Lancaster el que más, pero Delon y Cardinale encajan también como un guante en sus respectivos personajes.
No hace mucho ha aparecido Tancredi y su famosa frase de que todo ha de cambiar para seguir igual (sí, voy atrasadísima en la lectura). Ese personaje no me gustó, a ver si cambia mi percepción de él. Lo vi como una mezcla de frivolidad, oportunismo, pero tampoco carente del todo de ingenio y sensibilidad. Me desconcertó un poco. Me resulta mucho más fácil calar al príncipe.
Concetta era también un personaje interesante, con su resentimiento eterno hacia don Fabrizio. Mucho más que Angélica, a la que recuerdo como una bella y enamorada joven y poco más. Pero el protagonista auténtico, y se ve al final, desde un punto de vista simbólico, es Bendicó.