes en unidad estructural constituyendo a la cosa misma que llamamos sol. Y así como todo contenido está mediado o construido esa “unidad”, y por no ser precisamente un contenido, no está mediada ni es construida sino que no es dada sin mediación alguna. ¿Quiere todo esto decir que por tanto eso que aprehendemos tiene una realidad independiente del acto de aprehensión? No, por supuesto, eso sería incurrir en un realismo ingenuo. Habrá que determinar mediante la razón, y en cada caso concreto, las razones para postular tal realidad independiente del acto de aprehensión. Si nosotros analizamos los actos de aprehensión veremos que en todos ellos hay algo que se nos presenta como independiente del acto de aprehensión precisamente por la formalidad de realidad y no por los contenidos. Pero que en el acto de aprehensión algo nos esté presente como independiente de dicho acto de aprehensión no nos autoriza, si no queremos recaer en un realismo ingenuo, a afirma la existencia de la cosa en sí.

Bueno, pues todo esto viene por eso de que “hoy” las ondas pertenecen al mundo 1. Efectivamente, hubo un tiempo en que el flogisto pertenecía al mundo 1 pero hoy en día ya no pertenece a dicho mundo. Sí, las ciencias nos dirán que las ondas tienen realidad. Pero cómo otorga la ciencia realidad a unos determinados entes. De entrada decir, y aunque sea obvio, que si hay ciencia es porque existe la realidad, y no, que hay realidad porque exista la ciencia.

Si no es por el momento de la formalidad de realidad simplemente no habría ciencia. Si no es porque en la aprehensión una serie de contenidos nos están dados como de suyo ( formalidad), es decir, como constituyendo a la cosa misma no podría haber ciencia alguna porque simplemente no habría cosas. Habría estímulos como en el caso de los animales pero no habría cosas. En los animales se da la formalidad de estimulidad mientras que en los humanos se da la formalidad de realidad. En los animales los contenidos están presentes como desencadenantes de una respuesta y se agotan en dicha respuesta mientras que en los animales humanos dichos estímulos están presentes conformando la cosa misma e independiente del proceso de respuesta.

Por tanto el hombre aprehende cosas. Pero esa cosa, y como ya he dicho, está conformada por una formalidad que es la que hace precisamente que podamos decir de ella que es “una” cosa con unos contenidos determinantes de esa cosa (una “cosa”). Pues bien, posteriormente (formal pero no cronológicamente) el logos lo que trata de decirnos, y en función de perceptos, conceptos y fictos ( es decir, en función de otras realidades ya aprehendidas) qué sería esa cosa. Y así diremos que “una” cosa es el sol. Pero lo que digamos de “una” cosa es ya algo que está mediado por el lenguaje o por la cultura. Y posteriormente, la razón, en este caso la razón científica, lo que tratará de decirnos es qué es esa cosa más allá de lo percibido, es decir, trata de decirnos lo que es la realidad en sí. Y así la astronomía nos dirá que es el sol. Pero insisto, si existe astronomía es porque aprehendemos “una” cosa que denominamos sol. Por tanto la ciencia no nos da el momento de realidad de la cosa sino que lo que nos da es otra cosa u otras realidades. Es decir, la ciencia lo que nos da es el contenido real último, que estarían más allá de los contenidos percibidos, y que constituyen la razón o fundamento último de la realidad aprehendida en la aprehensión. O dicho de otra forma, la ciencia no nos dice que el sol es real sino que nos dice cuál es la realidad última de esa realidad aprehendida que llamamos sol.

Claro, alguien podrá preguntarse ¿Pero son o no reales los átomos? Pues bien, como todo, dependerá del concepto de realidad que manejemos o de la interpretación que demos a ciertos fenómenos. Eso sí, todo esto último ya no pertenece al campo de la ciencia sino al de la filosofía.

