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TEMA: Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont

Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 19 Ene 2024 19:21 #81220

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Abro nuevo hilo para tratar las objeciones que rdomenech31 me expresó en uno de sus mensajes en el hilo de oscuridad. Para no mezclar a Sokal con Deleuze, prefiero usar este otro espacio. Al principio había pensado escribir un solo mensaje de respuesta, pero o contestaba de manera escueta e incompleta, o bien me alargaba en exceso. Como las objeciones de rdomenech me parecen interesantes, me gustaría que se debatiesen de manera pausada.

Con permiso de rdomenech copio aquí sus réplicas (si hay algún problema, me lo dices y cambio el formato del hilo). En siguientes mensajes, de manera separada (o no) se pueden ir tratando cada una de esas objeciones u otras que puedan surgir. No creo que sea necesario haber leído el libro de Sokal y Bricmont para opinar. En todo caso, es fácil de obtener en tienda o por internet. Llamaré a los autores SB para abreviar como si fuesen una sola persona.

Sobre el "Escándalo Sokal", que consistió en la publicación de un artículo sin sentido en la revista ”Social text”, véase en Wikipedia Escándalo Sokal


Futaki escribió:
Pongo mis cartas sobre la mesa. No soy contrario a la oscuridad del lenguaje en Filosofía. Pero antes de entrar en materia, dejadme reflexionar un momento acerca del libro que cité ayer (Intellectual impostures), de Alan Sokal y Jean Bricmont. Solo me ha dado tiempo a leer la Introducción (bastante jugosa) y los dos primeros capítulos dedicados, respectivamente, a Lacan y Kristeva.

Esta obra es una crítica al pensamiento posmoderno y al relativismo. En él se critica que determinados pensadores acudan a conceptos matemáticos o leyes físicas que no dominan con suficiencia. Según los autores, los emplean con el objeto de "impresionar al lector con una terminología rebuscada que no comprende" (el entrecomillado se refiere a Kristeva). A pesar de que tanto Lacan como Kristeva nos advierten de que emplean esos conceptos de manera metafórica, Sokal y Bricmont se empeñan en desvirtuar sus textos.

Los propios Sokal y Bricmont reconocen que los autores advierten de ese uso metafórico, pero se quejan de que no se aclare en ningún momento que significado se le está dando a dichos términos. Si uso un término que tiene un significado normal y lo empleo con otro significado, tendré que explicar como lo uso. A no ser que no quiera ser entendido, o que no quiera ser entendido del todo.

Pero más allá de eso, en la Introducción se enarbola la bandera de la superioridad de las ciencias formales o naturales sobre las sociales o humanas. Y eso sí me parece preocupante.
No recuerdo que esto fuera así, ¿podrías citar algún fragmento donde se vea esto?

¿Cómo un lingüista, u semiólogo o un psicoanalista se atreve a servirse de ejemplos matemáticos para exponer sus ideas? Simple oscurantismo y deseo de notoriedad.
Si no cuantifican nada ni emplean realmente las matemáticas para expresar regularidades, apelar a las matemáticas está de más. Es como si yo formalizo (pongo en el lenguaje de la lógica) una poesía cuando lo que pretendo analizar no es su coherencia lógica sino su estilo literario. El lenguaje de la lógica no sirve para eso, así que si yo lo hiciera sería lícito sospechar que lo hago solo por pedantería, para impresionar a mis lectores con mis conocimientos técnicos aunque estos no sean pertinentes para el tema tratado.

Personalmente. el oscurantismo de Lacan no lo veo en su uso de las matemáticas, sino en la presuposición de que su auditorio conoce con soltura las ideas de Freud, Klein, Jung o cualquier otro psicoanalista anterior. Y es lógico porque muchas de sus obras publicadas son seminarios.
Freud (aunque a mi me parece que lo que hace es pseudociencia) no es en absoluto oscuro. Lacan sí que lo es, y no porque use terminología técnica procedente del psicoanálisis, sino porque inventa términos nuevos sin definirlos en ningún momento y porque emplea términos de otras disciplinas sin aclarar el sentido que les da y sin que su sentido normal sea pertinente. Por ejemplo, cuando usa figuras topológicas para describir la "estructura" de enfermedades mentales. Cuando hace eso no puede estar hablando literalmente (ya que ello sería absurdo), pero no nos aclara cómo debemos entender lo que dice.

