Frase épica que leí en un relato del marqués de Sade: "Quién soy yo para oponerme a mi naturaleza?"
Si uno se pasa el día pensando en el suicidio (no es mi caso pero da igual) por algo será.

Alma escribió:
Sí, es evidente. Lo que no es tan evidente es que el enlace es bidireccional. Por así decirlo.

TyroneSlothrop escribió:
Mi superhombre se come cachopos para desayunar. Y no necesitas pesas, porque no convive con la plebe: él levanta vacas con un solo brazo.

El mío está evolucionando: ha convencido a toda la humanidad, salvo a 46 hombres (y mujeres) justos, para que se suiciden, y ahora viven en armonía con la naturaleza: comen berenjenas asadas, beben Redbull casero (se han hecho con la receta) y las vacas son sus mascotas.

Total, que el superhombre sigue siendo el de siempre: Christoper Reeve.



Dado que tanto Christopher Reeve ya falleció, a día de hoy es Henry Cavill quien intepreta al hombre de acero.



Pues ahí tenéis a los dos superhombres más famosos del mundo. Ríanse del Superhombre de Nietzsche. De ése sólo han oído hablar cuatro gatos.

Y para que no se diga, y enlazando un poco con mi primera intervención en este humorístico hilo, ahí va la supermujer: Gal Gadot. Ha interpretado en fechas recientes a la Mujer Maravilla en Wonder Woman:



Antes del estreno de Wonder Woman Gal Gadot ya había interpretado a la Mujer Maravilla en Batman v Superman: el amanecer de la justicia.

Pero antes de que la actriz israelí interpretase a Wonder Woman ya existía una Superwoman a modo de reivindicación feminista relacionada con el fenómeno Superman. En 1984 se estrenó la película Supergirl, que fue un auténtico fracaso.



En fechas más recientes también ha fracasado la serie de televisión del mismo nombre.

El fracaso de Supergirl ha contrastado fuertemente con el exitazo de Wonder Woman del año pasado. Cuando todo parecía indicar que no habría una especie de supermujer que animase la taquilla, va y aparece Gadot con su fascinante interpretación de la Mujer Maravilla en Wonder Woman. Bien por Gadot. Se hizo famosa, sobre todo, por su aparición en las entregas 4, 5 y 6 de la saga The Fast and the Furious, traducidas al castellano como A todo gas.

No sé vosotros pero yo no tengo ninguno de los atributos de Superman, Supergirl o la Mujer Maravilla.

PD: resulta complicado saber exactamente qué atributos tendría hoy el superhombre nietzscheano. Es mas fácil buscar a superhombres y supermujeres entre los cómics o en el cine. Al menos de esos superhombres y supermujeres sí sabemos con bastante exactitud qué atributos tuvieron o siguen teniendo. Pero, cuidado, esto no vale para ponerlo en un examen sobre Nietzsche.

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Yo confieso: a pesar del conmovedor (va sin ironía) episodio con el caballo, siempre he detestado a Nietzsche. Su superhombre, una alucinación vulgar de su mente enferma, me trae sin cuidado.

Ps. Conrado, terminé la práctica de metodología aquélla, no sé si te acuerdas que abrí, desesperada, un hilo sobre ella. El profesor me dijo que estaba muy bien. Casi me sentí una supermujer (no sé si lo digo en broma; de cada vez me cuesta más distinguir cuándo hablo en broma y cuándo en serio. Muchas veces ya ni distingo).

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Algunos años antes de que Nietzsche escribiese sobre el Übermensch, un personaje literario, que tal vez le sirvió de modelo (yo pienso que sí), dijo cosas como:

La libertad completa existirá cuando dé lo mismo vivir que no vivir. Esa es la meta que todo hombre persigue.

La vida es dolor, la vida es terror y el hombre es desdichado [porque su felicidad depende de la comunión con Dios, el cual es, por naturaleza, inconcebible]. Ahora todo es dolor y terror. Ahora el hombre ama la vida porque ama el dolor y el terror, y ahí está todo el engaño. Ahora el hombre no es todavía lo que será. Habrá un hombre nuevo, feliz y orgulloso. A ese hombre le dará lo mismo vivir que no vivir; ese será el hombre nuevo. El que conquiste el dolor y el terror será por ello mismo Dios. Y el otro Dios dejará de serlo.

Dios es el dolor producido por el horror a la muerte. Quien conquiste el dolor y el horror llegará a ser Dios. Entonces habrá una vida nueva, un hombre nuevo, todo será nuevo… Entonces la historia se dividirá en dos partes: desde el gorila hasta la aniquilación de Dios y desde la aniquilación de Dios hasta…

Todo el que quiera la libertad suprema debe tener el atrevimiento de matarse. Quien se atreva a matarse habrá descubierto el secreto del engaño. Más allá de eso no hay libertad; ahí está todo, más allá no hay nada. Quien se atreve a matarse es un dios.

Camus lo califico de personaje absurdo, pues paradójica es la idea de matarse uno para afirmar mi insubordinación, mi nueva y terrible libertad. No obstante, subyace cierta lógica a las afirmaciones del personaje, y por ello esta conducta fue calificada de suicidio lógico (absurdo): si Dios no existe, yo soy Dios. Si Dios no existe, debo matarme. Debo matarme para ser Dios.

Mi idea acerca del Übermensch es muy similar a esta. De nuevo Camus la glosa sencillamente: el Übermensch es aquel que ha realizado la condición más absurda.
¿Qué puede haber más alto para un ser humano que arrebatarse a sí mismo el ser? Más nos vale quedarnos con el Mensch y ceder el über a las ensoñaciones.

P.D. El personaje es Aleksei Nylich Kirillov, perteneciente a la novela Los demonios, de F. Dostoieski, publicada en varias entregas a lo largo de 1872.

Los demonios es mi novela favorita de Dostoievski, la he leído tres veces y si no hay imprevistos hago cuentas volver a leerla muchas más. Dostoievski es uno de los mayores filósofos de la Historia e influenció a muchos otros, incluido Nietzsche. Raskolnikov (personaje de lo más sobrevalorado en mi opinión) esboza su particular teoría del superhombre. Para mí el personaje más lúcido (aunque no era esa la intención de Dostoievski. Como casi todos los artistas, es muy bueno dibujando el infierno, pero malo trazando el cielo) es Stavrogin. El mejor personaje que me haya encontrado, no solo en Dostoievski, sino en toda la literatura que haya leído.
Tyrone, mi antipatía hacia Nietzsche proviene de que nunca habrá ningún superhombre y me parece incluso como una broma de mal gusto. Cambian las formas, pero no el contenido. Del ser humano, quiero decir. Sobre este tema prefiero el pesimismo de Freud y Schopenhauer. Al menos no intentaban engañar a los demás y a sí mismos con fuegos de artificio. El superhombre no existe ni existirá, pero en mi mente tomaría el nombre de Nikolai Stavrogin. En menor medida el hombre del subsuelo y Svidrigailov.