Si yo entiendo la realidad como formalidad entonces los átomos serán reales aunque no tengan existencia. Porque la existencia, entendida como predicado extramental, pertenecen a los contenidos y no a la formalidad. Y serían reales porque los contenidos del mismo ( propiedades físicas postuladas) son aprehendidos como pertenecientes de suyo a la cosa misma, es decir, al átomo. Por eso los personajes de una novela son tan reales como lo pueda ser una piedra e incluso más que su propio autor ( El quijote o Sherlock Holmes serían un ejemplo de lo que afirmo). Pero insisto, el que sean tan reales como una piedra no significa que sean igual de existentes que una piedra. Por tanto, y en este sentido, los átomos serían reales aunque no fueran existentes.

Sí, sé que alguien me dirá que no es ese el sentido que más le ocupa o le preocupa. Sé que me dirá ¿ Pero es real en el sentido de extramental? Pues como todo, y en este caso me situaré en la física cuántica, dependerá de cómo interpretemos ciertos fenómenos.

En Física cuántica existe un formalismo matemático y unos determinados experimentos conocidos por todos. ¿Puede darnos ese formalismo y esos experimentos la respuesta a tal cuestión? Pues no, no pueden, al menos por sí mismos. Dependerá de la interpretación que hagamos de todo ello. En realidad un experimento es ya una interpretación.

Todas sabemos que existe en física cuántica la interpretación de Copenhague sobre determinados fenómenos cuánticos. Como sabemos que dicha interpretación de Copenhague puede entenderse en clave realista como en clave antirrealista. Aunque también existen interpretaciones puramente realistas como puramente antirrealistas. Por tanto, y ante la pregunta de si las partículas son reales o no, todo dependerá de la concepción que poseamos en torno a lo que significa ser real y a la interpretación que demos de determinados fenómenos. Si a ello sumamos que las teorías de la ciencia no son verificacionistas pues contestar a esa pregunta no es nada fácil. Eso sí, se podrán dar las razones de por qué una persona considera que son reales o no. Al final, todo dependerá, y como decía Ortega, de las creencias, pero no de las poseídas sino de las que nos poseen, es decir, de las que nos constituyen o de las que somos. Eso sí, de las creencias también hay que dar las razones.

Una teoría científica pueda caer y ser sustituida por otra pero gracias a la formalidad de realidad siempre habrá cosas, y por tanto, siempre habrá ciencia.
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 28 Nov 2017 21:30 #41925

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Por cierto, se me olvidaba. ¿La realidad debe explicarse causalmente? Y me refiero a lo siguiente. Generalmente se afirma que las ondas electromagnéticas son la causa del color. ¿Pero es ello cierto? No será que una y única realidad se actualiza como color en la aprehensión campal (logos) y como onda en la razón. Es decir, se debería explicar la realidad por la existencia de dos realidades (color y onda) o más bien se trataría de entender la realidad como una y única realidad actualizada de dos formas diferentes. No será, y como dice Darkos (o como creo entenderlo), que la realidad se desborda a sí misma y no puede aprehender de una y única forma o incluirla en una y única categoría.

¿Qué “es” una flor? Sí, es una realidad, pero qué “es” esa realidad. Y si preguntamos qué “es” es porque ya es una realidad. Por tanto, por lo que preguntamos es por la actualidad (ser) de esa realidad en el mundo. No será que esa realidad se actualiza de múltiples formas y por eso un científico, un jardinero, un pintor o un poeta nos hablan de ella. Sí, pero qué es una flor. Acaso no será que una flor será todo lo que nos diga un poeta, un pintor, un jardinero o un científico y lo que reste por decir de ella porque el ser de tal realidad es inaprehensible y por eso mismo desborda cualquier categoría.
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 29 Nov 2017 00:35 #41927

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Interesante reflexión, en particular (Elías): "¿Quiere todo esto decir que por tanto eso que aprehendemos tiene una realidad independiente del acto de aprehensión? No, por supuesto, eso sería incurrir en un realismo ingenuo. Habrá que determinar mediante la razón, y en cada caso concreto, las razones para postular tal realidad independiente del acto de aprehensión. Si nosotros analizamos los actos de aprehensión veremos que en todos ellos hay algo que se nos presenta como independiente del acto de aprehensión precisamente por la formalidad de realidad y no por los contenidos. Pero que en el acto de aprehensión algo nos esté presente como independiente de dicho acto de aprehensión no nos autoriza, si no queremos recaer en un realismo ingenuo, a afirma la existencia de la cosa en sí".

