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TEMA: Hume. Empirismo versus idealismo.

Hume. Empirismo versus idealismo. 02 Ago 2022 17:35 #72257

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En la Sección que se titula: Del escepticismo con respecto a los sentidos, del Tratado sobre la Naturaleza Humana, el filósofo escocés se propone elucidar la cuestión de la existencia de un mundo interno y un mundo externo, de una subjetividad y una objetividad. Para el mundo interno y subjetivo usa palabras como percepciones, impresiones, ideas, y para el mundo externo y objetivo usa palabras como objetos, cuerpos, naturaleza. Es necesario tener siempre bien presente que cualquier nuevo entendimiento del asunto siempre proviene de nosotros, el ser que piensa, y que la conclusión debe permanecer de acuerdo y no dañar los intereses de la ciencia sabiduría ni el conocimiento y su posibilidad.

Dice que: "el tema de nuestra investigación se refiere a las causas que nos inducen a creer en la existencia de los cuerpos", "si su existencia es independiente y distinta de la percepción, los cuerpos tendrán que seguir existiendo aún cuando no se los perciba".

En lo que se refiere a la idea de existencia externa "específicamente" diferente de las percepciones, que ya ha mostrado "lo absurdo de tal noción".

Haría falta, entonces, aquí, digo yo, para evitar ese absurdo que hubiese o existiese una especie de mente o inteligencia -el intelecto agente, por ejemplo- que asistiese el mundo de los objetos y externo, algo a parte de nuestra mente e inteligencia. Pero esto es un absurdo sobre otro absurdo.

"Cuando varias impresiones aparecen exteriores al cuerpo, suponemos que son exteriores a nosotros mismos". "Concluir con certeza...que hay una existencia continua y distinta no surge nunca de los sentidos".

Dice que en estos casos las conclusiones de la gente y el vulgo que hacen en su cabeza contradicen a las confirmadas por la filosofía, que la gente "confunde percepciones y objetos, y atribuye una existencia distinta y continua a las cosas que ve y siente". Concluye que: "nuestra razón no nos da seguridad alguna de la existencia distinta y continua de los cuerpos. Esa opinión tendrá que deberse enteramente a la imaginación".

Concluye: "la existencia continua de los cuerpos depende de la coherencia y constancia de ciertas impresiones"

Pero de cierto, aquí, una vez más, la arañita de color naranja subido que va por la baldosa y es nuestro pensamiento, no da el salto, no cruza la grieta en la baldosa y permanece en la zona de razón de percepción. Es decir, Hume no dice que la existencia continua, distinta y externa, de los cuerpos depende de la coherencia y constancia del exterior o de unos exteriores, de la coherencia y constancia que debe existir en esos exteriores, sino que sigue en sus trece de ser pensante y dice que esa coherencia y esa constancia son suyas. Entonces, de cierto, ese exterior no posee una mente que lo asista, algo en ese exterior "que lo piense". Esta última situación sería lo ideal creo yo, pero no se sabe si existe esa "mente de las cosas".

Hume sigue aquí y en cualquier lugar de su obra, por supuesto, y a pesar de su escepticismo o a causa de ese escepticismo la postura columnaria de la ortodoxia filosófica.

La conclusión total del asunto permanece en un supuesto: "la simple suposición de la existencia continua de los cuerpos basta para este propósito".

Dice que buscará razones para esta cuestión entre la filosofía antigua y la moderna.

En la Sección que se titula "La filosofía moderna" dice que el principio fundamental de ella es el que se refiere a las cualidades sensoriales que son "impresiones de la mente, derivadas de la actuación de los objetos externos", que "las impresiones de color, sonido, etc., no tienen sino existencia interna". Al suprimir las cualidades sensoriales del rango de existencias continuas e independientes, nos vemos reducidos a las cualidades primarias de las cosas y los objetos: extensión, solidez, movimiento, etc.

Asegura que el movimiento no se puede concebir si se considera de forma aislada, no poseemos ninguna idea de un solo cuerpo móvil, por eso tiene que hacer referencia a algún otro objeto. "La idea de extensión es una idea compuesta" que depende de la solidez.

