A mí me pasó una vez hace años en un bar en Palma, el dueño dijo que no me entendía y pasé al castellano. Me sorprendió, pero no paré a pensar si me estaba vacilando o no. No me gustaría que me pasara eso, aquí hablamos mallorquín y castellano. Y tanta rabia me daría que me obligaran a hablar en mallorquín como que me obligaran a hablar en castellano.
Me sentó mucho peor lo que me pasó en un restaurante en Paseo Mallorca. El camarero hablaba sólo en inglés, ni un hola ni un adiós (y no digamos bon dia o adéu
). Estuve consultando si reclamar en turismo o consumo, pero al poco tiempo, para mi alegría, cerraron.