No estoy familiarizada ni con Bueno ni con Zubiri, pero creo que esta realidad del mundo (cosa en sí) más allá del acto de aprehensión parece guardar similitud con el noúmeno kantiano. Es esa "materialidad" elocuente que se nos presenta como mundo ineludible y que compone una estructura de la realidad contra la que choca el "idealismo ingenuo" que querría reducir el mundo a interpretación y construcción creativa. Ahora bien, frente a la vía trascendental que encuentra en las categorías (o en las estructuras ideales de las que habláis) el más fiel acercamiento a la estructura "nouménica" de lo real, yo veo en el reduccionismo formalista una postura dogmática y excesivamente idealista y, en una aproximación que intenta ser más materialista, me pregunto cuáles son las "razones para postular que algo es cierto en cada caso concreto". Diría que consistencia (vía trascendental) y eficacia (vía empírica) son buenas razones, sin situar por encima a la vía trascendental ni creer que esta nos da acceso directo al noúmeno.

Dice Elías: "Generalmente se afirma que las ondas electromagnéticas son la causa del color. ¿Pero es ello cierto? No será que una y única realidad se actualiza como color en la aprehensión campal (logos) y como onda en la razón. (…) No será, y como dice Darkos (o como creo entenderlo), que la realidad se desborda a sí misma y no puede aprehender de una y única forma o incluirla en una y única categoría". Coincido en la complejidad de lo real y en que parece más prudente postular la existencia de numerosas vías de aproximarse. Junto con la consistencia y la eficacia, diría que la sensación de certeza (si esta es compartida por muchas personas o si es experimentada por uno mismo) es otra razón a favor de la verdad de algo. Al final parece que el noúmeno siempre se escapa y que los predicados sobre la realidad solo pueden aspirar a ser aproximadamente verdaderos (atendiendo a distintos criterios epistemológicos como los citados de consistencia, eficacia y sensación de verdad) y dentro de determinadas condiciones. Hoy hasta los lógicos ponen en cuestión la metafísica categorial y apuestan por lógicas informales, aproximativas, que incorporan criterios de validez distintos a la consistencia. Postular un campo epistemológico de lo ideal se parece demasiado a esa metafísica categoríal, cuya vigencia me sorprende.
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 29 Nov 2017 10:46 #41929

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Hola, Tasia

Dices: “No estoy familiarizada ni con Bueno ni con Zubiri, pero creo que esta realidad del mundo (cosa en sí) más allá del acto de aprehensión parece guardar similitud con el noúmeno kantiano. Es esa "materialidad" elocuente que se nos presenta como mundo ineludible y que compone una estructura de la realidad contra la que choca el "idealismo ingenuo" que querría reducir el mundo a interpretación y construcción creativa. Ahora bien, frente a la vía trascendental que encuentra en las categorías (o en las estructuras ideales de las que habláis) el más fiel acercamiento a la estructura "nouménica" de lo real, yo veo en el reduccionismo formalista una postura dogmática y excesivamente idealista y, en una aproximación que intenta ser más materialista, me pregunto cuáles son las "razones para postular que algo es cierto en cada caso concreto". Diría que consistencia (vía trascendental) y eficacia (vía empírica) son buenas razones, sin situar por encima a la vía trascendental ni creer que esta nos da acceso directo al noúmeno.”

El mundo es algo sentido. El mundo es algo dado en el sentir. Lo que ocurre es que a ese mundo, y para que no nos lleva a confusión, habría que llamarlo mundaneidad. En todo acto de aprehensión existe un momento de afección (es el único en el que ha reparado la tradición filosófica), un momento de alteridad y un momento de fuerza de imposición. No existen, y como considera la tradición filosófica un dualismo de mundos, a saber, el mundo del sentir y el mundo del inteligir. Por eso Zubiri hablaba de la inteligencia sentiente o del sentir intelectivo.

