Hola.
He empezado
La Garza (aunque en clase han decidido que leamos Intramuros, también de la novela de Ferrara).
Volviendo a
Stoner.
Castlelita comentas:
Hay algo en Edith, además que perturba...Creo que inspira miedo. Miedo. Tanto Stoner como su pobre hija Grace, la temen y por no contradecirla, firman su condena. Es como si no pudieran salir de su influjo, la única manera es sacrificándose, inmolándose...
Ese temor creo que responde al terror que inspira una psicópata. No hay ni pizca de compasión en Edith. A su hija Grace no le queda otra alternativa que seguir a la madre. Stoner para cuando toma consciencia de quién es Edith en realidad (cuando rechaza criar a su hija), ya es demasiado tarde para izar velas e iniciar una nueva vida (tiene la responsabilidad de una hija). Stoner es un estoico. Se enamora de Edith y después intenta seguir amándola hasta donde puede y llegan sus fuerzas (al final incluso se lamenta de no haber sido más fuerte y de no haber amado más). Más allá, donde ya no le queda amor, se impone su responsabilidad (incluso con Katherin queda claro que no renunciará a su familia).
Alma comentas:
Sólo apuntar que el hecho de la minusvalía de Walker y Lomax es muy relevante: están convencidos de que el mundo (los seres humanos) les deben algo porque la naturaleza ha sido injusta con ellos, por eso creen que pueden permitirse su maldad a modo de compensación. Si naturalmente no son como los demás, moralmente tampoco tienen por qué serlo, según su visión.
Totalmente de acuerdo, solamente matizaría que el mismo mecanismo opera aunque no exista una minusvalía evidente. Uno se cree injustamente privado de algo y entonces adopta una moral que le permita compensarlo (en ciertos individuos de una forma totalmente deleznable)
Castlelita:
Si lees Las Palmeras salvajes verás cómo cambias de universo y de registro rápidamente.