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TEMA: Hegel. Notas preliminares a la lectura de la Fenomenología del Espíritu.

Hegel. Notas preliminares a la lectura de la Fenomenología del Espíritu. 05 Sep 2023 00:27 #78338

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Hegel nació el mismo año que Beethoven, es decir que son perfectamente coetáneos, en el año de 1.770 y murieron bastante jóvenes, bueno según la norma de nuestros días, el filósofo a los 61 años y el músico a los 57. Lo cierto es que muchas veces, ofrece Hegel la sensación, la lectura de sus escritos, que uno está leyendo alguna portentosa partitura de concierto o sinfonía de su paisano músico.

La biografía de Hegel sucede entre dos siglos, el último tercio del siglo XVIII y el primero casi perfecto del siglo XIX, pero aun queda algo lejos de los magníficos desarrollos alcanzados por la ciencia y la civilización europeas a finales del siglo XIX, ese conocido por todos -en la actualidad del siglo XX- como "el siglo pasado". La situación de sus obras hay que situarla, entonces, en ese preciso emplazamiento.

El filósofo está luchando y trabajando por las posesiones y territorios de su arte, de su ciencia, y sospecha y critica a esa otra "ciencia", sobre todo a las nuevas ciencias aparecidas, positivas y mecanicistas, con el propósito de imponer los dictámenes de lo que él considera la "única ciencia": del idealismo filosófico. Acaso poco podría él suponer los logros certeros y mastodónticos que esa "otra ciencia" -los entrecomillados son míos- estaba a punto de conseguir. Tanto es así que inventaría una especie de "otro mundo diferente", algo que con el paso de los años y la confirmación de sus doctrinas todos acabaríamos por caer y en donde ahora nos encontramos. Hegel no está loco, loco como falto de razón, por eso, por su encontronazo con este "nuevo mundo" desarrollado, sino que lo está, y loco, por su positura particular con el "anterior mundo", con el mundo pasado, el antiguo y medieval, con su pensar, filosofía y enseñanza.

El olor a zotal y desinfectante de los sanatorios psiquiátricos alemanes podría hablarnos de lo mismo.

El carácter integrista protestante que se advierte en los escritos de Kant en Hegel continúa, pero aquí adquiere otras nuevas connotaciones. Connotaciones integristas que recorren de un extremo a otro las propuestas teológicas protestantes y llegan a encontrarse con la doctrina del mismo Arrio -recordemos que Hegel es teólogo, pero seglar- y la inmensa tradición de Arrianismo en la Alemania histórica. Se trata de un integrismo que se dirige hacia la propia forma de ser de la gente protestante, hacia su propia personalidad ya creada.

Por otra parte, no se sabe si Hegel en sus auténticos deseos de conservar y usar la mano derecha del pensamiento y la cabeza, podría en algún momento ser tratado, sus escritos, de algo reaccionario. Al menos su interpretación posterior por pensadores como Marx, Engels o Lenin daría fruto a unas hermosas revoluciones de izquierdas, sociales, políticas y pensacionales.

Hegel es hijo de un funcionario del estado prusiano, una especie de inspector de Hacienda, que diríamos ahora y en sus escritos podría advertirse ese carácter. Uno de los planes de su vida habría sido llegar a ser Pastor Protestante, pero sus caminos e inquietudes le llevaron afortunadamente por otros sitios.

Es de esperar que aquella clase de personas especiales que se dedican a las labores del pensamiento poseen en sí mismas una cierta posibilidad de visión de las cosas, la historia y el propio medio humano, incluso una visión sorprendente de las cosas y sucesos del futuro, esto como algo normal apenas entrevisto en sus escritos, incluso advertencia de hechos concretos absolutamente importantes de su lugar y país, incluso del lugar y entorno planetarios. Hegel estaba escribiendo sus obras en plenas campañas de Napoleón Bonaparte y tuvo de cierto que andar con sus bolsas de un sitio para otro para no ser intervenido. Al menos esa es la impresión que ofrece. Cualquiera podría leer ahí, en las páginas de la Fenomenología, otros sucesos cruciales pasados en el futuro en su país, Alemania, su opinión y posicionamiento con ellos: las dos grandes guerras de la primera mitad del siglo XX, por ejemplo, y el destino cruel y machacador que su país debió de pasar en ello. Incluso visión de puntos sutiles de la historia, pero absolutamente significativos, como el año 1.945, final de la segunda gran guerra. momento de la división y desgarro de Alemania y el irremisible paso a un segundo plano y paisaje histórico mundial de toda la Europa conocida.

