Austin, Searle y Grice nos enseñaron que cada vez que hablamos hacemos cosas (los Actos de Habla) y que hay que distinguir entre lo que se dice (el mensaje literal) y lo que se comunica (implicaturas). Estos autores constituyen los inicios de la Pragmática y todo desarrollo posterior parte de estas bases, con todos los precedentes que se quiera.
Grice nos propuso un modelo idealizado de conversación en sus Principios de cooperación conversacional. Cada vez que hablamos debemos decir la verdad, ser breves, ordenados, etc. para que la conversación sea productiva. Sin embargo, otros desarrollos posteriores han sistematizado otros usos del lenguaje que se apartan de esos modelos idealizados y que incluyen las ambigüedades, las mentiras, los insultos, los dobles sentidos y otras muchas trampas del lenguaje que se usan tanto en el lenguaje público como en el privado. Para un resumen de esto último puede consultarse
Bad language, de Herman Cappelen.
Además, cada vez que hablamos, partimos de unas presuposiciones y creencias (lo que pensamos que nuestro interlocutor conoce y lo que creemos que él cree que nosotros conocemos, etc.). Es el denominado
common ground. Para no enrollarme más, paso al caso concreto.
Hoy hemos leído en los diarios dos noticias que poseen un análisis pragmático bastante jugoso: las declaraciones de la Secretaria de Estado y la canción de Shakira dedicada a Piqué. Me interesa especialmente esta última. La lectura moral de la canción no es realmente lo que más importa a la Pragmática, sino los contenidos que se comunican. La letra es muy clara y la canción puede interpretarse como una
vendetta contra el jugador. "Cambiaste un Ferrari por un Twingo". "Una loba como yo no está pa' tipos como tú", etc. Siendo la historia de Shakira y Piqué conocida (más o menos) por todo el mundo, ese
common ground, ese territorio conversacional compartido, es conocido por mucha gente.
Sin embargo, acabo de mantener una conversación con otra persona y no estamos del todo de acuerdo acerca del subtexto que subyace a la canción. Más concretamente, el
quid de la cuestión reside entre lo que dice Shakira, lo que quiere comunicar y lo que realmente comunica. ¿Nos ofrece la imagen de una mujer empoderada? ¿De una mujer desdichada? ¿De la persona que no ha superado el duelo amoroso? ¿Es solo una venganza lucrativa? ¿Ha superado el duelo y le dice al otro que se vaya al pairo? ¿O ni siquiera hay venganza y es solo una cuestión de vil pecunio?
Ahí lo dejo para los posibles interpretaciones, por si a alguien le agrada el tema. Adjunto el vídeo.