Tenéis razón en que estamos mezclando varios conceptos de libertad. Yo creo que al menos estos tres:
1. El libre albedrío de la tradición cristiana, que se fundamenta en el dualismo. El cuerpo y el alma son sustancias distintas, la voluntad es una de las potencias del alma y la voluntad es libre. Creo que en este hilo nadie estamos defendiendo este sentido de libertad.
2. La libertad en sentido político. Aquí la libertad significa que los demás no me impidan que yo haga lo que quiera. Este sentido tiene otro tipo de problemas y lleva a otro tipo de discusiones que la que aquí estamos teniendo.
3. La libertad en su sentido existencial o vital. La libertad así entendida es la necesidad ineludible de tomar decisiones debido al carácter indeterminado de la vida humana. La libertad en este sentido es una propiedad esencial de la vida humana, es lo que Ortega llamaba una categoría de la vida. No se trata de un concepto teórico sino de una propiedad inmediata de la experiencia, por eso no es algo que pueda ser negado. Cuestión aparte es si, aún siendo innegable, puede reducirse a las categorías mecanicistas que encontramos en las ciencias naturales, como causalidad y azar. El que tenga una postura reduccionista está obligado a negar la existencia de la libertad y considerar nuestra experiencia inmediata de la misma como una ilusión. Los que no somos reduccionistas no vemos ningún problema, somos libres y además tenemos algunos modelos matemáticos muy buenos, como la relatividad y la mecánica cuántica (lástima que sean modelos incompatibles, no se puede tener todo).
Nota: Sobre las categorías de la vida orteguianas, en este
enlace tenéis un buen resumen. Si os gusta no dejéis de leer los textos originales, que son un lujo.
No creo que los conceptos 1 y 3 sean realmente dos conceptos distintos, creo que se trata de dos maneras distintas (muy distintas, eso sí) de justificar o fundamentar un mismo concepto de libre albedrío. El concepto 2 sí que creo que es distinto de los otros dos, y a mí me parece el único que puede definirse con claridad.
Yo no creo que tengamos experiencia inmediata de la libertad y que quienes negamos el libre albedrío tengamos que decir que tal experiencia es una ilusión. Lo que sí que tenemos es la creencia errónea de tener libre albedrío, pero no creo que tengamos experiencia inmediata de ello.