Yo acabo de aterrizar (o quizás mejor casi "amerizar" porque vivo no muy lejos del mar) de los Pirineos. Hemos tenido un pequeño altercado con el frigorífico
(parece que nos dejamos la puerta del congelador mal ajustada y se paró) con las consecuencias previsibles (comida en mal estado, el Olooooooorrr
). Bueno, parece que ya está solucionado. Es como si nuestro punto débil siempre fuera el mismo; en otros viajes de vacaciones, de otros años, saltaba el diferencial (cuando había tormenta) y el resultado con el frigorífico era similar
Alma: con respecto a las
Memorias del subsuelo, pues cuando queráis. (¿Tú crees que sobreviviremos a su lectura?
)