Por cierto, que precisamente la Democracia es un mito que se sostiene en el idealismo. O mejor dicho, la democracia se convierte en mito, es decir, en fundamentalismo democrático, cuando se sostiene en el idealismo y no en el realismo. A continuación, señalare sólo dos premisas del fundamentalismo democrático
1ª Premisa del fundamentalismo Democrático: La voluntad popular. Ya saben, esa voluntad popular mediante la cual “el” pueblo se expresa. Ya se trate del pueblo catalán o del pueblo español.
¿Quién es ese pueblo que habla o esa voluntad popular? Pues es una sustantivación o una hipóstasis, y por tanto, algo irreal, es decir, ideal. El pueblo no tiene voz ni tiene voluntad. Aquí los únicos que tienen voluntades y voces son las personas particulares.
2ª Premisa del fundamentalismo (Aquí seguiré a Gustavo Bueno). El profesor Bueno nos hablaba de dos categorías, a saber, los representantes informativos (idealismo) y los representantes conformativos (realismo).
Supuestamente en el fundamentalismo democrático aparece un pequeño problema. Y es cómo materializar esa presunta voz o clamor popular. Pues para solucionar ese problema están los representantes del pueblo. Pues bien, el fundamentalismo democrático considera que los representantes del pueblo tienen simplemente una función resonadora o del altavoz, y por tanto, y de lo único que se encargan, es de plasmar mediante las leyes y la política dicha voluntad popular. ¿Alguien se lo cree?
Bueno consideraba que es justamente al contrario, es decir, que son precisamente los supuestos representantes los que conforman, y por tanto, no son meros transmisores o altavoces, a la supuesta “voluntad popular”. Por tanto, y si lo que supuestamente caracteriza a la Democracia es que la soberanía reside en el pueblo pues entonces todos los regímenes al que damos el nombre de Democracias son en realidad oligarquías, aristocracias o partitocracias.
Acercarse a Nietzsche es alejarse de los Derechos Universales y del fundamentalismo democrático. Y repito, el problema no es a lo que uno se acerque irremisiblemente siguiendo una determinada geodésica del continuo espacio-tiempo sino el saber también de qué se está alejando.
Un saludo