Bueno sí, si en lo que nos estamos fijando es en la estética de tal o cual mientras imparten una lección de filosofía, no es la filosofía en sí misma sexi sino el/la docente. Es como ir al Calderón y esperar el gol de Diego Forlán para ver-le-una-vez-más sin camiseta ¡ay dios, si que era yo atlética, hasta las trancas!.
La actitud del filósofo en su búsqueda, en el cuestionamiento, en su indigencia, esa actitud es deseante, está fuera de toda utilidad, de toda atadura material, es deseo por saber, es ansía de encuentro con la verdad. ¿Sexi?, al máximo.
¿Cuándo charlaremos de R. Barthes? hablando de erotismo y sensualidad