bolindre, sobre lo que dices que sigues sin pillar: para no spoiler parar aquí:
Creo que el asunto de la belleza se concentra muy bien en la imagen de la torre de Pisa, que aparece más de una vez.
La torre de Pisa, para mí, representa a la protagonista, en su belleza clásica, cosificada, deificada, que está empezando a inclinarse. ¿La torre sigue siendo bella inclinada, torcida?
La película se mueve entre dos polos contrapuestos: el salón de belleza y la casa de la protagonista. En un momento tenemos al salón olímpico blanco y luminoso, y en otro a la vivienda infernal (hades) y oscura. Ahí la oscuridad empezará a cuestionar la belleza hasta el reverso. Conforme avanza la transformación la oscuridad empieza a invadir el salón: la cortadura de dedo y la sangre, el factor masculino que hace llorar, etc (aquí el factor masculino es clave, porque es el que crea el mal, la vulnerabilidad de Carol propicia para el diablo) y esa para mí es la cuestión feminista. El factor masculino cosifica la belleza femenina, lo que no sabe es que también la deifica al idealizarla y eso puede ser en el lado oscuro, como veremos, y volverse sobre ellos)
A su vez, en la casa la oscuridad lo va invadiendo todo, pero ya ves, que Carol cada vez está más a gusto y quiere estar bella en esa oscuridad, por eso se pinta los labios, y crea asesinatos de creciente belleza oscura en los que se recrea. Es como si dijera: ok, así que estoy buena y me habéis cosificado (y quien sabe si su padre la violó), pues vais a saber lo que es la belleza.
Al final, antes de los famosos ojos de la niña en la fotografía, hay un recorrido visual donde la cámara justo antes de pararse en la niña, lo hace en la torre de Pisa, ya caída en el suelo y rota. Es la belleza caída después de recorrer el anverso y el reverso. En medio, queda todo un cuestionamiento de lo bello, como ya he expuesto por ahí.
Saludos.