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TEMA: Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont

Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 25 Feb 2024 20:06 #81930

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Antes de entrar en Latour u otros autores a los que Sokal atribuye imposturas, me gustaría cerrar el asunto de Lyotard, intentando explicar por qué a Sokal le molesta tanto.
Sokal y Bricmont:
Para ilustrar estas ideas, consideremos un ejemplo intermedio entre el conocimiento científico y el conocimiento ordinario: las investigaciones policiales. Hay casos en que ni el escéptico más recalcitrante pondrá en duda que, en la práctica, se ha encontrado realmente al culpable. Uno puede, en definitiva, tener el arma del crimen, las huellas digitales, muestras de ADN, documentos, un móvil, etc. Sin embargo, el desarrollo de las pesquisas puede ser, en general, bastante complejo. El investigador tiene que tomar decisiones (sobre las pistas que hay que seguir, sobre las pruebas que hay que buscar, etc.) y extraer conclusiones provisionales de la información -siempre incompleta- de que dispone. Casi toda investigación infiere lo no observado (quién cometió el crimen) a partir de lo observado. Y aquí, como en la ciencia, hay inferencias más racionales que otras. La investigación puede haber sido una chapuza o las «pruebas» pueden simplemente haber sido amañadas por la policía.
Pero no existe ningún medio que permita decidir a priori, independientemente de las circunstancias, lo que distingue una buena de una mala investigación. Nadie puede tampoco dar una garantía absoluta de que una investigación haya dado buen resultado. Es más, nadie puede escribir un tratado definitivo sobre La lógica de la investigación policial. No obstante, y ése es el punto clave, nadie duda de que, por lo menos en algunas investigaciones (las mejores), el resultado obtenido se corresponde verdaderamente con la realidad. Por otra parte, la historia nos ha permitido elaborar algunas reglas para llevar a cabo una investigación.
Así, por ejemplo, ya nadie cree en la prueba del fuego y desconfiamos de las confesiones que se hayan obtenido mediante torturas. Es fundamental comparar testimonios, realizar careos, buscar pruebas tangibles, etc.
Aun cuando no exista una metodología fundada en razonamientos a priori incuestionables, las reglas que acabamos de mencionar, entre muchas otras, no son arbitrarias, sino racionales y basadas en un análisis detallado de la experiencia anterior. A nuestro modo de ver, lo que se denomina «método científico» no es sustancialmente diferente de este género de procedimientos.

Todo esto es una simplificación bastante grosera. En efecto, lo que determinará la "verdad oficial" sobre un delito, es decir, la afirmación socialmente prevalente sobre si se cometió un delito y quién lo cometió, no es la investigación policial, sino la sentencia judicial. Y en un procedimiento judicial se siguen una serie de reglas bien establecidas. Podemos llamar a eso la legitimidad sobre el uso y valoración de las pruebas, de modo similar a la discusión de Lyotard sobre la legitimación del saber científico.

Por un lado, están en las leyes de enjuiciamiento criminal establecidas las pruebas admisibles; grosso modo y espero no olvidarme ninguna: prueba testifical, prueba documental, prueba pericial, prueba presencial, presunciones y confesión del reo. Las partes (el fiscal y el abogado defensor) propondrán las pruebas al juez, y no de cualquier manera, sino la acusación antes que la defensa. Luego, el juez admitirá o no las pruebas, pudiendo denegar razonadamente la práctica de alguna. Eso ya pone de manifiesto que el sistema ya controla qué pruebas se pueden tener en cuenta y cuáles no, aunque estas puedan consistir en pruebas fácticamente muy relevantes. Por ejemplo, la prueba obtenida ilegalmente (escuchas telefónicas no autorizadas, grabaciones de conversaciones abogado-cliente, etc.) o la prueba presentada extemporáneamente (fuera del momento procesal oportuno).

Y no todo es cuestión del caso concreto sino que, por ejemplo, las leyes sobre violencia de género priorizan la declaración de la presunta víctima mujer sobre la declaración del presunto verdugo varón, o, en otro orden jurídico, el Derecho laboral, se privilegia la declaración del empleado sobre la del empresario. Eso está en las leyes procesales.

