Joer, venía de la libertad casi-absoluta de Estética I y II, pudiendo elegir la bibliografía y el enfoque, y de repente me cuesta un montón verme constreñido a hacer análisis usando necesariamente los textos que considera imprescindibles la profe. Mucho hablar de la libertad del espectador y la muerte del autor, pero después la interpretación de la obra X tiene que hacerse con el enfoque Y y las herramientas de análisis Z. Estoy un poco agobiado y desconcertado con UTA, la verdad.
Sí. Así es. Yayo quiere que entiendas su propuesta con parámetros exclusivamente políticos. Y como has hecho Estética no te cuadra. Mi caso es al revés. Escuché lo que tenía que decir Yayo y me gustó su punto de vista. Ahora estoy con Estética. Libertad absoluta, hasta tenemos un tema donde se analiza la """"obra"""""" Ecce homo de Borja con la estratificación primero de Carcer, luego con la de Conjuctio, y en fin, Claramonte contándonos su maravillosa Estética Modal.
Te sugeriría que te sumerjas en lo que te quiere contar Yayo. Si lo haces posiblemente no te arrepentirás.
Hola Lapidario,
me parecía difícil qué contestarte a la desconexión con UTA. A mí la asignatura me da rabia, también me gusta. O sea te toca de un modo o de otro, y me parece que hay que lidiar con eso. Me ha hecho pensar, aunque sea para estar bastante en desacuerdo. La segunda parte del siglo XX, esas obras raras o demasiado simples, yo nunca había tenido un acercamiento a eso aunque hice Estética. O sea como que para animarte igual que las compañeras han hecho, pues creo que te sitúa en comprender puntos de vista sobre esas obras, algunas tan raras o demasiado simples, o inocuas y faltas de creatividad incluso, pero te da unos conocimientos con los que juzgar, eso pienso.
Pd. Y dicho por otros, la asignatura empieza pareciendo muy confusa, pero luego ya nos va haciendo más clics de entendimiento.
¡Gracias a los tres por vuestros ánimos! En el fondo creo que el problema es mío: se ha dado la circunstancia de que tres asignaturas potentes me han tocado en un momento personal movidito, a punto de firmar una hipoteca (lo que acojona mucho y requiere sacrificios económicos potentes, no sé si tendré que tomarme una pausa aquí el año que viene)... Y con todo el follón de los papeles y la mudanza no tengo el tiempo suficiente para sumergirme en cada propuesta ni disfrutarla de verdad. A ver si el próximo cuatrimestre voy más desahogado.
Con UTA he empezado a ver la luz con la segunda práctica... No entendía muy bien cómo se suponía que teníamos que meter los textos de Laval, Garnier y compañía en el análisis, pero el ejemplo (unas fotos de Laguillo) me parece más o menos esclarecedor. Lo que ocurre es que cada vez que veo una de las obras que tenemos que comentar mi primera reacción es una especie de pánico paralizante ("¿cómo vamos a poder decir nada interesante de esto?"), la segunda algún tipo de bloqueo y solo a veces la tercera es una tímida idea de por dónde podría ir el comentario. En pocas asignaturas he tenido tanta sensación de que el examen será una ruleta rusa... En fin, veremos.
Hola Lapidaro. Fue una de las primeras asignaturas que hice. Estaba muy verde yo en todo esto.Cuando entré en los foros de UTA y vi los comentarios de alumnos y de Yayo, creí haber aterrizado en otro planeta. No entendía nada, los textos me costaban y el libro aquel no tenía ningún sentido para mí. Hice una pec y saqué un 7, así que no tenía grandes expectativas. Días antes del examen visualicé algunas videoconferencias de Yayo, algo hizo clic en mi cabeza. Entendí de qué iba el asunto. Machaqué los textos y en el examen saqué un 10. No me preguntes cómo ocurrió, fui capaz de hacer asociaciones con todos los textos. Si me llega a caer la foto aquella del cubo de acero creo que estaría aun pensando qué decir. Esos videos fueron clave. Había mucho humo en la grabación, eso sí. En cuanto a tus problemas domésticos, las mudanzas son de las experiencias más estresantes, pero no sueltes los estudios, afloja pero no los sueltes. Mucho ánimo, pronto te verás como un rey en tu casita.
