La abstención es, en ocasiones, una decisión tan política como votar a fulano, votar en blanco o introducir en la urna un sobre con un chorizo dentro.
El problema de la abstención es la borrosidad que lo caracteriza, fruto de la multitud de motivaciones que conducen a ella. Esta peculiaridad es empleada por los políticos y otras partes interesadas para homogeneizar causalmente a los abstencionistas en dos grupos principales: los vagos y los parias. Una vez elaborada el arma de las connotaciones negativas, se procede a repartir mamporros a todo lo que no es Diestra ni Siniestra.
Yo no he votado nunca, básicamente por dos motivos, creo, fundados:
- Desconfío profundamente de aquellos que poseen poder político, económico, social, informativo, militar, etc. sobre el resto. Eso me impide votar en cualquier lugar donde se celebre un sufragio. La interacción del poder con los anhelos de libertad conduce, en el mejor de los casos, a la ficción democrática.
- Tanto el modelo revolucionario francés como el estadounidense, que son los arquetípicos en nuestras sociedades, ambos supuestos pretendientes de la Democracia, son puras quimeras. El francés es más cercano a nosotros: Estados Generales, Asamblea Constituyente, Asamblea Legislativa, etc. ¿Qué hubo de ello tras la muerte de Franco? Lo que se produjo, más bien, fue una aparente paradoja metafísica: las Cortes Franquistas se inmolan (jurídicamente) elaborando algunos de sus miembros la Ley Para la Reforma Política, que presuntamente proporcionaría las herramientas legales suficientes para transitar a un sistema democrático. Sin embargo, los representantes de la ciudadanía en las nuevas Cortes siguieron siendo los mismos, más alguna incorporación muy agradecida de sumarse aun a costa de traicionar sus principios. Por tanto, ni siquiera es un dejar de ser Ser para volver a ser Ser de otro modo, sino que es un seguir Siendo y siendo lo mismo que antes. Políticamente (y económicamente, claro) no ha cambiado nada sustancial. No existe distinción política entre no tener posibilidad de elegir y poder elegir solo a los que ya estaban. Careces de la libertad para influir políticamente.