Hola, yo leí el Segundo Sexo hace unos años. Más de 1000 páginas, en francés y definido por alguna amiga francesa como un adoquín, por eso lo tengo apartado, para volver a leerlo otra vez, se me han escapado demasiadas cosas. ¿Dogmático? lo primero que hace es cargarse el concepto esencial y unívoco de “mujer”.
“He dudado mucho escribir un libro sobre la mujer. Es algo que resulta irritante” “¿qué es ser una mujer?” “Si quiero definirme estoy obligada a comenzar por declarar: yo soy una mujer” “un hombre jamás comenzaría por presentarse como un individuo de tal sexo, que sea un hombre va de suyo” “el hombre se piensa sin la mujer y ella no se piensa sin el hombre” “ella aparece frente al hombre como “el otro sexuado” “Ella se determina y diferencia en relación al hombre y no en relación a ella misma” … “¿Cómo empezó toda esta historia?”
Los tres primeros capítulos discuten tres puntos de vista sobre la mujer, “El destino”: biología, psicología y Marxismo. Son una primera trinchera que hay que superar. Una vez hecho vas como un tiro. Se trata de mostrar cómo la realidad “femenina”, la idea de “feminidad” es construida, por qué se la define como “el otro” y sus consecuencias desde el punto de vista de los hombres: la mujer concebida en la historia, en los mitos. Después, desde el punto de vista de las mujeres, el mundo tal y como se les ha propuesto “La formación”: infancia, juventud, la iniciación sexual, la lesbiana. Atendiendo a “La situación”: la mujer casada, la madre, la vida en sociedad, prostitutas, la madurez, la vejez y finalmente la Justificación: la narcisista, la enamorada, la mística para acabar con la mujer independiente.
Es una cartografía de la idea de “mujer” y las dificultades que cada una afronta cuando quiere evadirse de esa esfera asignada, a la que ella misma renuncia cuando dice “no se nace mujer, se llega a serlo”. Te fabrican, te fabricas.
Se publica en 1949 y se convierte en manifiesto fundador del feminismo moderno. El escándalo fue mayúsculo, habla de aborto, de homosexualidad, describe el coito… hoy mucho de eso ha sido ya ampliamente superado. No fue muy seguido en Europa, pero si en EEUU. Su cultura es brutal y se aprecia en cada una de sus frases, en un sinfín de referencias y lo acompaña de una potente reflexión filosófica. Revolucionó la historia y la sociedad.
A una cuestión formulada, responde
“Se equivocan si creen que yo estaba en contra del amor, simplemente he reclamado que el amor sea una relación de sujeto a sujeto, de persona a persona y no una especie de esclavitud y de misticismo que hace que la mujer se arrodille ante el hombre como si estuviera ante un dios y al mismo tiempo, él le volcará todas las cargas que ordinariamente volcamos y pedimos a un dios”.
Se le acusó de ninfómana, de burguesa, de pornógrafa, de obviar la causa obrera, de destruir el sentimiento maternal y de querer matar el amor. Su libro fue puesto en el índice de libros prohibidos en el Vaticano. Siempre ha flotado en torno a su obra la presencia constante de Sartre. Sartre por aquí, Sartre por allá, él le dictaba, le dirigía, le animaba ¿y ella?, ella no respiraba hasta que éste no asentía. Hoy se preguntan cuánto del pensamiento de Sartre era de Simone de Beauvoir. Realmente quien estuvo a su lado en la lectura, corrección y con quien desarrolló la idea de “cuerpo”, desde la fenomenología, fue su amigo, compañero e igual, Maurice Merleau Ponty.
Creo que si resistes todo ese embate, Alma, te va a gustar, no sé porque te imagino un poco como a ella, disculpa el atrevimiento, te acompañaría en la lectura pero ahora Marcel Proust y Heidegger me tienen secuestrada y vivo adorándoles, postrada, sumisa, como ante seres etéreos o deidades míticas