Alma escribió:
Lo de que resulta difícil empatizar con el protagonista no me sorprende oírlo. Yo empatizo con él y en algunos actos me identifico plenamente.
Yo me reconozco en el protagonista en numerosos pasajes, pero es una parte de mí mismo que no me gusta, más bien me avergüenza, aunque intento asumirla para que de esta forma no me cree mayores problemas.
Sí me sorprende que achaques su forma de ser a sus traumas infantiles. Jamás había pensado en ello, y dudo que tengan nada que ver (no creo que Dostoievski fuera por ahí, lo único que nos advierte es que dadas las peculiares circunstancias en que se ha formado nuestra sociedad, etc. etc, como si fuera un producto social, aunque lógicamente va más allá).
El protagonista le dice a Liza:
"-Verás Liza, te voy a hablar de mí mismo. Si en mi infancia hubiera tenido yo una familia, no sería como soy. A menudo pienso en ello. Pues por muy mal que se esté en la familia, a pesar de todo, se trata de tu padre y de tu madre, y no de unos enemigos, de unos extraños, Aunque te demuestren su cariño sólo una vez al año, siempre sabes que estás en casa. Yo, ya ves, crecí sin familia; por ello, seguramente soy así... tan insensible."
Aunque el protagonista justifica el posible motivo de su forma de ser en una infancia desdichada, también a mí me parece que Dostoievski va más allá, en el sentido de que hace escaso énfasis en esta parte de la narración y, probablemente, le sirve únicamente como un recurso más para describir lo que más le interesa, el lado oscuro, perverso, los sentimientos negativos del protagonista.
Coincido contigo en que el autor realiza una
crítica al positivismo de la época y al dos más dos son cuatro. El autor no cree en la racionalidad, incluso la desprecia.
¿Por qué crees que el hombre del subsuelo se comporta así con Liza?
El protagonista da diversos motivos:
"En primer lugar, no podía enamorarme, porque repito, que para mí, amar significaba ser tirano y sentirme siempre moralmente superior respecto al otro..."
"Quería que desapareciera. Deseaba la
tranquilidad y ansiaba quedarme a solas en el subsuelo. A falta de costumbre,
la vida viva se me abalanzó encima aplastándome hasta el punto de dificultarme la respiración."
"Acaso no acabaría odiándola mañana mismo por haberle besado los pies? ¿Es que podría hacerla feliz? ¿Tal vez no he visto hoy por centésima vez lo que soy? ¿Acaso no la atormentaría?"
En resumen, creo que rechaza a Liza directamente por incapacidad para amar y también, aunque quizás en menor grado, por autoconsciencia de su limitación y por un posible resto de pudor que se manifiesta en su voluntad de no hacerla infeliz. Aunque quizás, a un nivel más profundo, lo que le decide a rechazarla y a herirla para deshacerse de ella definitivamente, es su decisión de no evolucionar, de no querer modificar su postura vital, por inercia, por gandulería (y seguramente también por miedo).