Razón no te falta Alma. Realmente es un debate complejo. En parte comprendo vuestras razones, pero sigo creyendo que lo mejor sería la rendición de Ucrania para salvar las vidas de su gente y el país en general. Después podría negociarse en un foro internacional las condiciones de esa rendición. Cuanto más resista Ucrania, mayor será la ambición de Rusia y su ansia por doblegarla. No me gustaría que Ucrania fuera la nueva Siria, un país en ruinas. Y si consideramos la guerra como la única solución, será el resultado inevitable.
Lastimosamente, los dos países saben que están en el foco internacional, tienen una reputación que defender, por lo que lo más probable es que no cedan y continúen en esta huida hacia delante. Y es que somos como niños, en el fondo. Él uno dice "pero ha empezado él", y el otro "pero él me provocó primero", etc., etc. Sólo en muy raras ocasiones alguien como Gandhi se planta y dice: "no importa el mal que hayas hecho, no importa quién ha empezado, quién es el agresor y la víctima, yo no deseo tu mal, yo no lucharé con tus mismas armas. Yo no soy como tú". Pero son casos muy raros. La resistencia pacífica es la excepción y no la regla, pero el hecho de que haya sucedido significa que es posible, tome la forma que tome.

¿Pero cómo se resiste pacíficamente cuando te están bombardeando? ¿Por qué va a querer negociar Putin las condiciones de la rendición de Ucrania en un foro internacional cuando esta ya se haya rendido? Es que me parecen propuestas muy poco realistas.

Castlelita escribió:
me lo temía, gracias por la información

Los distintos puntos de vista que mostramos, dependen de los valores en los que cada uno se enfoca al pensar el tema. En los defensores del cese directo de la guerra, estamos tomando que el punto central de toda esta temática es uno: el infierno real que están sufriendo. Cuando otros argumentáis llevar armas a ese lugar, como quieren hacer varios países europeos y el nuestro, ¿qué puede producir eso? En condiciones normales de una guerra que no fuese entre un gigante y un goliat, lo vería buena idea. Pero sabemos que en este caso la diferencia de fuerzas es tal, que la única salida que protege a las personas del infierno es el cese. Por eso la idea de rendición. Fijaros en una cosa, veamos toda la fuerza internacional que se ha puesto contra Putin, cuentas bancarias cerradas, expulsión de todas las federaciones deportivas y mil cosas más. ¿Eso no nos muestra que las civilizaciones globales actuales son muy capaces de hacer presión a distancia? Eso, ¿no nos muestra que durante un cese de la guerra tras una rendición haría que lo internacional tenga un enorme peso? Creo que así es, o sea así lo veo.

Durante una guerra las fuerzas internacionales no pueden contra los tanques. ¿Verdad? Justamente es en una situación de no guerra donde la fuerza a distancia se convierte en todo, una guerra fría o sea económica, social, de juegos de presiones como las que los países acaban de demostrarnos que pueden actuar (contra Putin). Para quienes centramos el valor primario en el sufrimiento, nuestro acto directo es pensar en detener ese sufrimiento y mucho de lo demás, por eso creo que nos parece secundario. No es cobarde la rendición, sino quizás de puro sentido común: supone el fin del proceso de destrucción física y moral de personas reales. Cada día de sufrimientos mortales y desplazamientos con crisis humanitarias se ahorran en el instante en que se produce una rendición.

Por lo menos se nos da bien comerciar con algo. Del aceite de oliva no hacemos bastante propaganda, pero de las armas...

(Humor negro, ácido y malo - como el café que me tomo por las mañanas-. Perdón.)

Yo creo que la respuesta que se dé depende de lo mucho que se valore preservar la independencia de Ucrania, y de si estamos dispuestos a embarcarnos en una guerra global para defenderla. Sí, a todos la invasión nos parece muy mal, pero ¿cómo de mal?
Y, sobre todo, ¿creemos que esa invasión será un punto final, que Putin se parará ahí, o que no lo hará?
Mi filósofo favorito cree que se pueden extraer lecciones de la historia. Yo creo que eso es muy peligroso. Si tuviéramos que fijarnos en la historia reciente, Ucrania serían los Sudetes, y luego le llegaría el turno a otro país que haría las veces de Polonia, y luego otro y otro. Pero ni Putin es Hitler ni el mapa geopolítico es el mismo que en 1939. Y, aun así, nadie nos puede asegurar que no se repita la tragedia del siglo pasado. La historia es engañosa. No sólo no nos permite predecir acontecimientos sino que nos hace tener ideas preconcebidas (que no equivale a ideas falsas).

