Quisiera repetirme diciendo que en torno a la idea del hombre existen tres vías que expondré de forma muy resumida.
1.- Teorías naturalistas. El hombre “es” naturaleza. Todo en el hombre se reduce a lo orgánico (genes y/o estructura cerebral)
2.- Teorías culturalista: El hombre “es” cultura. Todo en el hombre se reduce a lo cultural sin que la dimensión orgánica posea importancia alguna
3.- Teorías naturaleza-cultura. Todo en el hombre en naturaleza (naturaleza biológica o primera naturaleza) y cultura (segunda naturaleza)
Pues bien, según se defienda una u otra teoría filosófica en torno al hombre (antropología filosófica) se abordará de forma diferente la cuestión que nos ocupa. Es decir, la visión que se tenga de la homosexualidad o de la transexualidad dependerá de qué casilla se marque con un X. Y esto último es algo que se tiene que aceptar, al menos en un debate de cierta altura intelectual, guste o no guste. Y mucho me temo que no suele gusta a cierto sector. ¿Y cuál es ese sector? Pues en realidad son todos los sectores.
Dices, Xna: “…..encontrarás enlaces con resoluciones, legislación, definiciones y miles de trabajos y estudios para ilustrarte acerca de identidad sexual como derecho y la libertad de su ejercicio, el respecto a la integridad y medios para un más efectivo desarrollo. Verás cómo el APA recientemente ha retirado el diagnóstico de trastorno de identidad de género, como algunos años antes lo había hecho con la homosexualidad (esto hoy día ya no se cuestiona) y cómo se han valorado desde autoridades médicas, asociaciones científicas y profesionales los componentes de prejuicio y estigmatización que tenían esas clasificaciones. Hoy se reconoce la despatologización de la transexualidad y la consideración de la misma como una manifestación más de la diversidad sexual del ser humano, y se incluye todo lo relativo al tratamiento de la identidad de género dentro del saco de las cuestiones de derechos universales de las personas, aunque desgraciadamente a todo lo largo del planeta no haya correspondencia entre la verdad de derecho y la realidad y sigan sufriendo incomprensión, estigmatización y mucha violencia.”
Pues verás, no estoy de acuerdo con todo lo que dices. Y no estoy de acuerdo porque no soy un defensor de las teorías de géneros o teorías culturalistas en torno al ser humano.
Recientemente, y en otro hilo, he dicho que el hombre es una unidad psico-orgánica, es decir, el hombre está constituido por dos dimensiones (no sustancias o entidades), a saber, la psique y lo orgánico. Y una alteración orgánica supone una alteración psíquica como una alteración psíquica lleva correlacionada una alteración orgánica. Hablé de las depresiones endógenas y exógenas. Siempre, y desgraciadamente, ha existido una estigmatización con respecto a las enfermedades mentales aunque afortunadamente ello está cambiando. Y lo que quiero decir es que aunque desaparezca esa estigmatización, y debemos de luchar para que así ocurra, lo que no va a desaparecer es la patología. Es que un determinado nivel de alteración en lo orgánico puede conllevar correlativamente una patología mental aunque no exista estigmatización alguna.
Dices: “ Hoy se reconoce la despatologización de la transexualidad y la consideración de la misma como una manifestación más de la diversidad sexual del ser humano”.
Sí, efectivamente, así será, pero si así es lo es porque se acepta o se ha impuesto una determinada concepción en torno al hombre. La cuestión es si es verdadera o no.
Y en este punto me gustaría hacer una matización. Yo no estoy hablando desde el punto de vista moral. Es decir, no considero que un homosexual o un transexual sean seres inmorales ( que no lo son) y que por tal cuestión deban de ver recortados sus derechos y sus libertades (cosa en la que tampoco creo).
Ahora bien, supone ello que por tanto la transexualidad, por ejemplo, no puede ser considerada una patología. Sé que es un tema espinoso, y pese a lo que dices, no creo que la comunidad científica lo tenga tan claro como nos dices.
¿Pero claro, la transexualidad o un transexual determinado? Personalmente no considero que pueda decirse que la transexualidad deba considerarse una patología pero sí que considero que un transexual pueda sufrir una patología por el mero hecho de ser transexual al margen de todo proceso de estigmatización. Es decir, considero, acertadamente o no, que llegado un determinado punto de alteración orgánica puede producirse una patología en un individuo transexual por el mero hecho de serlo. Cosa que considero que no ocurre con un heterosexual por el hecho de serlo.
Acabas diciendo, Xna, y suscribo tus palabras: “..y sigan sufriendo incomprensión, estigmatización y mucha violencia.” Sí, efectivamente, así tendría que ser. Pero no por ello tiene que aceptarse desde el punto de vista filosófico una determinada concepción filosófica en torno al hombre, de forma y manera, que si no se acepta entonces es que uno odia a los homosexuales o a los transexuales. Y esto último es algo que parece que no se entiende. Es decir, hoy en día está muy extendida la idea que para que a uno le coloquen en la frente la etiqueta de que odia a determinados colectivos tiene que “tragarse” una determinada concepción filosófica. Es decir, o se acepto una determinada teoría filosófica en torno al genero o es que se odia a los homosexuales; o se acepta una determinada teoría feminista o es que uno odia a las mujeres.