JoséLunar escribió:
Voy a añadir algo, y ya de antemano digo que abro paraguas. Entiendo perfectamente, comparto y me adhiero a la lucha por la igualdad de género. Me ahorro comentarios sobre muchos conceptos y estrategias del feminismo español actual. Pero...¿sólo yo soy el que veo que el sistema capitalista, la élite oligárquica, aprovecha el feminismo como método para dividir a las clases populares entre géneros y evitar así cualquier reinvidicación tendente a una mayor igualdad entre clases?
Cordiales saludos.
Yo creo que se le podría dar también la vuelta al razonamiento. ¿No son acaso las desigualdades que siempre han existido las que sostienen la desigualdad de la mujer? Existe desigualdad por tenencia, por ascendencia, por procedencia y un largo etcétera. Al racismo se le combate con leyes y conductas antirracistas y al machismo igual. Muchas veces confluyen en una misma persona varios rasgos de desigualdad (por ejemplo, mujer, inmigrante y pobre). Por esa razón cada una de estas desigualdades tiene que ser tratada tanto de manera aislada como de manera conjunta.
La división del movimiento feminista es algo normal y sucede en todos los ámbitos. También están divididos los independentistas, los no independentistas, los animalistas o los defensores de la IA, por poner ejemplos al azar. Eso no significa que no compartan una idea, aunque haya otras que les separe. Aprovecho la ocasión para recomendar la novela “Cenizas en la boca”, de la mexicana Brenda Navarro, donde se hace una crítica de cierto feminismo español por no tener en consideración las peculiaridades de las inmigrantes. Esas intersecciones no deben hacernos perder el punto de vista de que la desigualdad entre sexos es real y tiene sus intersecciones y sus diferencias respecto de otro tipo de desigualdades.
En cuanto a la explotación de la mujer por el hombre. Claro que puede haber casos, pero no se produce una desigualdad estructural. Usted ha citado dos ejemplos, el del Santander y el de Inditex. Da la casualidad de que las mujeres más ricas de España lo son por ser “hijas de” o “mujeres de”. Así sucede con las dos citadas (más la exmujer de Amancio Ortega), Hortensia Herrero (mujer de Juan Roig), Sol Daurella, hija y heredera del antiguo dueño de la fábrica de Coca-Cola en España, María del Pino, hija de Rafael del Pino y las hermanas Koplowitz, hijas de Ernesto Koplowitz.