Como en otras tantas ocasiones deriva la cuestión a su método favorito de los "dos objetos". "La idea de solidez es la de dos objetos que no pueden interpenetrarse, sino que siguen conservando una existencia separada y distinta". Dice que la solidez tampoco se entiende de forma aislada, en un solo objeto. "La idea de movimiento depende de la extensión, y ésta de la solidez". Pero dice que no podemos hacer una idea de esos cuerpos a los que pertenece la idea de movimiento, extensión y solidez. Concluye que después de excluir las cualidades sensoriales del rango de existencias externas "no queda nada que pueda proporcionarnos una idea precisa y consistente de los cuerpos".

Dice justo y seguido que: "hablando con propiedad, la solidez o impenetrabilidad no es otra cosa que imposibilidad de aniquilación". Es decir, algo posible de ser aniquilado no es algo sólido, algo imposible de ser aniquilado es algo permanente, sucesivo y sólido.

Lo contingente y Hume no se llevan muy bien. Lo contingente se refiere a posibilidad de no-existencia. Es posible que el secreto mejor guardado en la Escolástica fuese por simpleza la contingencia de dios. Pero aquí no aparece contingencia ni posibilidad bendita. Hume habla de imposibilidad de no-existencia. Esto no es una tautología necesaria en la lógica del discurso. Pero puede ser que no sea una tautología ni algo necesario en el discurso de Hume. No se sabe muy bien en lógica la manera tautológica de los términos negativos. No se sabe si algo que no está puesto en el predicado, puede no estar puesto así mismo en el sujeto. No se sabe si algo que no existe es susceptible de repetición. Sería mejor pensar que solo algo que existe, puede repetirse.

Estamos en "imposibilidad de aniquilación" que es la solidez en Hume. Es decir, la mejor manera de definir lo sólido sería por medio de dos términos negativos. Bien.

Imposibilidad de no existencia debe ser existencia, es decir solidez y permanencia. Imposibilidad de aniquilación debe ser así mismo existencia y duración y tiempo.

Seguimos aquí con nuestras pesquisas de ciencia finológica y decimos que han de verse mejor las cuestiones filosóficas en los finales y términos de las cosas que no en los principios y causas. Lo que perseguimos aquí, entonces, es el fin y término de la solidez, el fin y término de la extensión y el fin y término del movimiento. Y de cierto resulta interesante la asociación posible, seguida y positiva de duración y permanencia, es decir, de tiempo, después del uso de esos dos términos negativos: imposibilidad y aniquilación. No es posible entonces, aquí, el recurso de lo contingente, ni siquiera lo contingente de dios, no es posible posibilidad de no-existencia, sino imposibilidad de aniquilación que es solidez. Pero lo está diciendo de otra manera, son consecuencias desastrosas de la abstracción geográfica del pensamiento que sucediera hacia Europa después de Renacimiento. Y por supuesto las maneras peculiares de fabricar el pensamiento de los chicos del norte.

La ciencia finológica funciona mejor con lo contingente, una posibilidad de no-existencia puede ser posibilidad de fin y término, pero en el sentido de lo natural y arquetípico, no una imposibilidad de aniquilación que es solidez. Esto pertenece mas bien a los principios.

Fin del cuento, dice Hume: "Por esta razón nos es aún más necesario hacernos alguna idea distinta y precisa de ese objeto cuya aniquilación suponemos imposible. La imposibilidad de que algo sea aniquilado no puede existir, ni puede concebirse que exista por sí misma, sino que exige necesariamente algún objeto o existencia real a la que se pueda atribuir".

La imposibilidad de aniquilación y su idea condenaría a las cosas y a nosotros mismos a una existencia perpetua y sólida lo cual debe ser algo imposible.
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Hume. Empirismo versus idealismo. 04 Ago 2022 09:46 #72275

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Concluye: "la existencia continua de los cuerpos depende de la coherencia y constancia de ciertas impresiones"

Pero de cierto, aquí, una vez más, la arañita de color naranja subido que va por la baldosa y es nuestro pensamiento, no da el salto, no cruza la grieta en la baldosa y permanece en la zona de razón de percepción. Es decir, Hume no dice que la existencia continua, distinta y externa, de los cuerpos depende de la coherencia y constancia del exterior o de unos exteriores, de la coherencia y constancia que debe existir en esos exteriores, sino que sigue en sus trece de ser pensante y dice que esa coherencia y esa constancia son suyas. Entonces, de cierto, ese exterior no posee una mente que lo asista, algo en ese exterior "que lo piense". Esta última situación sería lo ideal creo yo, pero no se sabe si existe esa "mente de las cosas".