Esta horterada me encanta.
Hoy hace... mucho ya, en la fiesta de San Teleco en la Complutense y gracias a todo el alcohol que ingerimos, fui atravesada por una lanza que a día de hoy no me he sacado, ni quiero
Y el instante, aion? cuántos años puede durar un instante?
Con respecto a las mudanzas, dejad que os explique una historia de terror que he acabado encontrando divertida pero que en su momento maldita la gracia me hizo. Sengoku, no llego a treinta pero tuve el agravante de hacer varias a la vez:
Capítulo 1 - 2012. Al cortar con mi pareja, dejo el piso alquilado en que vivíamos juntos... Además, la inmobiliaria quiebra y tarda un montón de meses en devolvernos la fianza.
Capítulo 2 - Entro en una habitación compartida en Bellvitge, llamémosla Bellvitge 1. Fianza de dos meses. Comparto piso con tres enfermeras muy simpáticas, peeeeero... Cuando llevo allí dos semanas, me dicen: "oye, que nos vamos todas del piso", y se me queda cara de tonto. Seguro que las cabrónidas lo sabían, pero "omitieron" decírmelo cuando entré. Y no puedo recuperar la fianza hasta que hayan devuelto las llaves del piso, etc.
Capítulo 3 - Busco otra habitación en Bellvitge, llamémosla Bellvitge 2; compartida con una familia dirigida por un predicador ecuatoriano rarísimo que me obligaba a tener mi propio papel higiénico. Fianza de un mes. Pago un extra para poder ir llevando mis cosas con calma de Bellvitge 1 a Bellvitge 2. Y apenas una semana después, me dicen: oye, que a final de agosto nos mudamos a otro piso a 500 metros de aquí: Bellvitge 3. ¿¿Cómo?? contesto. Pero tranquilo, te dejamos una habitación igual que la que has alquilado. Pero con cama individual en vez de doble. Y para la mudanza no tenemos furgoneta, así que o llevas las cosas a mano (¡¡por tercera vez en lo que va de agosto!!) o pagas una tú mismo. Medito matarles, pero aaah, ya he dejado la fianza. La TERCERA fianza.
Capítulo 4 - Semanas más tarde empiezo a recuperar fianzas y encuentro otra habitación compartida, esta vez en casa de un amigo, allí pasaré unos meses sin sobresaltos hasta finalmente alquilar un piso en el que he estado los últimos nueve años, hasta ahora.
Recapitulando: me comí cinco mudanzas en un año, peleándome por tres fianzas distintas (alguna no la recuperé completa), y durante algunas semanas tuve ropa, trastos y libros en cuatro sitios diferentes (mi antiguo local, mi antiguo piso, Bellvitge 1 y Bellvitge 2), con lo que nunca sabía dónde tenía nada, dónde estaba parado o qué estaba haciendo. Así que ahora, ante la perspectiva de hipoteca y mudanza, me entran los sudores fríos, la mirada de las mil millas y tal.
La única banda sonora que se me ocurre ponerle a esta serie de catastróficas desdichas es el último mix de mi sampleador de perretes favorito.
Con UTA he empezado a ver la luz con la segunda práctica... No entendía muy bien cómo se suponía que teníamos que meter los textos de Laval, Garnier y compañía en el análisis, pero el ejemplo (unas fotos de Laguillo) me parece más o menos esclarecedor.
Esa es la idea. Y me atrevo a augurarte que será de las asignaturas que siempre recordarás con cariño. Claro que sesgada por el aire político que Yayo quiere ver en todas las obras que estudia y que personalmente no me parece nada, nada mal.
Esta es una asignatura que enseña a sentir placer en lo que se aprende, enseña a mirar un poco más allá. Lo agradecerás, seguro.