En todo acto de aprehensión no nos están presentes únicamente unos contenidos sino que estos contenidos nos están presentes con una formalidad ( formalidad de realidad en el caso de los seres humanos). En sentir es aprehender algo vía impresión. ¿Pero qué es el inteligir? El inteligir no es, y en su radicalidad, un juzgar o un concebir sino que es aprehender la formalidad de realidad. Sólo, y porque las cosas nos están presentes como “reales”, es por lo que podemos concebirlas o juzgarlas. Y puesto que la formalidad de realidad se da vía impresión es por lo que cabe hablar de inteligencia sentiente o de sentir intelectivo. Es decir, vía impresión se nos da no sólo unos contenidos sino, y también, la formalidad de realidad. Y así como los contenidos están mediados por la cultura la formalidad de realidad no lo está. El hombre es un animal de realidades.

Esa formalidad de realidad puede analizarse vía análisis noológico. La formalidad de realidad no es trascendente a la cosa sino que es trascendental en la cosa, es decir, es numéricamente la misma en toda realidad aprehendida. La realidad no es un piélago en el que se depositan las cosas sino que la realidad es algo que está en toda cosa trascendentalmente.

El mundo no es en primer término una zona de cosas. Y sea que esas cosas sean en sí o en mí. Sino que el mundo (mundaneidad) es la forma en que nos están presentes las cosas. Se suele decir, y con razón, que el mundo no es captado por los sentidos. Es decir, ni se pueden aprehender todas las cosas ni se puede aprehender la unidad de todas las cosas. Efectivamente, no se puede aprehender el mundo pero sí la mundaneidad. La mundaneidad es algo dado vía el sentir y que está presente en toda cosa por su dimensión trascendental ( formalidad de realidad).

Todas las cosas, y por esa mismidad numérica que constituye la formalidad de realidad, nos está presente como algo otro, e independiente del momento aprehensor, pero en la aprehensión misma, Como toda realidad, y por el momento de la formalidad de realidad, nos está presente en función de otra realidad. En fin, trataré de explicarme.
Supongamos que estamos en un bosque. Nosotros no aprehendemos la realidad de un árbol más la realidad de otro árbol, mas la realidad de un insecto, más….de forma que existan multitud de realidades sin funcionalidad entre ellas constituyendo una multitud de mundo reales. No, precisamente, y por esa mismidad numérica de la formalidad de realidad, y no por los diferentes contenidos claro está, lo que aprehendemos es una totalidad ( funcionalidad) que nos está presente como independiente del acto de aprehensión pero en la aprehensión misma. Es decir, la mundaneidad es la forma en la que nos están presentes las cosas reales. Sólo, y porque la mundaneidad no está presente en el sentir, es por lo que posteriormente podemos hablar de mundo. Si no se diera en el sentir ese momento de mundaneidad no podríamos hablar de mundo en el sentido que le damos habitualmente.

¿Es la posición de Zubiri idealista? Mucho se ha discutido sobre ello pero en cualquier caso habría que hablar de un idealismo sui géneris. Ya he dicho que para Zubiri todo contenido está mediado o construido desde el logos o desde la razón pero no ya la formalidad de realidad. Es decir, la formalidad de realidad, que no es algo concebido, postulado o construido, nos está presente en todo acto de aprehensión. Y ese es el punto en el que hace fuerte Zubiri. Es que la realidad de las cosas (entendida como una formalidad) no es algo puesto por el sujeto. Pero bien es verdad que ese momento de realidad nos está presente en el acto de aprehensión.

Para Zubiri tan real es una piedra como un espejismo. Porque tanto una piedra como aquella cosa dada en un espejismo nos están presentes con la misma formalidad de realidad. Será en cada caso, y dando unas determinadas razones, por la que podremos decir que una de ellas es real (en el sentido tradicional) y otra es un espejismo. Eso sí, es porque las cosas nos están presentes con la formalidad de realidad ( que no es puesta por el sujeto) por la que posteriormente podemos hablar de cosas reales ( en sentido tradicional) y espejismos.