Por otra parte, Sokal y Bricmont cifran la impostura únicamente en el campo de las ciencias sociales y en el postmodernismo, cuando el fraude en las publicaciones es generalizado.
Es que lo que hacen es criticar un tipo concreto de fraude que no es habitual en otros campos. Sokal tiene otro libro (Creo que titulado Más allá de las imposturas intelectuales) en que critica las pseudociencias y explica cómo algunas creencias pseudocientíficas se originaron en casos de fraude científico. Un libro que critica las malas prácticas científicas en la investigación médica sin caer en teorías conspiranoicas es Mala farma del psiquiatra Ben Goldacre.


Personalmente cualquier libro de Física me parece indescifrable debido a mi total ignorancia sobre esta rama del conocimiento, salvo que sea muy sencillito (nivel 1º ESO). Por tanto, me sería imposible deducir si todos o la mayoría de los físicos son claros y precisos. En todo caso, ya no estamos en los tiempos de Aristóteles; ni siquiera en los de Leibniz. Vivimos en tiempos altamente especializados y cada ciencia o rama del conocimiento emplea su jerga y sus estilos. Ignoro si en Física, en Matemáticas, en Química, etc., es posible valerse de la oscuridad de la que se valen algunos filósofos. En mi opinión, en Filosofía sí es posible.
Yo veo una clara diferencia entre textos que son difíciles por los conocimientos que presuponen y aquellos que lo son por estar inundados con términos extraños de los que nunca se aclara el significado (por no hablar de que en los textos técnicos de físicos o matemáticos se respeta la gramática).


Pongamos el ejemplo de las feministas. ¿No es lógico que algunas de ellas traten de subvertir el lenguaje si pretenden subvertir la orden social establecido? ¿Que en lugar de hablar de machismo hablen de "falocentrismo", "sociedades patriarcales" y mil términos más? ¿Que se desprendan de los términos que, según ellas, han sido impuestos por los hombres? Podremos estar de acuerdo o no, pero diría que es coherente.
Yo soy ateo y cuando me desespero mucho (cuando trato de leer a Deleuze o a Derrida, por ejemplo) uso expresiones como "Dios mío". Ello no me hace menos ateo. Nuestro lenguaje refleja la historia de nuestra cultura. Cuando la cultura cambia, también lo hace el lenguaje y suelen quedar restos de elementos culturales pasados que no pasan de ser meras curiosidades. La de si cambiar el lenguaje contribuye a cambiar el orden social es una cuestión empírica, y los datos empíricos no parecen respaldar esa idea. De hecho, si pretendemos cambiar las ideas de alguien, seguramente tendremos más éxito si nos entiende con facilidad.
Última Edición: 22 Ene 2024 00:08 por Futaki. Razón: Me equivoqué en un mensaje y en lugar de citar le di a editar y la lie parda.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 19 Ene 2024 19:31 #81221

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rdomenech31 escribió:
Futaki escribió:
Pongo mis cartas sobre la mesa. No soy contrario a la oscuridad del lenguaje en Filosofía. Pero antes de entrar en materia, dejadme reflexionar un momento acerca del libro que cité ayer (Intellectual impostures), de Alan Sokal y Jean Bricmont. Solo me ha dado tiempo a leer la Introducción (bastante jugosa) y los dos primeros capítulos dedicados, respectivamente, a Lacan y Kristeva.

Esta obra es una crítica al pensamiento posmoderno y al relativismo. En él se critica que determinados pensadores acudan a conceptos matemáticos o leyes físicas que no dominan con suficiencia. Según los autores, los emplean con el objeto de "impresionar al lector con una terminología rebuscada que no comprende" (el entrecomillado se refiere a Kristeva). A pesar de que tanto Lacan como Kristeva nos advierten de que emplean esos conceptos de manera metafórica, Sokal y Bricmont se empeñan en desvirtuar sus textos.

Los propios Sokal y Bricmont reconocen que los autores advierten de ese uso metafórico, pero se quejan de que no se aclare en ningún momento que significado se le está dando a dichos términos. Si uso un término que tiene un significado normal y lo empleo con otro significado, tendré que explicar como lo uso. A no ser que no quiera ser entendido, o que no quiera ser entendido del todo.

