En me he quedado dándole vueltas al deseo (metafóricamente). He recordado los primitivos semánticos de Wierzbicka, entre los que se encuentran el “querer” y el “tocar”. Pero también, acaso más pertinente para el caso, de los primitivos relacionales. Y en el tema del deseo creo que tiene gran importancia el control. En mi modestia opinión, que como siempre puede cambiar, tres primitivos relacionales andan aquí a la greña: el agentivo, el causativo y el procesual. En la relación agentiva tenemos el control de la entidad resultante, que es el objeto de deseo. En la causativa, nosotros somos la entidad resultante de ese deseo, que nos posee y nos crea; en la procesual, perdemos el control y nos vemos involucrados en la vorágine, como el fuego que hace arder la madera. Oremos, por tanto, a Nuestra Señora de los fuegos. Alabada sea.
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Xna
Cómo que animalitos, cómo que seres en proceso de evolución? somos el animal racional, titulares de la razón una y única, el homo sapiens, el homo faber, el homo erectus... el homo ludens
Ay, que me asfixia el corsé "homo", pero jugar sí, juguemos como animalitos
Jolín, no te metas con el “homo sapiens”
Futaki
Hoy me he enterado de que hay una ermita en un pueblo de Badajoz dedicada a “Nuestra Señora de la Soledad del Fuego”. Fundada, sin duda, por discípulos de Heráclito
Bueno, vaya por los discículos de Heráclito o por la conciencia o como la conciencia como rayo, que vendría a ser similar para unir dualidades o quién sabe qué cuando hablamos de presocráticos misteriosos como Heráclito, resaltado por varios grandes filósofos. Para estar de moda como filósofo, otros filósofos deben hablar de ti. Heráclito es gran filósofo, ha interesado a grandes filosófos, es chuli, vamos.
En relación con el círculo vicioso de mi primer mensaje, acabo de recordar un párrafo de Agamben sobre la paradoja del éxtasis. No puedo parar de pensar en el deseo.
“Es esa experiencia que Bataille define con el término extase, éxtasis. De este modo lo vio Blanchot, pero, por otro lado, estaba implícita la tradición mística de la cual Bataille, tomando distancia, recibía el término, la paradoja decisiva del ektasis, de este absoluto estar-fuera-de-sí del sujeto. Esta paradoja consiste en que aquel que hace la experiencia no está en el instante en el que la experimenta, debe perderse en el momento mismo en que el que debería estar presente para hacer la experiencia”. (Teología y Lenguaje, Giorgio Agamben).
“¡Que no estoy loco!”. Ese es el grito de Descartes. Foucault lo vio muy bien en su “Historia de la locura”. En sus Meditaciones, Descartes duda de lo sensible. Si los sentidos me engañan una vez, me pueden engañar siempre. Pero oigan, ¡que no estoy loco! Sé que tengo dos manos y no soy de cristal (claro, ese era el Licenciado Vidriera, que seguía la lógica de la razón poética). A pesar de ello, -continúa- ¿cómo saber que no habito en un sueño? Pero incluso en el sueño, las razones inteligibles seguirán siendo válidas. Dos más dos son cuatro y el cuadrado tiene cuatro lados. En este punto del discurso, sin embargo, ya Descartes no nos dice que no está loco,. ¡Errorrrrrrrr! Porque después nos cuenta lo del Geniecillo Maligno. ¡Joder, René, que no estás loco! Y por fin llega al Cogito, pero en ese momento ya lo ha dejado muy claro:
- Estás como una cabra.
- ¡Que no, que no estoy loco!
¿Cómo no sentirse identificado en ese grito inferido de Descartes? Digo inferido porque en realidad dice que no es un “excéntrico”.
Hoy me he levantado con el cuerpo de un racionalista clásico. Descartes es de mi equipo. ¡No está loco! Piensa, luego no puede estarlo. Su cogito es lo que Derrida (que tampoco estaba loco) llamaba el “logos spermatikós”, ese logos en el que aún no se ha producido la disociación entre la razón clásica y la razón silenciada (la locura, en su más vasto sentido). Razones humanas.
- mamá me voy a Amsterdam, tú has fumado petas alguna vez?
- y si un genio maligno... Mmmm Descartes, asístemeeee. Sí emmm no, en fin, la razón es algo multívoco, por qué no íbamos a decir razones. Has probado una inmersión de 20 metros, subir una pared de piedra, dormir una noche en una playa después de hacerlo en el mar, con luna llena? Sed de qué, sed de ser.
- Madre, que me voy a Amsterdam.
- Ciao baby, querrás pasta, digo?