Pero… y por qué es real una piedra. Nosotros, y como ya he dicho, de esa piedra no aprehendemos simplemente unos contenidos (mediados o construidos) sino que aprehendemos que esos contenidos son de suyo o de la cosa misma gracias al momento de formalidad de realidad. Eso que llamamos piedra nos está presente como una unidad estructural independiente del acto de aprehensión pero en la aprehensión misma, y no más allá de ella, como consideraba el realismo ingenuo.

Kant, por ejemplo, consideraba que todo la aprehendido era la síntesis entre el sentir y el inteligir ( dualismos de mundos). El sentir aportaba una serie de contenidos amorfos, por así decir, a los que la razón tenía que dar forma mediante unas categorías. Por tanto para Kant, y en esa síntesis, no se nos daban las cosas sino que lo que se nos daba eran objetos.Pero es que los objetos no son cosas. La ontología Kantiana era una objetología. A las cosas no se podía acceder.

Para Zubiri, en cambio, las cosas ya nos están presentes porque la formalidad de realidad no es algo puesto por el sujeto. Lo que nos está presentes son las cosas mismas y no los objetos aunque los contenidos estén mediados o construidos gracias a la formalidad de realidad. Zubiri no tiene que acceder posteriormente a otro mundo (el mundo en sí o el nóumeno) porque sólo existe un único mundo. La razón lo que hace no es postular la realidad de las cosas porque dicha realidad ya está dada sino que lo que hace es postular lo que es esa realidad más allá de lo aprehendido.

Vayamos con el ejemplo del sol. Para Kant el sol no es una cosa sino que es un objeto. Es decir, Kant considera que existe una realidad en sí (más allá de este mundo) que es la causa incognoscible (crítica de la razón pura teórica) de ese fenómeno llamado sol. Pero es que para Zubiri las cosas no son así porque consideraba que Kant (pero sobre todo Hume), y en su análisis del sentir, únicamente tuvo en cuenta el momento de afección por la cual el sujeto se sentía afectado. Pero no reparó, y según Zubiri, en el momento de alteridad y en el momento de imposición. Momento de alteridad por el cual en el sentir no somos simplemente afectados por una serie de contenidos sino que nos está presente algo en tanto que otro (alteridad) y que ese otro se nos impone (momento de imposición) como independiente del acto de aprehensión pero en la aprehensión misma. Es por ello que el sol no es un objeto sino que es una cosa real. Y la razón lo que hace no es ir a otro mundo o a la realidad en sí (Zubiri no cree en la dualidad de mundos) sino que la razón consiste en postular la razón última o la realidad fundamento de la cosa real.

Zubiri consideraba que existía una verdad ante-predicativa. El criterio de esta verdad ante-predicativa es al que se hacía referencia en el mundo semítico entendida como patencia, seguridad y firmeza. Esa verdad ante-predicativa es la cosa misma. Es que las cosas, y debido al momento de realidad, nos están presentes con patencia, seguridad y firmeza. Cuestión bien diferente es la verdad de los contenidos. Pero ése es ya un problema secundario o derivado. Todos los contenidos están mediados o construidos aunque no toda construcción sea igualmente válida. Zubiri acepta la critica en torno a la razón (un modo de intelección) como una razón limitada pero lo que ya no acepta es el análisis del sentir y del inteligir y es lo que le lleva a la formalidad de realidad.

Dices, Tasia: “, me pregunto cuáles son las "razones para postular que algo es cierto en cada caso concreto". Diría que consistencia (vía trascendental) y eficacia (vía empírica) son buenas razones, sin situar por encima a la vía trascendental ni creer que esta nos da acceso directo al noúmeno.”

Según Zubiri no hay que postular la verdad ante-predicativa, entendida como que las cosas nos están presentes en tanto que reales (y no por sus contenidos) desde sí mismas, porque esa verdad ya está dada. En cuanto a la verdad de los contenidos la cosa es más compleja porque dicha verdad no se alcanza por intuición sino que debe de ser postulada (construida) y experienciada (el experimento científico sería sólo una forma de probación física de la realidad pero no la única).