De todos los autores que trata SB, a quien más conozco y de quien puedo hablar con propiedad es de Kristeva, de ahí que me detenga más en ella. En algunos puntos, voy mas allá de la réplica que se me ha hecho.

1. SB se sorprende de los elogios que Barthes le dedica a Kristeva, ignorantes quizás de que fue su mentor.

2. Nada más empezar, se señala que los primeros textos de Kristeva no son propiamente postestructuralistas, sino “algunos de los peores excesos del estructuralismo”, aunque no llegamos a saber por qué. Es una opinión propia que no justifican. Eso sí, omiten que es una de las semiólogos más importantes de la segunda mitad del s. XX y referencia imprescindible en cualquier estudio semiótico.

3. Esto vale para todos los autores citados por SB. Toman unos pocos fragmentos de algunas obras para juzgar como impostura toda su labor intelectual y tacharlos de impostores.

4. Dicen que Kristeva trata de impresionar mediante fórmulas matemáticas a un lector que las desconoce . ¿Ignoran SB que este ensayo de Kristeva (Semiótica, 1969) no va dirigido a un público general, sino que su lector potencial es competente en Semiótica, Lingüística y disciplinas afines? ¿Ignoran que la Semiótica es la ciencia general de los signos y que los semiólogos son expertos en comunicación? Por decirlo de otra manera, ¿que un semiólogo no es precisamente el lector adecuado al que tratar de impresionar con discursos vacíos, sean matemáticos o culinarios? ¿Qué los semióticos estudian la retórica de la ciencia o (en palabras de Wayne Booth), “la retórica de la retórica de la ciencia”? Tratar de impresionar a un semiólogo con discursos vacíos es una ridiculez, como venderle carne podrida a Ferrán Adriá. Ya vuelan cuchillos entre los semiólogos y son lo suficientemente críticos entre sí.

5. Kristeva explica perfectamente cómo usa sus conceptos lógicos y matemáticos. Probablemente SB no han leído con suficiente atención sus obras. En Semiótica, defiende que las distintas ciencias o disciplinas pueden tomar prestados conceptos, principios o leyes de otras ciencias y adaptarlas a sus propias características o exigencias (idea que, por supuesto, se puede criticar).Es decir, en su propia obra justifica que pueda valerse de conceptos, principios o leyes de otras disciplinas. Una vez incluida en esa nueva disciplina -argumenta Kristeva- adquiere un valor diferente al que tenía originalmente. En sus propias palabras, la Semiología puede renunciar a su propio vocabulario para acceder ”al vocabulario de las ciencias exactas.[y] esos términos tienen otra acepción en el nuevo campo ideológico que la investigación semiótica puede construirse -·una alteridad sobre la que volveremos a continuación” (págs. 43-44 de la edición española). Eso es lo que hace Kristeva y no engaña a nadie. Se podrá estar en desacuerdo, pero no es una impostura. Tampoco dificulta en absoluto la lectura. Cuestión diferente sería que Kristeva pusiese en duda tal o cual ley física o principio matemático sin tener ni idea, pero no es el caso. El lector potencial al que va dirigido este libro entiende perfectamente cuál es el dominio matemático, cuál el semiótico y por qué se introduce el primero en la explicación o argumentación del segundo. Kristeva se vale de esos conceptos matemáticos para explicar los contactos que se producen entre conjuntos de textos de las mismas y distintas disciplinas. Esto prefigura el concepto de intertextualidad, por ella popularizado y que ha hecho fortuna tanto en la Lingüística del Texto como en la Teoría de la Literatura. Para ello se vale a su vez del concepto de Polifonía, acuñado por Bajtín. En mi opinión, SB demuestra tener un conocimiento muy superficial de la Semiótica y en particular de la obra de Kristeva. Y si no lo tienen, los impostores son ellos.