La filosofía de Kant está implícita en la de Hegel, es digamos la visión propuesta del filósofo de Stuttgart, entre otras que pudieran hacerse, del "ecce homo expositus" que advertíamos en Kant. La terminología filosófica cambia radicalmente en Hegel y sus maneras dialécticas también. Aquí en la Fenomenología se habla de Espíritu, Conciencia, Autoconciencia, Esencia, también Sustancia, Negación Absoluta, Realidad Efectiva, el Yo, y usa de manera aparente el recurso platónico de que las cosas siempre, en el fondo, se hallan en estado de generación, como no completas todavía.

Así mismo, como ya lo advertimos en Kant, pero ahora mucho más en Hegel hay que tener presentes los escritos e ideas escépticas de David Hume, aquellos famosos "dos objetos" de los que el pensador inglés buscaba la conexión, su relación empírica. En Hegel esto adquiere connotaciones espectaculares y al poco tiempo uno de da cuenta y después de la disertación dialéctica, como si el filósofo quisiese presentar siempre y en primer lugar el objeto negativo hasta conseguir una especie de esencia que resulta ser una "negación absoluta", de ahí que el "decir que no" a Hegel resulta algo tan complicado pues es él mismo quien lo dice. Es un poco más adelante, si no a continuación, es curioso, el filósofo alemán no resoluciona esa negación de base, sino que lo aserta con otra negación, incluso una tercera, con lo cual la impresión de su discurso ofrece la del dicho "de mal a peor" o de "málaga a malagón".

Hay que tener muy presenta en la lectura del escrito de Hegel que según su planteamiento de las cosas del saber, la oposición entre el conocer sensible y el conocer abstracto, la contraposición de ambos sentidos adquiere la forma, como ya dijimos, de negación que es esencia, algo sin lo cual las cosas no funcionan, y tener así mismo en cuenta que el simple hecho del pensar en sí, ya es un hirsuto demonio -a fin de cuentas demonio también es algo que necesita creencia o fe- puesto que perturba de manera singular la paz y el orden de la mente, mezcla el objeto con la conciencia del mismo y la cosa con su percepción e invierte, en definitiva, el deber del oído con el deber de la vista -sobre todo esto- para conseguir el compuesto que es el pensamiento y las ideas como algo que permanece y superior.

Ya vimos como Kant habría usado la sucesión en el Tiempo como arreglo del principio de no-contradicción, es decir habría usado el a posteriori del Tiempo en solución a la oposición lógica del ahora mismo. Pues bien, Hegel va a usar -y de manera portentosa, además- el a priori de ese Tiempo con esas mismas intenciones. Hay que fijarse, sin ir más lejos, en aquella frase del Teeteto platónico en la que Sócrates critica la doctrina de Protágoras (protagonista del diálogo). Dice Sócrates: "Dime, de nuevo, si te agrada la opinión de que ni lo bueno ni lo bello, ni ninguno de los objetos de que acabamos de hacer mención, está en estado de existencia, sino que están siempre en vías de generación". Otro lugar de lo antiguo entrevisto en la Fenomenología, sería el "Nada es" de Gorgias y, por supuesto, las ideas de Heráclito de Éfeso llamado "el oscuro".

La Fenomenología del Espíritu fue escrita en idioma alemán en el sentido de que Hegel quería "enseñar a hablar alemán a la filosofía" y la escribió en un año y unos escasos meses, entre el verano de 1.805 y Octubre de 1.806. Además el filósofo escribe su obra bajo unas circunstancias personales sumamente complicadas y sus escritos, pero sobre todo el reconocimiento de sus ideas, el reconocimiento de lo que él piensa de las cosas y el mundo, va hacer surgir o daría lugar a la idea del "reconocimento" filosófico de ideas y conceptos en la trama de su discurso.