¿Por qué es posible todo esto? ¿No es lo importante descubrir la verdad, como ingenuamente parece creer Sokal? Pues no. Mucho más importante que descubrir la verdad acerca de los hechos es la salvaguardia del propio sistema. Así, la inadmisión de una prueba obtenida ilegalmente (escucha policial prohibida, documentos robados, etc.) tiene lugar porque se considera más importante el orden social que el descubrimiento y castigo puntual de un crimen singular.

La cosa es aún más flagrante en el caso de privilegio de ciertas declaraciones sobre otras. Aquí lo que suele aducirse como justificación es que la víctima necesita más apoyo social que el verdugo. Pero como no sabemos realmente quién es la víctima y quién el verdugo en este caso puntual, se acude al peso específico que cada grupo identitario tenga sobre el sistema en términos de poder. Es decir, la legitimación en base a un relato específico. Y así es como opera el pensamiento de Sokal.

En cambio, Lyotard defiende que debe darse entrada a la "legitimación por la paralogía" en lugar de la "legitimación por el relato": hay que escuchar a todo el mundo y admitir las pruebas y su valoración al menos a debate. No se puede arrojar, mediante el terror institucional, al discrepante, y dejarlo sin voz.

Eso es lo que Sokal no está dispuesto a admitir (preso de su "relato de la emancipación" o de la justicia social, que, como izquierdista totalitario de pro, sostiene contra viento y marea). De ahí que, en vez de entrar en un debate argumental en el que él aparecerá como "terrorista", tratando de silenciar a quien no piensa como él, decida desacreditar burdamente a Lyotard mediante la cita de ciertos textos más o menos marginales y, además, en mi opinión, tergiversados (aunque algunos aquí habéis sostenido lo contrario: la pertinencia de dicha crítica puntual).
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


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Última Edición: 25 Feb 2024 22:42 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 26 Feb 2024 13:44 #81941

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Nolano escribió:

Todo esto es una simplificación bastante grosera. En efecto, lo que determinará la "verdad oficial" sobre un delito, es decir, la afirmación socialmente prevalente sobre si se cometió un delito y quién lo cometió, no es la investigación policial, sino la sentencia judicial. Y en un procedimiento judicial se siguen una serie de reglas bien establecidas. Podemos llamar a eso la legitimidad sobre el uso y valoración de las pruebas, de modo similar a la discusión de Lyotard sobre la legitimación del saber científico.

Por un lado, están en las leyes de enjuiciamiento criminal establecidas las pruebas admisibles; grosso modo y espero no olvidarme ninguna: prueba testifical, prueba documental, prueba pericial, prueba presencial, presunciones y confesión del reo. Las partes (el fiscal y el abogado defensor) propondrán las pruebas al juez, y no de cualquier manera, sino la acusación antes que la defensa. Luego, el juez admitirá o no las pruebas, pudiendo denegar razonadamente la práctica de alguna. Eso ya pone de manifiesto que el sistema ya controla qué pruebas se pueden tener en cuenta y cuáles no, aunque estas puedan consistir en pruebas fácticamente muy relevantes. Por ejemplo, la prueba obtenida ilegalmente (escuchas telefónicas no autorizadas, grabaciones de conversaciones abogado-cliente, etc.) o la prueba presentada extemporáneamente (fuera del momento procesal oportuno).

Y no todo es cuestión del caso concreto sino que, por ejemplo, las leyes sobre violencia de género priorizan la declaración de la presunta víctima mujer sobre la declaración del presunto verdugo varón, o, en otro orden jurídico, el Derecho laboral, se privilegia la declaración del empleado sobre la del empresario. Eso está en las leyes procesales.

¿Por qué es posible todo esto? ¿No es lo importante descubrir la verdad, como ingenuamente parece creer Sokal? Pues no. Mucho más importante que descubrir la verdad acerca de los hechos es la salvaguardia del propio sistema. Así, la inadmisión de una prueba obtenida ilegalmente (escucha policial prohibida, documentos robados, etc.) tiene lugar porque se considera más importante el orden social que el descubrimiento y castigo puntual de un crimen singular.