Os he leído a algunos que estáis un poco descentrados a la hora de poneros a estudiar. Me pasa lo mismo. No se si se deberá a que tengo de mis dos asignaturas maravillosas (Estética y Metafísica), al mismo Tutor, para mi gusto un tanto trasnochado, y que además pasa olímpicamente de la Guía que presentan los grandes maestros Claramonte y Martínez, dando sus clases a alumnos que más que en tercero de Filosofía pareciera que están en primero de Bachiller. Lo salva que ambos profesores tienen un montón de vídeos explicando sus asignaturas porque si no.......
A veces se junta todo el universo y sale a la luz algo tan hermoso y eterno como esto de aquí. Claro que hay que seguir creyendo en el ser humano (sin distinción de sexo, raza, edad o religión como a estas alturas ya todos debíamos tener bien claro).
Con respecto a las mudanzas, dejad que os explique una historia de terror que he acabado encontrando divertida pero que en su momento maldita la gracia me hizo. Sengoku, no llego a treinta pero tuve el agravante de hacer varias a la vez:
Capítulo 1 - 2012. Al cortar con mi pareja, dejo el piso alquilado en que vivíamos juntos... Además, la inmobiliaria quiebra y tarda un montón de meses en devolvernos la fianza.
Capítulo 2 - Entro en una habitación compartida en Bellvitge, llamémosla Bellvitge 1. Fianza de dos meses. Comparto piso con tres enfermeras muy simpáticas, peeeeero... Cuando llevo allí dos semanas, me dicen: "oye, que nos vamos todas del piso", y se me queda cara de tonto. Seguro que las cabrónidas lo sabían, pero "omitieron" decírmelo cuando entré. Y no puedo recuperar la fianza hasta que hayan devuelto las llaves del piso, etc.
Capítulo 3 - Busco otra habitación en Bellvitge, llamémosla Bellvitge 2; compartida con una familia dirigida por un predicador ecuatoriano rarísimo que me obligaba a tener mi propio papel higiénico. Fianza de un mes. Pago un extra para poder ir llevando mis cosas con calma de Bellvitge 1 a Bellvitge 2. Y apenas una semana después, me dicen: oye, que a final de agosto nos mudamos a otro piso a 500 metros de aquí: Bellvitge 3. ¿¿Cómo?? contesto. Pero tranquilo, te dejamos una habitación igual que la que has alquilado. Pero con cama individual en vez de doble. Y para la mudanza no tenemos furgoneta, así que o llevas las cosas a mano (¡¡por tercera vez en lo que va de agosto!!) o pagas una tú mismo. Medito matarles, pero aaah, ya he dejado la fianza. La TERCERA fianza.
Capítulo 4 - Semanas más tarde empiezo a recuperar fianzas y encuentro otra habitación compartida, esta vez en casa de un amigo, allí pasaré unos meses sin sobresaltos hasta finalmente alquilar un piso en el que he estado los últimos nueve años, hasta ahora.
Recapitulando: me comí cinco mudanzas en un año, peleándome por tres fianzas distintas (alguna no la recuperé completa), y durante algunas semanas tuve ropa, trastos y libros en cuatro sitios diferentes (mi antiguo local, mi antiguo piso, Bellvitge 1 y Bellvitge 2), con lo que nunca sabía dónde tenía nada, dónde estaba parado o qué estaba haciendo. Así que ahora, ante la perspectiva de hipoteca y mudanza, me entran los sudores fríos, la mirada de las mil millas y tal.
La única banda sonora que se me ocurre ponerle a esta serie de catastróficas desdichas es el último mix de mi sampleador de perretes favorito.
Ostras, Lapidario. Tal cual lo dices, menudo Lemony Snicket te hiciste. No me extraña que te dé pavor la mudanza...
En el fondo creo que el problema es mío: se ha dado la circunstancia de que tres asignaturas potentes me han tocado en un momento personal movidito, a punto de firmar una hipoteca (lo que acojona mucho y requiere sacrificios económicos potentes, no sé si tendré que tomarme una pausa aquí el año que viene)... Y con todo el follón de los papeles y la mudanza no tengo el tiempo suficiente para sumergirme en cada propuesta ni disfrutarla de verdad. A ver si el próximo cuatrimestre voy más desahogado.