6. Concluyó este mensaje con el primer “Intermezzo” de SB, que es un capítulo dedicado a Quine, Popper, Khun y Feyerabend. Entiendo que se pueda criticar el falsacionismo de Popper o arremeter contra Khun por considerarlo puerta de entrada al relativismo, pero ¿eso los convierte en impostores intelectuales?
Última Edición: 19 Ene 2024 19:32 por Futaki.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 10:47 #81233

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Ayer mismo empecé a leer el libro de SB. No creo que lo llegue a leer en su totalidad, porque el tiempo de que disponemos todos siempre escasea. Tal vez solo leeré la Introducción, el Epílogo y los capítulos donde trata de gente a la que he leído o conozco más o menos bien (Deleuze, Bergson, Feyerabend...).

Pero así, a vuela pluma, sí que creo que resulta interesante comentar algo sobre el planteamiento general de la cuestión que hacen SB. En la Introducción, en la parte en que SB hacen una especie de pliego de descargo sobre ciertas críticas recibidas, podemos leer:

"10. ¿Por qué escribir un libro sobre ese tema y no sobre asuntos más serios? El posmodernismo, ¿es un peligro tan grande para la civilización? En primer lugar, ésta es una pregunta bien extraña. Supongamos que alguien descubriese documentos sobre la historia de Napoleón y escribiese un libro. ¿Se le ocurriría a alguien preguntarle si piensa que ese tema es más importante que la Segunda Guerra Mundial? Su respuesta, y la nuestra, sería que un autor escribe sobre un tema por dos motivos: porque es competente y porque puede hacer alguna contribución original. Su tema no coincidirá, a menos que sea particularmente afortunado, con el problema más importante del mundo. No creemos, por supuesto, que el posmodernismo sea un gran peligro para la civilización. Visto a escala mundial, es un fenómeno más bien marginal, y hay otras formas mucho más peligrosas de irracionalismo -como, por ejemplo, el integrismo religioso-" (Subrayado mío.)

Si coincidimos en que el "integrismo religioso", en su irracionalismo, es una de los mayores peligros para la civilización occidental, hay que preguntarse inmediatamente: ¿no será una tarea urgente el hacer frente a ese irracionalismo? ¿Y no será urgente, por tanto, recomponer el discurso racional en las sociedades occidentales, como arma de defensa? O vuelta la pregunta del revés: ¿no será enormemente peligroso derruir (como hacen ciertos filósofos) el racionalismo que sustenta la civilización (occidental) para así quedar inermes ante el avance del irracionalismo del integrismo religioso?

Por tanto, no hay nada de trivial o de ligero en ocuparse de estos asuntos, sino que es una cuestión filosófico-política de primer orden. Ese es el punto de vista de Scruton y los filósofos de la "nueva derecha". Y me parece mucho más consistente que el punto de vista de Sokal y Bricmont.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


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Última Edición: 20 Ene 2024 14:02 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 11:18 #81234

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Sobre lo que acabo de decir en el mensaje anterior y para ilustrar la confusión ideológica en la que nos vemos envueltos en el mundo actual, reproduzco la cita de la entrada a la Introducción del libro de SB:

"Mientras la autoridad inspira un temor respetuoso, la confusión y lo absurdo potencian las tendencias conservadoras de la sociedad. En primer lugar, porque el pensamiento claro y lógico comporta un incremento de los conocimientos (la evolución de las ciencias naturales constituye el mejor ejemplo) y, tarde o temprano, el avance del saber acaba minando el orden tradicional.
La confusión de ideas, en cambio, no lleva a ninguna parte y se puede mantener indefinidamente sin causar el menor impacto en el mundo.
STANISLAV ANDRESKI, Social Sciencies as Sorcery,
1972, pág. 90.


Esas afirmaciones de Andreski reflejan el estado de la cuestión de hace 50 años: el oscurantismo es retrógado y la claridad y la lógica son progresistas. Pues bien, ¿en qué momento (y lo más importante: por qué motivos) se dio el giro en el que nos hallamos hoy, en que el oscurantismo es el colmo de la progresía de izquierdas y la claridad lógica la mayor expresión de la retrógrada derecha?
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Última Edición: 20 Ene 2024 14:04 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 14:02 #81235

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El caso Sokal hay que entenderlo en el contexto de las llamadas "guerras de la ciencia" de los años 90, que enfrentaron a científicos y posmodernos. Los posmodernos defendían el constructivismo social de las ciencias, es decir, el punto de vista de que las ciencias no describen una realidad objetiva, sino los intereses de los científicos que construyen las teorías. Ante este ataque al prestigio de la ciencia, a la que los posmodernos prácticamente retrataban como un fraude, algunos científicos como Sokal se sintieron obligados a contraatacar. La mayoría de los científicos simplemente despreciaban a los posmodernos, por eso yo entiendo la introducción autojustificatoria que cita Nolano como una explicación para sus colegas científicos de la razón por la que se rebajaron a discutir con posmodernos.

