Xna escribió:
Hola Silvanus, el quid se encuentra en el objetivo.
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Responder, encontrar, es considerado dogmático, es considerado algo que el filósofo moderno, dotado de sentido crítico, debe intentar evitar; el filósofo moderno debe estar siempre en la duda, no debe tener ninguna certeza, no debe profesar ninguna orientación precisa, debe estar continuamente en posición de investigación. Ahora bien, esta es la tendencia de una buena parte de la filosofía contemporánea, pero seguramente no la de Aristóteles, Aristóteles tal vez se equivocaba, pero estaba convencido de haber encontrado algo. Por lo demás, el buscar como fin en sí mismo no es sincero porque quien busca verdaderamente, busca para encontrar; es hipocresía buscar solamente por buscar; si yo busco, quiero decir que me interesa encontrar; si yo pierdo algo importante, me pongo a buscarlo, lo busco para encontrarlo, no por buscarlo; o bien, quien hace una pregunta, si es sincero, no pregunta solamente así, por el gusto de preguntar, sino porque le interesa saber lo que pregunta; si yo voy a la calle y pregunto por el camino que me lleve hacia cierto lugar, pregunto para saber, para tener respuesta, no por el placer de preguntar. Estructura y significado de la Metafísica de Aristóteles. Enrico Berti.
No es tan importante la pregunta, lo es la respuesta que nos demos a qué es eso que buscamos.
Esto trae un fondo muy complejo para la Filosofía actual.
Soy el primero en hablar de Nietzsche y lo que supone para el espíritu libre y más aún para el filósofo de futuro. Hay, sin embargo, un problema de fondo, que nace de múltiples raíces (de educación, de sensibilidad personal, etc.).
El problema, para centrarlo en la caída de la Metafísica, es la incapacidad para pensar mediante la vida: sentir el pensamiento, vivir el pensamiento. Estudiar no es filosofar.
Por eso, para comprender la muerte de Dios, hay que haber sentido previamente la vida en Dios. Para comprender el ocaso de los ídolos, hay que haber seguido a alguno (a Platón, a Jesús, a Dante, a quien sea, pero un pensador metafísico). Y haberlo seguido hasta sus últimas consecuencias (como Nietzsche siguió a Schopenhauer).
Actualmente, (casi) nadie ha leído la Biblia. Los místicos a los que se refiere Alma, por ejemplo, tan sólo se ven como poetas, o como escritores, es decir, como literatura. No se ven como vida. Aquí la Filología es cómplice del problema. De ahí esa "actitud de investigación", que dice la cita que has traído.
Estamos en un tiempo que hace tabula rasa sin más. Se rechaza la metafísica y el Cristianismo sin haber vivido en ello, es decir, sin saber sido ni metafísico ni cristiano. Sin embargo, nada se puede comprender realmente, es decir, vivencialmente, si no se vive el pensamiento y los cambios espirituales que ha sufrido la Humanidad. Podemos repetir en mil exámenes que la cosa-en-sí no esconde ningún nóumeno, que no hay tal nóumeno, o que la muerte de Dios es la liberación del hombre. Podemos seguir repitiéndolo, y no saber absolutamente nada. Y este es el problema: no haber vivido jamás conforme a ideas superiores, a creencias, a una fe. ¿Cómo saber a lo que se refiere Pascal sin haber sentido el vértigo por la búsqueda de la fe?
Creo que para filosofar o, al menos, para tratar de adentrarse en la Filosofía, hay que vivir el pensamiento. Esto equivale a sentir todas las fases que ha pasado la Humanidad, y dejar de hablar de oídas, o de tomar posturas determinadas simplemente porque, siguiendo el hilo conductor de las diferentes Historias de la Filosofía, Dios a muerto y la Metafísica (con sus sacerdotes y sus filósofos) no hizo sino esclavos y súbditos.
No sólo se asume que dar respuesta es dogmático, sino que incluso creer en algo llamado espíritu es algo inferior, desfasado. ¿Cómo se pretende entender la tarea de Nietzsche sin comprender lo que significa el espíritu metafísico? Y repito, la teoría no sirve de nada. Eso es como el catecismo.
Es la vida a la que hay que hacer más potente. Sin embargo, la filosofía actual se mueve en la universidad, en los seminarios, y tan solo dentro del mismo círculo. Estamos igual que en la época del escolasticismo, repitiendo mantras. "Dios ha muerto", "La autoridad oprime el pensamiento", "los espíritus superiores son tiránicos", "la virtud no existe", etc.
Esto es como la diferencia que existe entre analizar un poema o sentir un poema y nutrir con ello nuestra vida. Pues eso.La Filosofía actual se queda en el análisis y en el rechazo a cualquier idea fuerte que venga a legislar. Cualquier idea fuerte, que muestre un valor superior, es tratada como una cadena: ni pastor ni amo, etc. Pues venga, a seguir.
Saludos.