No pretendo hacer una glosa. Ni lo pretendo ni lo quiero.
Estamos en semana de exámenes.
Pero se ha desperdiciado un enorme talento. El Abel. Y eso merece mucho la pena.
Nadie somos imprescindibles. No me interesa ni pido que alguien le reivindique.
Para mí El Abel fue un ejemplo de humildad. Sabía mucho, enseñaba poco.
Si él se hubiera mostrado como un gurú yo hubiera huido. Nadie es maestro de nadie.
Nos falta mucho ponernos en el punto de vista del otro. Nos falta muchísima humildad.
Esto pretende ser una especie de despedida. No me queda bien. Lo sé. Igual es que estoy en medio de los exámenes y mi cabeza da muy poco de sí.
El Abel. Sabes que tienes mi inmensa gratitud.
Ya nos vemos por ahí.
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Seguro que éste es un vídeo que te representa.
Salud.