Alma escribió:
Xna escribió:
Sin embargo, los efectos fueron devastadores en ambos casos. Entiendo que se valen de unos principios con el fin de ejercer "la más ruda esclavitud", entonces ¿el problema son las ideas o su ejecución? Acudo a un cuerpo ideológico para justificar una forma de dominar, me elevo sobre una situación humana, social, económica... X para ejecutar y expandir una expresión del poder. ¿Aquél que estudia, reflexiona y luego desarrolla su pensamiento, la obra que es resultado del mismo, son cómplices del ejercicio que luego se haga de él? al final lo escrito es lanzado y escapa de las manos de su hacedor, entonces ya sólo quedan sus interpretaciones y ejecuciones.
Yo diría que depende de los términos en que escriba. A nadie se le ocurriría responsabilizar a Nietzsche de los actos de Hitler, dada la complejidad de lo que escribió, susceptible de múltiples interpretaciones. Pero si a alguien se le ocurre cometer ciertos actos y afirma haberse inspirado en el Catecismo del revolucionario de Nechayev, que incita a destruir sin dilación a los enemigos de la revolución, pues no está tan claro. También es cierto que Nechayev no cita nombres y apellidos, con lo cual hay una incitación directa a destruir a personas en su caso determinables, pero no determinadas. Por poner ejemplos: se ha condenado a personas por publicar en las redes sociales atrocidades, pero sólo cuando iban referidas a una persona concreta o a un colectivo determinado. La apología del suicidio es legal aún cuando esa apología, en abstracto, conduzca a X a suicidarse (o sea lo que le haga decidirse finalmente), pero no lo es cuando la apología se diriga directamente a X, presionándole, en cuyo caso ya hay un delito de inducción al sucidio. Si escapa a las manos de su hacedor no cabe hablar de responsabilidad, pero cuando por sus palabras el hacedor muestra una intención clara de lesión a personas o colectivos concretos (el delito que consiste en incitar al odio contra colectivos como homosexuales, personas de otras razas, etc) entonces es otro tema. No veo tan claro eso de que sólo la acción sea real. La incitación a la acción también es real.
Es realmente interesante el tema.
En los casos de una relación directa, se suele citar a Séneca, profesor de Nerón. ¿Fue Séneca "co-responsable" de la personalidad de Nerón? Y en la actualidad podemos decir los mismo de los profesores y la enseñanza pública: ¿Es el Estado responsable de aquellos a los que acoge para educarlos? Los datos hablan de fracaso escolar, etc.
Claro que, ante una obra escrita, se abre el horizonte. Parece que cada lectura re-interpreta e instaura valores nuevos sobre aquello que fue escrito. Señalar los cambios y el tono que en cada época ha tomado las enseñanzas de Jesucristo es un clásico. Lo que ocurre es que puede funcionar (y así funciona) como un arma de doble filo: por un lado, se descargan responsabilidades si decimos que lo escrito por el autor no lleva necesariamente a ciertos lugares. Por ejemplo, si yo escribo: "los mismos judíos entregaron a Jesucristo". En verdad, de aquí no se sigue: "matemos a los judíos". Sin embargo, hay que tener en cuenta la carga sentimental que lleva, para un cristiano, el hecho ese de "Jesucristo-entregado-por-los-judíos". Por ello se habla de "autocensura", que no deja de ser sino un cálculo de cómo aquello que decimos puede derivar en violencia, acoso, suicidio, etc.
Platón decía aquello de que es mejor no escribir, porque al final ni se aprende ni se instruye. Pero por esa regla de tres, nuestro conocimiento sería muy limitado.
Es en general como las circunstancias de la vida: lo que podemos controlar directa e individualmente es minúsculo. Más allá, mandan los dioses, como tal vez pensaría un griego.