Desde mi punto de vista, la posmodernidad se entiende mejor como una postura política. No va de epistemología o de crítica textual, sino que es algo así como una estrategia de lucha política mediante la propaganda del relativismo. La crítica de textos tuvo su propia versión de guerra cultural de los 90 en las polémicas en torno al canon occidental y Harold Bloom, quien calificó despectivamente a los posmodernos como la escuela del resentimiento.

Sokal se autodefinía como políticamente de izquierdas, lo que desactivaba la identificación de la defensa del realismo científico con las derechas, y contribuyó a dar notoriedad a su cruzada contra las ideas posmodernas. No deja de ser curioso que las guerras de la ciencia tuvieron poco eco en España, quizá porque las izquierdas españolas son bastante cientifistas y no les encajaba que hubiera que atacar a la ciencia.

Las guerras de la ciencia ya no están de moda, es una polémica que se ha desinflado mucho, y es interesante entender por qué. Un caso muy revelador fue el de Bruno Latour, quien escribió en 1979 un libro muy influyente, La vida en el laboratorio: la construcción de hechos científicos, donde estudiaba un laboratorio de biología con los métodos de campo de la antropología cultural, con la conclusión de que el objetivo del laboratorio era, no la investigación de la realidad, sino la producción de artículos como una forma de lucha de los científicos por el prestigio y el poder. Sin embargo, el último Latour, ya en el siglo XXI, se retractó de sus posturas constructivistas extremas y abogó por la vuelta a un nuevo realismo y a la confianza en la ciencia. El motivo de fondo de este cambio no fue teórico, sino político. Los grupos conservadores aprendieron los trucos de la retórica posmoderna y empezaron a decir cosas como que el cambio climático es una construcción ideológica que no refleja la realidad, mientras que en estos años la lucha contra el cambio climático se ha convertido en unos de los elementos principales del conglomerado ideológico de las izquierdas, y para ello están obligadas a defender la objetividad científica del cambio climático. A un progresista de los 80 le molaba mucho atacar a la ciencia, pero ahora ya no mola tanto. No obstante, la relativización posmoderna de la ciencia no ha cesado y se sigue utilizando cuando interesa políticamente. Tenemos un buen ejemplo de ello en la teoría queer, comentada en otros hilos. La teoría queer es una teoría típicamente posmoderna: niega la objetividad de las ciencias naturales, en este caso de la categoría biológica de sexo (entiéndase bien que aquí lo que se rechaza no es el género, las adscripciones culturales al sexo, sino el sexo mismo como distinción natural entre machos y hembras) con el fin de defender la emancipación de minorias oprimidas.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 19:18 #81237

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Según me parece, han salido a relucir algunas oposiciones: claridad-oscurantismo, racionalismo-irracionalismo, derecha - izquieda, ciencias naturales y formales - ciencias sociales y humanas. Se podría caer en la tentación de agrupar los primeros miembros de la oposición frente a los segundos. Por ejemplo, Chomsky sería un ejemplo de racionalista de izquierdas. Eagleton, de un posmodernista que escribe la mar de claro.

Estoy de acuerdo con Pedro Pablo en que estas disputas esconden un fuerte contenido político y su análisis me parece muy atinado. El ejemplo propuesto del cambio climático es muy significativo. Desconozco el fondo de esa guerra entre las ciencias naturales y sociales. Sí he leído estudios donde se analiza el discurso científico (todo discurso científico) . En ellos se advierte, por ejemplo, de la supuesta neutralidad revestida de asepsia, los intereses económicos o de poder que ocultan, sus sesgos, la focalización interesada en determinados temas, la concepción lineal del conocimiento, etc. Pero en sí, no estoy al tanto de esa batalla cultural. Por otra parte, dentro de los ciencias sociales (e imagino que en el resto de ciencias sucederá lo mismo), las batallas son despiadadas.