Siguiendo el argumento de ksetram y su foco en el sufrimiento, que comparto, creo que hemos llegado a una verdad que me parece incuestionable: La rendición de Ucrania conllevaría el cese inmediato del sufrimiento de millones de personas. Que esto daría alas a Putin es una débil conjetura frente a este hecho palmario.

Yo no es por repetir lo que han dicho otros, que lo estoy repitiendo de todas formas, pero es que con esa teoría los aliados no declaran la guerra a Hitler tras la invasión de Polonia y asunto arreglado.
Así, para evitar víctimas, ¿barra libre a las invasiones? ¿Que los ucranianos sean anexionados por la fuerza a la Madre Rusia? ¿Lo próximo será la incorporación, también forzada, de España a un nuevo Al-Andalus?
Abandono. Llevamos la tira de mensajes y eso sólo sirve, al parecer, para reafirmarnos en nuestras posturas. Que luego digan que el diálogo lo arregla todo. Es hora de aceptar que hay visiones del mundo total e irremediablemente irreconciliables. Lo contrario es engañarse.

Os doy mi opinión:

Dejando sufrimientos humanos aparte, desde mi punto de vista, el núcleo del problema es que Putin dispone de un botón nuclear (según se dice el más potente), que considera que su país no ocupa la posición (imperial) que le correspondería y que ha ido constatando que geopolíticamente se va constriñendo (o amenazando) progresivamente su seguridad (inclusión o posibilidad inclusión de países cercanos a Rusia en la OTAN). Y lo más importante: ha esperado, ha calculado y ha decidido lanzar su envite (sin renunciar a la amenaza nuclear si fuera necesario) cuando le ha parecido oportuno a sus intereses (o a los del Kremlin o a los de su país). Y lo siguiente: en el caso (improbable a corto plazo) de que fracasara estrepitosamente en su ambición de remodelar las fronteras y su ámbito de influencia en los países de su entorno (en virtud de un error de cálculo respecto a la voluntad de resistencia de estos, al efecto de las medidas internacionales o a la aparición de una fuerte oposición interna en Rusia), no es descartable (¡pánico me da!) que suba el envite y que en este caso sea ya directamente nuclear.

Pienso que nos deberíamos ir familiarizando con el nuevo paradigma (por lo menos nuevo para mí) de pensamiento político, el de una potencia nuclear que siente amenazada su viabilidad en el largo plazo y que ha decidido ponerle remedio a las bravas. Un país que además tiene su población sometida a un régimen autoritario y de la que no se espera una oposición interna decisiva (por lo menos inicialmente).

Mientras nosotros (Unión Europea, OTAN,…) vamos respondiendo con diversas medidas sin entrar militarmente –de momento- en el conflicto, podríamos ir planteándonos también hasta dónde estaríamos dispuestos a llegar. ¿ir subiendo las apuestas en un juego de quién es más gallina?, ¿cuáles son las líneas rojas?. Porque si al final nos vamos a arrugar, toda la destrucción que se habrá producido por el camino no serviría para nada. Y si no nos arrugamos, ¿qué nos espera?, ¿estamos dispuestos?.

Es un dilema sangrante. Seguramente no podemos quedarnos sin ayudar, y (además de acoger a los refugiados) si nos piden materiales, recursos,…darlos; si nos piden armas para defenderse, proporcionarlas porque es justo, digno y equitativo,…Además no deberíamos dejar que este señor se fuera de rositas como si nada, sin pagar al menos algunos de los platos rotos. Sería un mal ejemplo y un mal precedente.

Pero (¡ojala me equivoque!) me parece que la resistencia sólo redundará en una prolongación del conflicto con una mayor destrucción y un incremento del sufrimiento. Y previsiblemente en una escalada del riesgo global. Si la decisión estuviera en mis manos, me rendiría e intentaría negociar el mejor acuerdo posible con ayuda de las presiones internacionales. Es mejor un mal acuerdo que una guerra que no se puede ganar ni a corto, ni a medio plazo.

Entiendo lo que quieres decir, Marco Aurelio, pero si fuera tu país el que está siendo invadido, ¿crees que pensarías lo mismo?