Hola gente, he estado leyendo vuestros excelentes comentarios (exceptuando uno que me contaría el final). También voy lentita. Llevo un 64% de la novela hasta ahora y coincido con vuestras lecturas.
No me atrevo a dar una interpretación sin haberla terminado antes pero alguna cosilla puedo soltar.
Por añadir algo a lo que habéis dicho, la lectura no es ágil ni sencilla. Los títulos de los capítulos aportan información importante. Ya el primero, “Sueño” no nos permite situarnos en un plano de la realidad concreto. Otro se titula “Despierto” y nos encontramos con un personaje diferente al inicial. A lo largo de la primera mitad de la novela no sabemos si lo que tiene lugar es un sueño, una ilusión, un desvarío, si sucede realmente… Y esto se va complicando según avanza “El golem”.
En relación con la fragmentación de la conciencia y el “yo”, nos encontramos con un personaje desmemoriado, al que le han borrado el pasado de la memoria y no sabe quién es. Este personaje, nos dice la novela, se convierte en Pernath al ponerse un sombrero en el que estaba grabado este nombre. La imposición del nombre es un tema muy interesante y que se relaciona con la creación ya desde la Biblia (también con las ideas de Platón en relación con el lenguaje y la literatura).
El hecho de que la narración venga de un personaje que no sabe quién es o si estuvo loco hace que dudemos de su fiabilidad. No tenemos otros puntos de vista, exceptuando los diálogos con otros personajes, pero siempre sumidos en cierta confusión.
Esto hace que yo me pregunte, por ejemplo, cuándo una persona comienza a ser “yo”, un individuo concreto y cuándo deja de serlo. Esa falta de memoria le borra su individualidad, de alguna manera. ¿No habría aquí una llamada a no olvidar ciertos hechos que deben perdurar en la memoria?
Lo que más me ha gustado hasta el momento es la oposición que se da entre los seres animados/inanimados, resultando muy paradójico el hecho de que la naturaleza (la luna, estrellas, nieve, viento) y los objetos (las casas, la ropa…) parecen poseer más vida que los personajes. Son las casas las que parecen poseer el alma de los personajes y no al revés. Lo no animado se describe con características propiamente humanas y Pernath, por ejemplo, como una marioneta, movida por hilos invisibles (deshumanizado). Probablemente esto enlace con el existencialismo del que habló Futaki.
Yo tengo la impresión de que ese ghetto de Praga es el personaje de la novela. El recorrido por las calles, casas, caminos subterráneos, iglesia, etc., van guiando mi lectura. No sé, es como si fuesen espacios de la memoria por recorrer.
Un saludo.