Hola, Elías
elías escribió:
Bueno, tal cual entiendo yo el concepto de intelectual sería el de aquel que posee razones, influencia real sobre la sociedad y un compromiso real con aquellas tesis que defiende por considerarlas más justas. Aquel al que faltara alguno de esos componentes no sería un verdadero intelectual.
Nuestros pareceres convergen en este sentido. Estoy seguro de que muchos darían una definición muy similar a la tuya (Cuervo ingenuo es un disidente irredento, jeje). Creo que Sartre decía lo mismo en una entrevista que vi en Youtube. El problema, como siempre, es dar contenido al adjetivo
justas. Quizá el comentario de Cuervo iba en este sentido.
elías escribió:
Insisto, un no intelectual no es una persona que no utilice su intelecto, sino que o no posee influencia real sobre la sociedad o no posee un compromiso real con las tesis que defiende o que carece de ambas. O que poseyendo ambas, no utiliza bien su intelecto, es decir, que realmente no piensa simplemente porque su formación intelectual da para lo que da.
Por esto considero improcedente segregar un conjunto de individuos llamándolos
intelectuales. Es una cuestión de imprecisión nominal. ¿No esconderá acaso esta palabra algún prejuicio contemporáneo contra el nombre
filósofo?.
elías escribió:
En cuanto a lo de interés de poder creo que hoy en día se abusa demasiado de la denominada voluntad de poder. Habría que demostrar que todo en el ser humano se reduce a voluntad de poder. Podrá ser o no cierto, pero habría que analizarlo caso por caso, y no como tesis general, porque se parta de la tesis general, que estaría por demostrar, de que todo es voluntad de poder. Pero bueno, ésta sería otra cuestión.
Sí, me gustaría matizar que el poder al que aludo no guarda relación necesariamente con la voluntad de poder y, en ningún caso, con el concepto nietzscheano. Quizá se ha podido entender así, naturalmente. Lo primero, porque no tengo claro si se trata de voluntad de poder o más bien de una necesidad del mismo, o de ambas. Lo segundo, porque, tal como la entendí cuando estudié a Nietzsche, esa expresión denota una dimensión interprete de los fenómenos, es decir, una contrapartida hermenéutica de nuestro ser en el mundo. Por tanto, formas de interpretar lo que ocurre, en tanto que consecuencia de nuestra peculiar forma de estar en la realidad. Y lo aplica a la cultura en general, pero principalmente al arte.
Sin embargo, yo manejo un concepto de poder más pedrestre, como sometimiento y anulación bruta (quizá Nietzche pensaba más en subsunción de fuerzas). No es tanto que el ser humano se reduzca a la voluntad o necesidad de ejercer poder, cuanto que la voluntad o necesidad es una de sus dimensiones constitutivas, una de las principales, y que cobra protagonismo sobre las demás dimensiones en la mayoría de los casos y de las situaciones. Una lectura similar podría hacerse por analogía con los agrupaciones de intereses o gremios. Esto, creo, explicaría buena parte de los acontecimientos de la vida pública.
Saludos.
Hola, Silvanus
Silvanus escribió:
¿Se puede hacer realmente política, profunda, en medio de todos esos elementos no-democráticos, claramente violentos contra todo lo que vaya contra los intereses del poder?
No lo creo, puesto que existe muy poca autonomía.
Saludos.