No estoy en cambio de acuerdo con que el hecho de que Sokal se declare de izquierdas desactive nada, porque la izquierda en la que se sitúa Sokal me temo que es muy distinta de la de Deleuze, Kristeva o Althusser, Me parece otra impostura. Quizás a SB no le falte parte de razón en algunos argumentos, pero la forma en que conduce su obra es nefasta y, en mi opinión, se le vuelve en contra.

De la obra de Scruton solo he leído esas tres páginas que ayer comenté y no tengo juicio para opinar. En todo caso, enlazar a estos pensadores con el irracionalismo del integrismo islámico me parece un salto, cuanto menos, arriesgado. El irracionalismo, si realmente se puede hablar de él y no voy desencaminado, está presente en pensadores como Schopenhauer, Kierkegaard o Nietzsche que oponen la voluntad, los sentimientos, la individualidad a la razón. No creo que el integrismo islámico hunda sus raíces en Deleuze o Derrida.

Por otro lado, me parece lógico que exista una reacción a la modernidad y al pensamiento racionalista y totalizante a través de visiones fragmentadas como las que ofrecen algunos de los pensadores que cita SB.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 19:59 #81238

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En mi mensaje anterior se me ha olvidado comentar la referencia de Pedro Pablo a Harold Bloom. Es un perfecto ejemplo de la mezcolanza que existe entre estos pensadores y el peligro de aunarlos sin ton ni son. SB mete en el mismo saco a posmodernistas, postestructuralistas y relativistas. Si bien es cierto que tiene su lógica, hay que precisar un poco los conceptos.

Harold Bloom fue uno de los iniciadores de la crítica literaria deconstructivista. De hecho, él fue el compilador y participante de lo que se considera su manifiesto, la obra Deconstrucción y crítica ,en la que participaron otros insignes deconstructivistas como Paul de Man o el propio Derrida.

Poco después escrbió La angustia de la influencia, (The Anxiety of Influence: A Theory of Poetry) una de las obras capitales de la Teoría de la Literatura del pasado siglo. Sin embargo, Bloom nunca fue relativista. Por el contrario, siempre abogó por que se estudiasen los clásicos en un momento en el que, en su opinión, las humanidades se estaban degradando en las universidades norteamericanas por culpa del multiculturalismo y la política de cuotas. De ahí que publicase su famoso Canon (y otros que vendrían después) que lo hizo conocido entre el gran público. No hemos de olvidar tampoco que en sus primeros años fue discípulo de Derrida en Yale. Es cierto que a partir de los 90 Bloom abandonó la deconstrucción, pero en su etapa deconstructiva nunca fue un relativista.

Efectivamente, denominó Crítica del resentimiento a los defensores del multiculturalismo o del feminismo. Siempre le gustó meterse en charcos, pero su preocupación por la dignidad de las humanidades es merecedora de elogio.
Última Edición: 20 Ene 2024 23:08 por Futaki.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 20:23 #81240

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Futaki escribió:
De la obra de Scruton solo he leído esas tres páginas que ayer comenté y no tengo juicio para opinar. En todo caso, enlazar a estos pensadores con el irracionalismo del integrismo islámico me parece un salto, cuanto menos, arriesgado. El irracionalismo, si realmente se puede hablar de él y no voy desencaminado, está presente en pensadores como Schopenhauer, Kierkegaard o Nietzsche que oponen la voluntad, los sentimientos, la individualidad a la razón. No creo que el integrismo islámico hunda sus raíces en Deleuze o Derrida.

Una aclaración, para evitar malos entendidos. Nadie (ni yo ni Scruton ni SB) ha dicho que "el integrismo islámico hunda sus raíces en Deleuze o Derrida".

Lo que sí dicen SB es que el integrismo religioso, en su irracionalidad, es un peligro a gran escala para la civilización (y añado yo: supongo que se refieren a la civilización occidental). Yo no tengo por qué compartir esa opinión de SB; de hecho no la comparto, pero no viene al caso.