Por curiosidad el Prólogo que siempre aparece para la Fenomenología y que lo hace antes de la Introducción, lo escribió meses después del texto de la obra entre Diciembre y Enero de 1.806 y 1.807. Es por eso que nosotros lo vamos a poner -porque no nos jugamos nada en ello- al final, después del Cap. VIII y último dedicado al Saber Absoluto.

Aquí con la Fenomenología del Espíritu como en cualquier otro lugar-objeto mental-escrito filosófico, vamos a intentar que nuestra idea de lo mismo sea la esencia del objeto, es decir, que nuestra idea de la Fenomenología sea precisamente la esencia del objeto que es. Aunque debe existir, por mí, una zona de esencia de las obras y objetos escritos que sea prioridad de su autor y que sea él quien posea esa idea que es esencia. Aunque todavía podría existir otro territorio esencial más profundo que no sería otro que la idea o representación ideal en la mente y escritura del autor, Hegel, en este coas, sobre cómo a él le habría de parecer mejor. Si lo hubiese hecho en otras circunstancias personales más propicias, por ejemplo.

Es esta obra la última o una de las últimas de aquella clase de obras en forma de amplios tratados sobre la Naturaleza o el Entendimiento humanos que aparecen en Europa con la consagración de su pensamiento filosófico, secular y científico, que vinieron a representar las ganas y posibilidades de las gentes europeas para conseguir un lugar para lo humano, para "su humano", por mí, para sus estructuras mentales, naturaleza y pensamiento. En su mayor parte, escritos de juventud, reflejan la fuerza y el interés de aquellos hermosos chicos del norte y, en seguimiento de otras obras y tratados sobre lo mismo y de similares características que habían existido desde la antigüedad.

Ahora pues tenemos la psiquiatría, la psicología, la neurología, la inteligencia artificial, pero antes de eso, la forma y manera de funcionar de lo humano, su mente e inteligencia se desarrolló y guio por esa clase de obras y tratados. Nos daremos cuenta además que sobrevolando o traspasando el desarrollo sorprendente de esas nuevas ciencias, el pensamiento y las ideas, regresan y deben hacerlo, a lo anterior, a lo filosófico y pensacional de enseñanza y descubrimiento de nuevas posibilidades para el entendimiento, la conciencia, la razón, el conocimiento y la experiencia en el medio de lo humano.

No todo está pensado pues, no todo está descubierto o dicho, nadie posee la solución para todos nuestros problemas, es más, el genuino descubrimiento de la total experiencia planetaria exige nuevos retos y planteamientos a cada paso, a cada circunvolución.

Cuando Hegel en su discurso habla de ciencia se refiere a la ciencia del conocimiento y la sabiduría, es decir, a la filosofía, cuando ciencia se refiere a algo de preciso aspecto, a la matemática, la física, la psíquica, la historia, o la ciencia de la naturaleza, ya lo explicita. Existe un lugar al final del capítulo VIII en que esto queda definido según su doctrina y una cosa es el Saber y la Verdad, su perfecto movimiento que cancela o suprime las diferencias y otra cosa es la Ciencia, algo que ha conseguido su concepto para solazarse en él, y unifica la verdad y la sabiduría en una unidad inmediata.

En cuanto a la edición bilingüe que estoy utilizando, esto es algo muy práctico o debe serlo, puesto que yo no poseo los rudimentos más elementales del idioma alemán y sólo lo he utilizado en ocasiones, para localizar la verdad de algunos términos, digamos las palabras claves del escrito, en concreto me interesaba la aparición del "Ich", el Yo, en alemán. Y de cierto, al menos en esa edición y traducción no se advierte tanto, digamos, la presencia del propio filósofo, Hegel, en el entramado y resolución de su discurso, es decir Hegel como sujeto protagonista de ese entramado, como podría colegirse en algunas interpretaciones, en la A. Koyeve, por ejemplo.

Uno tiene la sensación, al leer el texto alemán de refilón, en las oscuras profundidades invernales, cavernarias y neandertales de ese idioma, de haberse pasado el rato entre bragas y cuernos.
Última Edición: 25 Sep 2023 21:58 por outsider.
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