La cosa es aún más flagrante en el caso de privilegio de ciertas declaraciones sobre otras. Aquí lo que suele aducirse como justificación es que la víctima necesita más apoyo social que el verdugo. Pero como no sabemos realmente quién es la víctima y quién el verdugo en este caso puntual, se acude al peso específico que cada grupo identitario tenga sobre el sistema en términos de poder. Es decir, la legitimación en base a un relato específico. Y así es como opera el pensamiento de Sokal.

En cambio, Lyotard defiende que debe darse entrada a la "legitimación por la paralogía" en lugar de la "legitimación por el relato": hay que escuchar a todo el mundo y admitir las pruebas y su valoración al menos a debate. No se puede arrojar, mediante el terror institucional, al discrepante, y dejarlo sin voz.

Eso es lo que Sokal no está dispuesto a admitir (preso de su "relato de la emancipación" o de la justicia social, que, como izquierdista totalitario de pro, sostiene contra viento y marea). De ahí que, en vez de entrar en un debate argumental en el que él aparecerá como "terrorista", tratando de silenciar a quien no piensa como él, decida desacreditar burdamente a Lyotard mediante la cita de ciertos textos más o menos marginales y, además, en mi opinión, tergiversados (aunque algunos aquí habéis sostenido lo contrario: la pertinencia de dicha crítica puntual).

Yo no creo que el libro de Sokal y Bricmont tenga una motivación política. Creo que si aclaran que son de izquierdas es para dejar claro que no critican a esos autores por sus ideas políticas (la mayoría de autores que critican son de izquierdas). Creo que los ejemplos judiciales que dan pretenden tener una finalidad meramente ilustrativa, y creo que son malos ejemplos (ya explicaré por qué cuando hablemos sobre Latour).

Creo que el objetivo del libro de Sokal y Bricmont es únicamente criticar el uso inadecuado que muchos filósofos hacen de las teorías científicas, de las que a menudo se sacan conclusiones sin entenderlas. Cuando dije que la parte dedicada a Lyotard me parecía pertinente me refería a que me parecía pertinente para el libro (por ser un ejemplo de lo que pretenden criticar), no a que me pareciera pertinente para una crítica de la filosofía de Lyotard (el capítulo que analizan supone menos de una décima parte del libro de Lyotard, y creo que estar de acuerdo con la crítica de Sokal y Bricmont no supone impugnar el resto de cosas que dice Lyotard en ese libro). Del mismo modo, Sokal y Bricmont podrían haber puesto como ejemplo algunos errores cometidos por Ortega al hablar sobre la teoría de la relatividad. Yo hubiera estado de acuerdo con ellos en dicha crítica (a pesar de que admiro profundamente la obra de Ortega).

La cosa es aún más flagrante en el caso de privilegio de ciertas declaraciones sobre otras. Aquí lo que suele aducirse como justificación es que la víctima necesita más apoyo social que el verdugo. Pero como no sabemos realmente quién es la víctima y quién el verdugo en este caso puntual, se acude al peso específico que cada grupo identitario tenga sobre el sistema en términos de poder.

Cuando dices que se privilegia la declaración de la víctima de violencia de género o del empleado, ¿quieres decir que en igualdad de condiciones se le da más credibilidad o algo así? Pregunto desde el desconocimiento. Sé que no tiene relación con el hilo pero el tema me interesa. Podemos abrir otro hilo o, si crees que basta con que me respondas brevemente aquí, puedes hacerlo.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 26 Feb 2024 19:52 #81954

