El Abel escribió:
En la asignatura de Ética no se menciona a Nietzsche salvo para citarlo, a mi parecer, mal, como representante de la amoralidad. Rechazar los marcos tradicionales de la moral no significa negarla. Para Nietzsche, crueldad, virtud, moral y conciencia están íntimamente ligadas. Extraigo este texto de Aurora, pag. 44:
¿Cuál es el mayor placer que pueden experimentar unos hombres
que viven en estado constante de guerra, en esas pequeñas
comunidades rodeadas siempre de peligros, donde
impera la moral más estricta? O mejor: ¿cuál es el mayor
placer que pueden experimentar las almas vigorosas, sedientas
de venganza, rencorosas, desleales, preparadas
para los acontecimientos más espantosos, endurecidas
por las privaciones y por la moral? El placer de la crueldad.
Esta es la razón de que, en el caso de tales almas y en
semejantes situaciones, se considere que inventar formas
de venganza y tener sed de venganza constituye una virtud.
La comunidad se robustece contemplando actos de
crueldad y puede superar por un instante el peso del miedo
y la inquietud que le produce el tener que estar constantemente
al acecho. La crueldad es, pues, uno de los
placeres más antiguos de la humanidad
Esto atraviesa la historia de la humanidad y no me cuesta trabajo en ver a esa comunidad en un grupo de desalmados de despedida de solteros, muertos de miedo por el mundo que tienen que encarar, que tatúan la cara de un indigente para su mofa
Saludos
Muy bien traído. En “Más allá del Bien y del Mal” hay interesantísimas reflexiones.
Parece también que en cualquier acto violento se intensifica el sentimiento vital, el instinto de autoafirmación. Pensemos en los chicos de La naranja mecánica. Pero ¿y aquel o aquellos que intentan domeñar a ese espíritu violento? ¿Qué hay detrás del sacerdote, del Estado o de cualquier mecanismo utilizado para calmar cualquier tendencia al desorden?
Por cierto, Cum Lupus, mil gracias por la recomendación de ese libro. Creo que me va a servir para mi TFG.
Un saludo.