elías escribió:
Desde mi punto de vista el problema del aborto suele, y en los debates públicos, enfocarse mal, es decir, se acaba por desenfocar el problema. La cuestión se acaba reduciendo a un problema puramente moral, político o legislativo. Lo que se suele hurtar en dichos debates es el enfoque científico- filosófico. Es decir, desde mi punto de vista lo primero que habría que determinar es qué se entiende por persona y cuándo y porqué ( ya sea en el momento de la concepción o en un momento posterior, eso sí, dando las razones científico filosóficas) podemos decir que queda constituida una persona. Solo, y posteriormente, es decir, cuando previamente sepamos de qué realidad estamos tratando, y por qué, es cuando podremos abordar las cuestiones morales, políticas y legislativas.
Es absolutamente descorazonador escuchar a personas hablando, ya sea a favor o en contra del aborto, sin saber absolutamente nada del desarrollo embriológico, del “problema” de la gemelación, de la organogénesis, etc. ¿Cómo vamos a estar a favor o en contra del aborto sin dar las razones, con base en los conocimientos científicos que poseemos en la actualidad, sobre si “aquello” de lo que se desea abortar es o no una persona?
Hay un argumento que se esgrime para abortar con el que estoy radicalmente en desacuerdo. Y lo estoy por razones morales, o mejor dicho, por razones metodológicas dentro del ámbito de la moral. El argumento es aquel que viene a decir básicamente que “mi cuerpo es mío y hago con él lo que deseo”. Pero no ya por el consabido argumento de hasta qué punto, y si se es ya persona, una mujer tiene derecho de acabar con esa vida ( insisto, si se considera que en ese “punto” se es ya persona).
En realidad estoy en desacuerdo por la concepción de la moral que se defiende. Desde mi punto de vista en el ámbito de la moral existen cuatro principios fundamentales, a saber, principio de autonomía, principio de justicia, principio de beneficencia y principio de no maleficencia. Pues bien, estoy radicalmente en desacuerdo cuando, e independientemente del tema moral que se aborde, se reduce la moral únicamente al principio de autonomía. Es decir, no es que si aplicamos todos los principios en un proceso de deliberación (boulesis) llegaríamos indefectiblemente a estar a favor o en contra del aborto. No, no se trata de esto. Sino que una deliberación en el ámbito de la moral fundamentada en dichos principios en una deliberación más óptima o más prudente que si se circunscribe únicamente en uno de dichos principios (sea el que fuere).
¿Qué pasaría si una persona dijera que porque su cuerpo es suyo puede vender sus órganos a la persona que él desee sin que el estado o nadie interfiera sobre dicha decisión? ¿ Qué pasaría si esa persona dijera que se debería de aprobar una ley en la que a él se le permitiera vender sus órganos, o que no se le castigara por hacerlo, porque entre otras cuestiones dicha ley no obligaría a los demás a tener que hacerlo? ¿Deberíamos permitirlo, en tanto que sociedad, con base en su libertad individual? Tal vez, y como sociedad, no deberíamos tener en cuenta los principios de justicia, no maleficencia y beneficencia para tomar una mejor decisión.
Suele ser bastante frecuente, mucho más de lo que la gente se piensa, aunque en realidad no se piensa nada porque es una cuestión que se nos oculta, de los trastornos que sufren las mujeres después de realizar un aborto ( y no me refiero a los ilegales). Independientemente de que se esté a favor o en contra del aborto, y si se va a abortar, las mujeres tienen que estar totalmente informadas de la realidad que pueden acontecerles.
Al parecer reconocemos como un escándalo que se tomen esas medidas en un país pero no nos resulta igualmente escandaloso que se oculte cuáles pueden ser las consecuencias de un aborto. Pero no para que dejen o no de abortar sino para saber a lo que se enfrentarán. Toda persona, y en el ámbito médico también, tiene que saber cuáles pueden ser las consecuencias para tomar una decisión mejor informada.
Un saludo
Yo no vería ningún problema en que se les informara de los posibles riesgos tanto físicos como psicológicos, pero no creo que esa legislación cumpla tal función. ¿Qué nuevo conocimiento se obtiene al ver esas imágenes? Ninguno, lo único que se puede lograr es una reacción emocional. Si usamos como símil una operación quirúrgica, ver esas imágenes no sería equivalente a ser informado de los posibles riesgos, sino a ver imágenes de la operación o de lo que sucede cuando sale mal. Es algo que no aporta nada y sólo hace más traumático el proceso. Está claro que el objetivo es usar las imágenes como medida disuasoria, lo cual no tiene sentido si en esos casos se permite el aborto, ya que se supone que si se permite es porque se considera legítimo. Creo que estas consideraciones son independientes de lo que se piense sobre el aborto.
En cuanto a lo que mencionas de que primero habría que determinar qué se entiende por persona, estás suponiendo que puede llegarse a una conclusión clara acerca de si un feto es o no una persona. Sin embargo, el concepto de persona, como la mayor parte de nuestros conceptos (si no todos) está afectado por la vaguedad lingüística. El caso del feto probablemente sea un caso límite de persona, lo que quiere decir que, tal vez, aunque fuéramos omniscientes no podríamos determinar si un feto es una persona o no. La única teoría de la vaguedad lingüística según la cual para los casos límite hay una verdad determinada acerca de si el concepto aplica o no es el epistemicismo, que entiende la vaguedad lingüística como un tipo de ignorancia, aunque no se trata de una teoría muy popular. Según el resto de teorías, no hay una respuesta determinada.
Creo que en lugar de centrarnos en determinar si el feto es una persona, cosa en la que tal vez nunca podamos llegar a un acuerdo, deberíamos preguntarnos cuáles son las características de una persona que hacen que esté mal matar personas y si un feto tiene dichas características o no.