Pero es que para Zubiri tampoco hay que remontarse a otro mundo que dé cuenta de este mundo fenoménico por la sencilla razón de que en el único mundo existente ya nos está presente la realidad de las cosas y no simplemente los fenómenos. En este mundo no nos están presentes unos fenómenos, propiedades o contenidos que inhieren en un substrato o soporte que se encuentra en otro mundo sino que esas propiedades, y en unidad estructural, constituyen la cosa real misma. La razón es trascendente. Pero no trasciende a otro mundo sino que trasciende porque va más allá de los contenidos aprehendidos en la aprehensión.

Un cordial saludo
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LOS ENEMIGOS POSMODERNOS DE LAS CIENCIAS 29 Nov 2017 13:36 #41931

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Saludos, Darlos

Dices, DarKos: “A esto debemos sumar que el saber científico no agota la realidad puesto que a partir de los conceptos emanados por las ciencias se construyen las ideas, por ejemplo, la idea de fuerza se construye a través del examen de los distintos conceptos de fuerza (como vemos las ideas (las filosofías) surgen como reflexión sobre los conceptos (las ciencias), es decir, la filosofía no es la madre de las ciencias) que no se relacionan entre sí (nada tiene que ver la fuerza química con la fuerza política por ejemplo) pero al compararlos aparece otra cosa que ya no está incrustado dentro de un determinado campo, esto es, las ideas”

Y no será que todo se construye desde la realidad. No será porque la realidad nos está presente como algo que se nos impone, que se nos opone o que se nos resiste, pero no por sus contenidos sino por ser reales, es por lo que se elaboran conceptos desde el logos e ideas desde la razón.

En cualquier caso no termino de compartir esa visión que defiendes porque poseo una visión estructural del conocimiento. Nos dices, y a modo de compartimentos estancos, que la ciencia elabora unos conceptos y es desde ellos desde donde la filosofía elabora las ideas. ¿Pero es que acaso las ideas no son a su vez el punto de partida desde el cual se elaboran los diferentes conceptos de las ciencias?

En una visión estructural puede hablarse de notas pero concibiendo esas notas como notas-de. ¿Notas-de qué? Pues del resto de netos. Existe una relación funcional entre todas y cada una de las notas. Y es la unidad estructural la que conforma ese ser nota-de.

Desde el punto de vista del análisis, pero no con fundamento in re, podemos hablar de conocimientos e ideas, pero no, y por así decir, como entidades separadas. Es que las ideas y las concepciones no están en una sucesión cronológica de forma que primero están las concepciones, y desde ellas, construimos las ideas. Es que esas ideas reobran sobre las concepciones haciendo que construyamos nuevas concepciones desde las cuales construimos nuevas ideas. ¿Porque de no ser así entonces la ciencia desde dónde construye los conceptos? Porque los conceptos no son algo que estén ahí y simplemente tengamos que alargar la mano para alcanzarlos. No, los conceptos hay que construirlos ¿Y cómo construimos, o desde dónde, el concepto de fuerza química o de fuerza política si no poseemos una idea previa en torno a la fuerza.? Es que acaso podemos construir el concepto de fuerza química si no poseemos previamente una idea de la naturaleza como relación entre fuerzas o es que acaso podemos construir la idea de fuerza política si no poseemos ya la idea del hombre como un animal que se relaciona mediante fuerzas.

Yo no creo, salvo en el orden del análisis, que existe un primer estadio en el cual, y como creía Kant, fuera necesario hacer previamente una crítica para saber qué podemos conocer y en función de tal análisis poder elaborar, y si fuera posible y hasta donde fuera posible, una determinada idea metafísica de la realidad. Es que ello es simplemente imposible. Es porque Kant ya poseía una determinada doctrina en torno a la realidad por lo que elaboró una determinada crítica del conocimiento. Es que Kant ya partió de una determinad idea del sentir y del inteligir, que no sometió a crítica alguna, desde la que postuló su crítica de la razón pura teórica.

Un saludo cordial
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