Silvanus escribió:
Aún peor, lo que más me ha ido sorprendiendo a lo largo del todo el hilo, es que nadie, y digo NADIE, ha querido ni se le ha ocurrido preguntar: oye, ¿por qué sientes eso por un animal? Es mejor tratar a la gente de decadente, de irracional, de loco, de inepto, etc., para quedarse en la superficie.
¿ Y si tal vez se debe a que estamos sumidos en sociedades despersonalizadas, mecánicas, capitalistas, aisladas, en las que vivimos, en esos edificios que no dicen nada, donde no se hace vida comunitaria, salvo para reunirse y pagar derramas? Luego se habla de vuelta a la naturaleza, vuelta al Ser, y todo eso. ¿Mi vecino que ni me saluda en el ascensor me aporta algo esencial, algo cercano al Ser y la Vida? ¿De verdad se puede defender algo o salvar algo que no existe?
Hablais de Humanidad, del Ser Humano, ¿qué Humanidad? ¿Qué Sociedad? ¿Qué Comunidad de Seres Humanos? Pero si hablamos más por el foro que en la realidad. Si las relaciones más largas a lo largo del día se dan en el trabajo, y nuestros lugares de ocio están traspasados por pura mercancía.
No se me ha ocurrido preguntar por qué sientes amor por tu mascota porque se que el hombre es capaz de dar amor a otros seres humanos y por extensión a las mascotas que conviven con él. Los que defendéis que salvaríais antes a vuestra mascota que a un vecino se entiende que lo que estáis afirmando es que sólo defendéis lo que queréis, en lo que creéis. Y si no creéis en el ser humano es evidente que no le vais a salvar en un momento de peligro.
Para nada tengo esa visión que tienes tú del mundo. No es que me considere la persona más optimista, pero no tengo esa sensación de soledad irremediable de la que hablas. Tampoco creo que la solución sea depositar todo el afecto a una mascota que al fin y al cabo está domesticada para que nos sirva de compañía. Como ya he comentado en otra ocasión he tenido un perro y ahora tengo dos gatas. Mi perro era un tanto arisco con la gente y con la familia era muy fiel. En dos ocasiones se abalanzó sobre una persona, si le dabas una orden paraba en seco, por eso no hizo daño a nadie. Lo que sí tuve claro es que no habría una tercera vez. Uno no puede tener un perro que no obedezca, si no atiende a su dueño se le domestica y si no se deja domesticar hay que deshacerse de él o llevarle como un esclavo con cadena y bozal, la expresión es muy dura pero es real. Quise mucho a mi perro pero siempre supe en qué lugar estaba él y en cual estábamos la familia. Mis gatas duermen en mi cama, son las reinas de la casa. Pero ojo, son mascotas que elegí tener, no fue al revés.
Creo que lo que nos separa a la hora de pensar en poner a los animales por delante o por detrás de los humanos es que los que los ponéis por delante tenéis la percepción, creo que equivocada, de que la relación que se establece entre vosotros y el animal es equidistante, mientras que los que los ponemos por detrás tenemos la percepción, quizá igualmente equivocada, de que la equidistancia de sentimientos, pareceres, pensamientos se da entre las personas, en definitiva nos reconocemos mutuamente como seres humanos que somos.
Y ya lo dejo por ahora. Estoy preparando la semana de exámenes y no quiero irme demasiado por las ramas. Mucha suerte para todos.