Pido excusas previas por la longitud del mensaje, pero hago un recuento al final de los hechos y eso lleva su espacio.
Evidentemente, aquí nadie obliga a nadie a posicionarse. No sé cuántas personas hay en este foro y solo algunos hemos intervenido. Yo no me posiciono ante todo. Efectivamente, ha habido linchamientos injustos, sea el de Dolores Vázquez o el Dreyfuss por motivos diversos. Yo defendí mi postura en contra de Rubiales por varias razones, entre ellas su incapacidad para saber comportarse y su soberbia. Si él hubiese aceptado que su gesto fue inadecuado y no nos hubiese llamado idiotas a todos esa misma noche, quizás mi posición sería diferente. Y mi postura no es una opinión de opiniones de opiniones. Si se va uno a la primera página de este hilo, se puede leer en mi primer mensaje de aquella tarde de domingo que dije que el gesto de Rubiales era inaceptable. Era por la tarde y todavía no había ocurrido ni la milésima parte de lo que ocurrió después.
Habrá un proceso judicial que dictará una sentencia sobre el caso, pero la justicia es lenta. En mi opinión, ese señor no podía estar ni un minuto más en su cargo como representante del fútbol español. Por suerte, la FIFA ha hecho la labor que nuestras administraciones no pueden hacer.
Efectivamente, tenemos unos prejuicios porque no vivimos en un presente ahistórico. Más allá de todo lo que puede opinar el movimiento feminista, el fútbol femenino español ha sufrido numerosos conflictos durante años. Hay un pasado que debemos tener en cuenta. El “prejuicio” no es necesariamente algo negativo, sino que son juicios previos que provienen de nuestro conocimiento del mundo. En esos prejuicios caben las injusticias cometidas con las jugadoras en las últimas décadas, en el deporte femenino en general y el propio pasado de Rubiales, que tiene causas en los tribunales. Pero además, dentro de esos prejuicios se encuentra también la idea que cada uno de nosotros tenga del acoso sexual y laboral, de los abusos de poder e incluso del clasismo. Y este tema no se ha tocado. Se dice que Rubiales no le hubiese dado un beso a Sergio Ramos, pero tampoco se lo hubiese dado a Alexia Putellas. Esta última opinión reconozco que es especulativa.
Por último. Yo doy mi opinión y me posiciono, pero lo hago alegando hechos. No entiendo por qué se me dice que son opiniones de opiniones. Cito varios hechos, a riesgo de que se me olvide alguno y quizás alterando la cronología, a pesar de que esto no es un tribunal, porque la propia imagen del beso sería suficiente para que dimitiera. En todo caso, señorías, presento como hechos los siguientes:
El beso, el vídeo de J. Hermoso donde dice que no le ha gustado nada y que a ver, ella qué podía hacer; el que Rubiales diga esa noche que son gilipolleces que piensan los idiotas; que esa misma tarde se emitiera un comunicado falso donde se leía que era un beso consentido; que tanto Rubiales como el entrenador tratasen de convencer a la jugadora de que hiciesen una comunicación conjunta para quitarle hierro al asunto, incluso poniéndose en contacto con su familia; que después hiciese un vídeo de supuesta disculpa en solitario en la escala de Doha (en que no quiso aparecer Hermoso) y que causó más polémica de nuevo por su actitud soberbia y por ahondar en el consentimiento;
que la jugadora emitiese un primer comunicado en que dice que el beso no fue consentido; que tras ese primer comunicado vino otro más duro redactado por su sindicato en nombre de J. Hermoso; que la noticia haya ensuciado la imagen del fútbol español;
que en la rueda de prensa se obligase a algunas mujeres a sentarse en primera fila; que Rubiales se invente una conversación entre ambos que, como se puede comprobar, es falsa (no dio tiempo a decir lo del penalti, etc), que Rubiales dijese que la jugadora lo cogió cuando han salido imágenes donde se aprecia cómo es él quien se tira sobre la jugadora; que hay fotos en los que se ve a Rubiales cogiendo a una jugadora (Aitana) como si fuese un saco de patatas; que aluda a las críticas como una persecución del “falso feminismo que es una lacra en este país” y anuncie querellas contra Yolanda Díaz, Echenique, I. Montero e I. Belarra; que por la noche la RFEF emita un comunicado a las 12:00 para reiterar esas denuncias y criticar el comunicado de J. Hermoso; que al poco rato, la RFEF retira ese comunicado y lo cambia por otro más aséptico.
Dentro de otros hechos se podría citar las múltiples adhesiones que montones de jugadoras, seleccionadoras y clubs de todo el mundo han dado a J. Hermoso.
No sé si se me aceptará todo lo expuesto como hechos, pero creo que va más allá de una mera opinión. O, al menos, es una opinión fundada en algún que otro hecho. ¿Esto es suficiente para condenarlo en un tribunal? Ni idea, pero creo que sí es suficiente para no seguir en la RFEF como él pretende.
P.D. Se me olvidaba. Expuso a sus hijas a la rueda de prensa. Sí, no es objetivo, que cada uno opine lo que quiera.