Respetable y respetada congénere, por supuesto que se pueden estudiar idiomas mientras también se trabaja, se estudian otras cosas, se hace macramé y se practica la danza del vientre. Pero, en este caso, el avance idiomático me temo que se verá algo ralentizado.
Sobre no saber, o saber, qué hacer, con frecuencia no sabemos que sabemos, o peor aún, no queremos saber que sabemos.

No sé, yo diría que una situación significativamente difícil es aquella en la que sabemos claramente lo que queremos pero no podemos hacerlo. Esta me preocupa más.

No obstante, siempre me ha costado trabajo tomar decisiones, y me he pasado meses para elegir qué producto comprar. Me atrevo a hacer el ridículo total, dos meses para elegir un regleta para los enchufes. Imagínate para otras cosas.

Disculpas por la variación en el tema inicial, aunque no dejan de ser ejemplos de elecciones que uno debe tomar en su vida.

Hay un caso peor: puedes hacerlo, debes hacerlo, pero no quieres. El no poder es muy frustrante pero tranquilizador: te libera de toda responsabilidad de actuar.
Lo de las regletas, no sé. Por lo general me decido pronto. A veces puede que incluso demasiado pronto.
Añado: equivocarse al elegir. En este punto, te sugiero que abraces el determinismo como la religión verdadera (que a lo mejor incluso lo es). Con él no hay errores, no cabe lugar para el remordimiento, para los malditos "¿Y si...?". Liberación total, como cuando ya llevas varias copas de champán. No se ha tomado la decisión correcta o incorrecta, mejor o peor, sino la única posible. Palabra de Dios, te alabamos Señor.

Bueno. Más calmada ahora respondo a los que me queréis. Gracias. Mil gracias por el apoyo. Xna, Cuervo, Lapidario, Altair, Pacoperez, Marinho, Bolindre sois un verdadero amor. Gracias, mil gracias.
Sé que sabéis que voy a hacer lo que me venga en gana, pero a pesar de eso habéis intentado animarme. Gracias, mil gracias.
Sí. Ese suspenso de IPCI me ha dejado k.O.
Sí. Me estoy preguntando qué hago en el Grado cuando me quedan tan pocas asignaturas para acabarlo y no estoy segura de decidirme a acabarlo.
Sí. Lo más probable es que nunca lo acabe, pero igual me sigo matriculando de algo de lo que me queda, esa adrenalina sigue corriendo por mis venas.
Pero, sea lo que sea que decida, os doy las gracias por los ánimos, la ayuda, y conste que no a todos os he nombrado, me quedan muchos nombres en el corazón, vosotros lo sabéis.
Pues nada. Igual seguimos o igual no. ¿Qué más da?. Lo importante es avanzar en la vida. Reitero, gracias chicos, sois lo mejor de lo que me ha pasado en el Grado. Sin vosotros habría tenido más tropiezos.
Y ahora toca decidir. No estoy triste sino disfrutona. No estoy agobiada sino feliz. Nos seguimos leyendo.

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