La filosofía del "pienso, luego 'tuiteo"

¿Por qué vuelven los aforismos? ¿son síntoma de una falta de sosiego, de paciencia, de silencio y calma? ¿son expresión de una vida ajetreada e irreflexiva? ¿son reflejo de una falta de profundidad, de madurez, de formación, de educación por el esfuerzo, son consecuencia del hedonismo también intelectual de nuestros días? ¿son pasto de la frivolidad ramplante de quien con acumular alguno que otro de ellos se siente más elevado, más cultureta? ¿Son - como hemos hablado en otro lado - parte de la crisis de la filosofía?

No se si los aforismos vuelven pero son respuestas condensadas y abreviadas que evitan el enrrollamiento, aunque en filosofía el ensayo o la lectura sean más característicos

Para analizar un poco el tema podríamos recopilar unos cuantos aforismos imperantes actualmente; para dar una visión más concreta, observar en qué ámbitos proliferan, en qué temas se centran, quiénes los lucen, etc.
En cuanto a la causa de la profusión, si es que se demuestra que es una profusión fundada (no trivial), yo diría que por supuesto tiene que ver con todo eso que mencionó Kierkeggard... y más.

Puede que esté equivocado, pero creo que el aforismo es inteligente, sagaz, bien atinado y cuyo contenido encierra mucha miga

En la primera página de “Bellver”, el suplemento cultural del “Diario de Mallorca” aparece el siguiente artículo de Matías Vallés titulado “El libro tiene las páginas contadas” que va en la misma línea que el del encabezamiento de este hilo. Evoca cierto pesimismo, nostalgia y una buena carga de crítica contra el “código Twitter” con referencias a Tolstoi, Rorty, Cioran, Tony Judt o Ramón LLull.

Matías Valles es un articulista agudo, a veces no deja títere con cabeza, y no está mal para este químico que navega en el periodismo. No estaría nada mal que escribiera en un diario de tirada nacional.

Sobre el artículo en cuestión es cierto que el aforismo se ha puesto de moda, no sé si es sintomático de la cultura de videoclib en la que estamos inmersos, o en esa velocidad vertiginosa que todo lo devora. Creo que ya Kierkegaard habló de ello en un post ,acerca de la sobredosis de información que al final todo lo ahoga.Ese exceso en una mente poco preparada para la crítica y la síntesis apenas puede metabolizarse en significado.

Ahora lo "cool" es tener una edición de bolsillo de citas célebres, y de tanto en tanto soltar una de esas perlas en el facebook o en el twitter, y así uno parece no ser una víctima más de la Logse. Y es que, en este mundo vertiginoso no hay tiempo de nada, o eres un triunfador sin apenas superar la veintena o no entras en el cuadro de honor de los elegidos.

Al final la realidad se impone y los acontecimientos se precipitan, un mente bisbaliana plecara ya lo intuyó cuando sentenció: "Nunca se han visto las piramides de Egipto tan poco transitadas...