Entonces apostillo yo (no Scruton) que, suponiendo que es como afirman SB, para hacer frente y defendernos (como civilización occidental) ante ese peligro, la conclusión es que el derribo del racionalismo en el pensamiento occidental (al que sí contribuyen Deleuze y Derrida) debería ser una cuestión de la máxima importancia. Y no, como afirman SB, una cuestión menor.

Aunque no creo que el mayor peligro para la civilización occidental sea la irracionalidad del integrismo religioso, sí que creo que la defensa de la racionalidad del pensamiento es una cuestión de la máxima importancia, debido a otros peligros que no creo que sea el momento de exponer ahora.

Ya que ha salido aquí la cuestión, merece una reflexión la defensa que hizo, a finales de los años 70, Michel Foucault de la "Revolución iraní" (la de Jomeini y los ayatolás). Foucault nunca pidió perdón (que yo sepa) por el lavado de cara que se prestó a hacer de dicho integrismo religioso irracional. No hace mucho que una joven falleció en Irán por la paliza que le propinó la policía de dicho país por no llevar bien puesto el velo. Que esa muerte y tanto otro sufrimiento derivado de un régimen político tan brutal caiga sobre la cabeza de Michel Foucault.
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Última Edición: 20 Ene 2024 20:30 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 20 Ene 2024 23:10 #81241

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Entendida la matización. Disculpa mi lectura errónea.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 21 Ene 2024 23:56 #81253

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Paso a la segunda cuestión.
Pero más allá de eso, en la Introducción se enarbola la bandera de la superioridad de las ciencias formales o naturales sobre las sociales o humanas. Y eso sí me parece preocupante.

No recuerdo que esto fuera así, ¿podrías citar algún fragmento donde se vea esto?

Por supuesto. Nótese que he empleado la palabra “tufillo”, porque lógicamente SB no va a decirlo de manera expresa. Véase el ejemplo que copio y pego a continuación se habla del artículo que Sokal publicó en “Social Text”. Si no vale este ejemplo, tengo otros.
““Los autores en cuestión forman un verdadero panteón de la «teoría francesa» contemporánea: Gilles Deleuze, Jacques Derrida, Félix Guattari, Luce Irigaray, Jacques Lacan, Bruno Latour, Jean-François Lyotard, Michel Serres y Paul Virilio.[5] En el artículo también se cita a prominentes académicos norteamericanos, especialistas en estudios culturales y otras disciplinas afines, pero éstos, por lo menos en parte, suelen ser discípulos o comentaristas de sus maestros franceses.

Dado que las citas reproducidas en la parodia eran bastante cortas, Sokal reunió posteriormente una serie de textos más largos que permitían juzgar mejor el trato que los autores en cuestión daban a las ciencias, y luego distribuyó estos extractos entre sus colegas. La reacción fue una mezcla de hilaridad y consternación. Apenas podían creer que alguien —y mucho menos intelectuales de prestigio— pudiese escribir sandeces semejantes. Sin embargo, cuando lectores no científicos leían el material, pedían que se les explicase con lenguaje llano en qué radicaba exactamente lo absurdo de dichos textos. A raíz de esto, nosotros dos hemos colaborado en la realización de una serie de análisis y comentarios sobre los textos, cuyos resultados constituyen el presente libro.”


(Adviértase que Sokal habla de sí mismo en 3ª persona). Este tipo de comentarios menudean a lo largo del libro de forma más o menos sutil.

Por otra parte, la propia selección de los autores supone un sesgo importante. Todos son franceses (a los no franceses, como Khun o Popper, los incluye en “intermezzos”.) Francia es la cuna de la sandez y solo unos pocos nortemericanos se han dejado embaucar por aquellos. Pero ¡ojo!, estos norteamericanos no tienen ideas genuinamente norteamericanas, sino que son simples discípulos o comentadores de aquellos. Por supuesto, los únicos que dicen sandeces pertenecen a las ciencias sociales.

Las dos únicas mujeres de la lista, Kristeva e Irigaray, son dos eminentes feministas (Kristeva, aparte de sus obras de Semiótica, también destaca por sus ensayos feministas).

Por último, me llama la atención la ausencia de algunos ilustres franceses, como Barthes y -especialmente- Derrida, a quien sí citó expresamente en su artículo. Eso sí, lo citó mal.
Última Edición: 21 Ene 2024 23:57 por Futaki.
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