La comprensión del mundo es un proceso, y en esta comprensión residen cualesquiera de las conclusiones científicas o filosóficas al modo en que las refieres. La razón es, stricto sensu, la correlación entre el mundo y su comprensión, porque es ésta, la razón, el acceso o modo de acceder a la realidad que mejor salva las subjetividades inherentes a nuestros otros modos de acceso a la misma, como los sentidos o la inteligencia poco instruida (o especializada). Otros seres vivos acceden a la realidad del mundo comprendiéndolo a través de otras formas que evidentemente no son la razón, pese a que los modelos de los mecanismos cognitivos siempre detecten ciertos patrones en la capacidad de aprehender el mundo de los seres vivos. Algo parecido dijo y escribió el profesor Emilio Lledó, que parafraseo aquí de memoria: 'Pensar la vida es otra forma de vivir'.
En definitiva: la razón es un decurso involuntario; uno puede elegir sobre que comenzar a discurrir, e incluso un buen punto de partida, pero no como continuará éste. Y menos aún si se dialoga. Pero cuando en mi respuesta anterior me refiero, y si no lo hago explícitamente lo hago a continuación, a que el libre albedrío (sea una noción o terminología heredada de una u otra tradición) o la idea de 'libertad' sobe la acción y volición humanas se quiera enlazar con el aparente dominio de la aleatoriedad sobre, por ejemplo, los campos más abstractos y mejor fundamentados de la ciencia, la mecánica cuántica (como hemos varios mencionado en nuestras respuestas) simplemente por el hecho de que tenemos la fuerte sensación de que la razón humana, la que nos lleva a experimentar nuestras decisiones, apetitos y el hecho innegable de que hacemos lo que nos viene en gana en nuestro máximo ejercicio de autonomía, sólo se da en el ámbito que toma sentido de la mente humana y que ésta a su vez es un fenómeno emergente inexplicado; todo esto, digo, no es más que una ficción; una ilusión cognitiva muy potente donde todos los argumentos recaen en esa sensación de plena autonomía, de comprensión de qué involucra o impele a nuestras decisiones.
No podemos caer en que el kybaliano 'la mente crea el mundo', 'todo es mental'. Por supuesto que nuestra noción de tiempo está condicionada por el modo en que estamos equipados biológicamente y que, en línea con el ejemplo de mi anterior respuesta: el Vesubio sigue siendo el Vesubio independientemente de que alguien que lo conocerá en el futuro hubiera nacido, o alguien que lo conoció falleciera. El mundo tiene unas reglas, y a estas reglas no les importa que haya alguien para dar cuenta de ellas. Así fue hasta que aparecimos y será hasta que nos vayamos. Nosotros tenemos modelos de dichas reglas que, de vuelta al punto inicial las más son abrumadoramente bien modeladas por el ejercicio de la razón humana.
Pero con todo, es necesario entender la naturaleza de la pregunta: si nos preguntamos sobre la existencia de libe albedrío entendemos 2 modos de existencia, a saber, conceptual y física. Podemos dar cuenta de ambas, pero sólo demostrar la primera. ¿Por qué? ¿Cómo demuestras la existencia de una fuerte sensación de libertad? Es indemostrable. De hecho, es como poco muy irrelevante demostrar tal cosa. ¿Cómo demuestras la existencia de la luna, de los mares o del Vesubio si no hay seres vivos con un equipo cognitivo que den cuenta de estas cosas? Además, estamos en esta pregunta cuestionando ya no la realidad de un modo casi solipsista, sino de hecho oponiendo este concepto, en su máximo nivel de generalidad en la realidad y la comprensión del mundo, a la noción del determinismo causal también a éste nivel. De verdad que tanto el fenómeno que conocemos como la mente humana, como la comprensión de la realidad que tenemos los seres humanos, aunque plagada de poderosas sensaciones, debe de tener una naturaleza afín a los sistemas más grandes en los que se da. Esto parece que quiere decir: sistemas físicos. Por lo tanto, ¡¿soy un fisicalista y un malechor!? No, no lo creo

. Y no, no soy fisicalista. No soy cientificista; escribo ensayo, escribo teatro, escribo poesía. Y amaba a mi gato y reconcilio esto perfectamente con una postura que exija rigor en las bases del conocimiento de aquello que se piensa. Sostengo, como en mi anterior respuesta, que el problema con el libe albedrío es un problema con la comprensión y las implicaciones de un determinismo aplicado a fenómenos emergentes en la naturaleza como es la mente. Y por supuesto, aunque piense que la mente humana es en último término producto del sistema nervioso, y piense que es el sistema computacional donde reside esta gama de ilusiones y ficciones cognitivas, pienso que este sistema computacional es determinista, sí, pero no computable.
(A modo de digresión para aclarar algún concepto): El curso pasado en una entrevista con una profesora por un trabajo, salió este tema con 'la nada' como protagonista. La profesora defendía esto, a saber que claro, en contraposición el todo no parece tener problemas porque accedemos a él de forma fragmentada, en cambio la nada es inaccesible, no tiene acceso. Efectivamente, dije a la profesora, porque la nada es un concepto que no es operativo físicamente. Pero es definible de tal modo como aquello a lo que no pertenece ningún elemento. Porque de hecho la nada puede comprenderse existente en este sentido como el conjunto vacío, y a su existencia física sólo comprendérsela por su inoperatividad, cuya demostración parece relegada por la naturaleza de las cosas, que son. Siquiera entra en el conjunto vacío 'aquello que pudo ser y no fue' o 'el no ser' puesto que es la contraposición a un modo de darse los elementos de los conjuntos y los conjuntos de conjuntos. Por contra el todo es un conjunto que parece operativo a primera vista, el superconjunto de hecho, pero cuya existencia física es inaccesible, lo que parece un problema mayúsculo para su demostración. Esto implica su problemática existencia tanto a nivel físico, como a nivel conceptual (no podemos tener un conjunto último de todos los conjuntos, sin más envites). Después, digamos que convenimos en estar de acuerdo en que la nada, como dicho conjunto vacío conceptual, es el correlato de lo que es inoperativo en la naturaleza de las cosas y los sucesos: es decir, ningún elemento. Los mayores conjuntos de elementos, los menores, así como la inoperatividad del cosmos es independiente de su aprehensión cognitiva. De modo que la existencia del libre albedrió no es cuestionable. Lo que es es una noción vaga, con connotaciones religiosas, o si no místicas, que en palabras de Russell 'aunque tengan un buen efecto moral sobre el individuo no arrojan evidencia alguna en favor de su verdad'.
De nuevo tengo que mencionar algo: es importante conocer el gran pensamiento humano. De hecho, la belleza de la filosofía no radica en su capacidad para acceder a verdades sobre el mundo y la razón, sino en su forma de haber atravesado a lomos del pensamiento la historia de la humanidad hasta hoy. Pero no es necesario traer continuamente los mismos pensamientos del pasado, las mismas nociones, las mismas preguntas y las mismas palabras a la reflexión sobre los mismos temas. Debemos pensar a partir de entonces y gracias a lo de entonces, hacer el esfuerzo de llevar a través del tiempo a la filosofía.