Creo que claro que existe esa mente de las cosas. Es decir, existe la causa por la cual, independientemente de nuestros sentidos, los objetos son permanentes hasta que se destruyen. La razón son las leyes naturales y sus regularidades. El puro empirismo perceptivo, no podría nunca encontrar esas leyes. Esta diferencia es muy marcada entre Hume y el idealismo de Kant. La razón y sobre todo el entendimiento humano, será lo que para Kant da cuenta de esas leyes. Efectivamente, Hume confunde las leyes con imaginación humana y de ahí sus peculiares conclusiones. Kant constata que no se trata de percepciones individuales y aisladas, sino de la esfera intersubjetiva que justamente permite la ciencia. Porque el entendimiento dota a nuestras comprensiones de una coherencia interna, lo contrario a la mera imaginación. Para Kant, las regularidades que encontramos las permite el entendimiento, pero aún así son objetivas y compartibles. Incluso aunque no podamos conocer lo en sí: no es simple imaginación lo que la mente humana halla, (lo que ocurre es que lo en sí carece de sentido cuando hablamos de globalidades como Mundo o Alma, a las cuales no tenemos acceso sensible porque son presupuestos de la razón).

Pese a que en Filosofía de la ciencia todavía nombren a Hume como problema actual, por mi parte pensé que era un desvarío y una verdadera pena que no explicasen que Kant ya había resuelto el problema.
Ahora bien, desde otro modo de ver, tanto Hume como Kant creo que cometen el mismo error. Porque incluso en Kant: si dices que la Causalidad por ejemplo, forma parte de la mente humana y no del mundo propiamente, entonces: no has caído en la cuenta de que si el mundo no poseyese una causalidad propia, o una temporalidad propia, el mundo mismo colapsaría necesariamente. Mientras que Aristóteles sí que comprende que las Categorías son necesariamente propias del mundo, Kant parece olvidar que el mundo no podría subsistir de ningún modo sin ellas. No digamos ya Hume, Hume no alcanza ni de lejos a intuir siquiera la cuestión sobre la coherencia interna que el mundo necesita tener por sí mismo, para que pueda persistir.
Última Edición: 04 Ago 2022 09:46 por ksetram.
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Hume. Empirismo versus idealismo. 07 Ago 2022 18:54 #72381

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Imaginación poseía en aquellos tiempos y por costumbres de pensamiento otro nivel cognitivo que el que ahora le otorgamos, era algo parecido a pensamiento. Desde Descartes y Spinoza, y en Hume, imaginación es algo parecido a pensamiento. Ahora, en nuestros días, imaginación es algo que tiene que ver con fantasía y sueños, o simplemente por las posibilidades de los aparatos audiovisuales. Ahora imaginación difícilmente puede tener categoría de pensamiento.

Pues bien esa causalidad del mundo exterior o naturaleza se acepta. Queda solo por dilucidar de qué manera su esencia, o idea, puede constituir el objeto que somos nosotros, como algo inmerso en ello. No sé...

Según mi parecer las posturas Hume y Kant no son tan encontradas, Hume pertenece a la rama del empirismo idealista y las leyes y reglas son propias de la costumbre y la experiencia, incluso las que rigen nuestra razón y entendimiento. Es más, las maneras de Hume podrían verse en los escritos de Kant, al menos en la Crítica, como una especie de leer entre líneas para las afinidades trascendentales del pensador de Königsberg. Pero en Hume no es un asunto principal la existencia de reglas y leyes, en Kant sí.

Hume no está hablando con Kant, Hume está hablando con Descartes que era el verdadero Goliath, cuya puntería y la de su honda debían abatir. de ahí que la mera forma de funcionamiento empirista de Hume no tiene que ver con reglas ni leyes sino con los principios mecanicistas y positivistas presentes en el pensamiento de la época. Es la capacidad de sus sistemas sensoriales lo que debe quedar ensamblado con esas ideas, mecanicistas y positivistas, no con las ideas puras de Kant.

Y después Kant sí, aparece a todas luces como el listillo que, en previsión y visión de la jugada, racionaliza los meros sistemas empíricos de Hume y se apunta, de forma descarada también, el tanto de la razón.
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