Black Mask escribió:
zolaris escribió:
Buscando información sobre la peli de la que hablas Zolaris, que no conocía, aparece este artículo sobre como cierto cine se vuelve reaccionario
ctxt.es/es/20250601/Culturas/49534/guill...-cannes-alcarras.htm
Qué te parece? tú, que la has visto.
Me parece un poco difícil de comprender.
Toca un asunto importante. Según el autor hay una tendencia en el cine de festivales en general y en la industria española en particular con un marcado viraje hacia posiciones de derechas, donde la crítica celebra esas películas conservadoras e incluso reaccionarias. Como el caso de
Sirat.
Y trae, además de
Sirat, los ejemplos de
Alcarràs de Carla Simón,
Tardes de soledad de Albert Serra, y
La Infiltrada de Arantxa Echevarría. No mienta en cambio
Cinco Lobitos de Alauda Ruiz de Azúa, ni
Los destellos de Pilar Palomero.
Y es que en efecto hay un nuevo cine hecho por chicas en su mayoría. Albert Serra no es de ahora y no pinta nada en ninguna lista. Que el cine de esas directoras es reaccionario estoy totalmente de acuerdo, porque reacciona y se opone a la dinámica del neoliberalismo, pero hoy en día ser reaccionario no significa además ser conservador ni de derechas. Sería conservador o de derechas si reaccionara proponiendo un regreso a "tiempos mejores", pero no es el caso. Se trata de un cine que busca la intrahistoria de los sucesos que componen la institucionalidad social y económica de la actualidad. Que cuestionan el progreso neoliberal, la familia tradicional, los roles sociales, la tensión entre justicia y dignidad, la feminidad. No buscan como dice el autor del artículo, una verdad superior, sino todo lo contrario, una verdad básica, ni mística ni religiosa, sino humana pura.
Y en el caso concreto de
Sirat, estoy de acuerdo en el planteamiento general en que encuadra la película respecto a lo cultural, religioso y político (o apolítico). Guillemo M. Valdunquillo, como teórico y crítico de la cultura habla de lo que sabe aunque por momentos me parece un poco contradictorio, y lo primero se agradece. Y así habla de
Sirat con el criterio fundamentado de su formación, sin meterse en las cuestiones artísticas de la obra. Aunque de nuevo comparto lo reaccionario, no lo conservador ni de derechas, porque Óliver Laxe propone una revolución. Discutiría algunos temas más respecto a colonialismo y desposesión.
Es de lejos lo mejor con mucho que he leído sobre
Sirat. Todas las demás exposiciones, de críticos acreditados de variados medios, son lamentables. ¿Por qué? pues porque como de lo que se supone que saben es de estética cinematográfica, y aquí no han pillado ni la mitad, pues toca decir bobadas o deshacerse en adjetivos positivos pero sin fundamentar, antes que pensar en cerrar la boca. Eso sí, superavispados todos pillando influencias, con las que por otra parte estoy de acuerdo:
Centauros del desierto,
El salario del miedo y
Mad Max no faltan. Aunque los verdaderos guiños a
Greed o a
Dune y a una escena concreta de
En busca del arca perdida, no he visto que los haya pillado nadie.
Yo insisto en que este mundo está perdiendo la mirada y la escucha. Que eso se está transformando en meras proyecciones egóticas. Y esta película lo ha puesto de manifiesto. Hay un muro, una frontera hasta donde llega la percepción, el sonido del mundo. Más allá niebla y oscuridad. Más allá es lo que estamos cediendo por pereza, porque el consumidor/productor de sí mismo, no cree en la distancia. Pero no se va a quedar sin ocupar.
Un saludo.