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rdomenech31 escribió:
Cuando dices que se privilegia la declaración de la víctima de violencia de género o del empleado, ¿quieres decir que en igualdad de condiciones se le da más credibilidad o algo así? Pregunto desde el desconocimiento. Sé que no tiene relación con el hilo pero el tema me interesa. Podemos abrir otro hilo o, si crees que basta con que me respondas brevemente aquí, puedes hacerlo.
Creo que bastará una pequeña referencia. La cuestión es de orden jurídico y, por tanto, en principio, se sale de los límites de este Foro.
Como tampoco es cuestión de extenderse mucho, me limitaré a la llamada violencia de género y de la forma más breve posible.
Por un lado tenemos la Ley Orgánica 1/2004, de 28 de diciembre, de Medidas de Protección Integral contra la Violencia de Género. En el artículo 1 se fija el objetivo de la Ley: "Artículo 1. Objeto de la Ley.
1. La presente Ley tiene por objeto actuar contra la violencia que, como manifestación de la discriminación, la situación de desigualdad y las relaciones de poder de los hombres sobre las mujeres, se ejerce sobre éstas por parte de quienes sean o hayan sido sus cónyuges o de quienes estén o hayan estado ligados a ellas por relaciones similares de afectividad, aun sin convivencia.
"
Aquí, pues ya se ve cómo el legislador se propone dar distinto trato al hombre que a la mujer.
En virtud de ello, en los artículos 61 a 69 una serie de medidas contra el inculpado. Así el artículo 64 dispone que "El Juez podrá ordenar la salida obligatoria del inculpado por violencia de género del domicilio en el que hubiera estado conviviendo o tenga su residencia la unidad familiar, así como la prohibición de volver al mismo". Nótese que dice "el inculpado", no "el condenado"; basta, pues, una mera denuncia de la mujer para que entren en juego una serie de medidas punitivas.
Finalmente, en cuanto a la validez en el juicio de la declaración de la presunta víctima (la mujer) sobre el presunto verdugo (el varón), el Tribunal Supremo ha fijado la posibilidad de que se pueda producir una condena con la única prueba de la declaración de la víctima (a falta de otras pruebas). Por ejemplo, en la Sentencia del Tribunal Supremo 184/2019, de 2 de abril, se puede leer: "Se trata de supuestos con unas connotaciones especiales en donde generalmente, y en muchos casos, la denuncia se dirige contra quien es su pareja y el padre de sus hijos...". Por tanto, se da por supuesto que debe darse más credibilidad a la madre (mujer) que al padre (varón). Se puede leer también una argumentación bastante retorcida en base a la cual la presunta víctima debe recibir mayor credibilidad porque al acusado se le permite mentir para defenderse (nadie está obligado a declarar en su contra) mientras que la víctima sí tiene que decir la verdad, pues la ley le obliga a ello, ya qe, aunque víctima, también es testigo.
Por otro lado, el Tribunal Supremo aduce que en estos delitos, dadas sus especiales circunstancias, no suele haber testigos y, por tanto, puede emitirse condena basada exclusivamente en la declaración de la víctima, ante la imposibilidad de obtener otras pruebas, porque lo contrario sería dejar indefensa a la víctima. Pero la cosa resulta idéntica en sentido contrario. Si la declaración de la víctima puede ser la única prueba para emitir una sentencia condenatoria, ¿cómo va el acusado a defenderse si en este tipo de delitos no suele haber ninguna otra prueba?
Espero que con eso te haya bastado para hacerte una idea del estado de la cuestión.
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Última Edición: 26 Feb 2024 19:54 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 27 Feb 2024 15:44 #81968

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Muchas gracias por tu respuesta. Sí, con esta explicación me basta.

Si te parece bien podemos discutir brevemente la crítica de Sokal y Bricmont a Kuhn (y luego a Feyerabend) antes de centrarnos en Latour. A mí dicha crítica me parece bastante moderada. Creo que lo único que rechazan es la tesis de la inconmensurabilidad de las teorías científicas (y únicamente parecen rechazar lo que consideran una interpretación radical de dicha tesis). Es cierto que no realizan una discusión en profundidad de dicha tesis (le dedican muy pocas páginas). Básicamente emplean dos argumentos. El más interesante de esos argumentos es, en mi opinión, el primero. Cito un fragmento donde se expresa dicho argumento (y donde, en mi opinión, se ve el carácter moderado de la crítica a Kuhn, al que no parecen considerar un mal filósofo en absoluto):

Como bien dice Tim Maudlin, filósofo de la ciencia, el problema principal reside en la existencia de dos Kuhn -un Kuhn moderado y un hermano suyo, desenfrenado- que se entremezclan en las páginas de ha estructura de las revoluciones científicas. El Kuhn moderado admite que los debates
científicos de antaño se dirimieron correctamente, pero destaca que las
pruebas disponibles en la época no eran tan sólidas como se suele pensar y
que también intervinieron consideraciones extracientíficas. No tenemos ninguna objeción de principio contra ese Kuhn moderado y dejamos a los
historiadores la tarea de comprobar hasta qué punto esas ideas son correctas en cada caso concreto.
En cambio, el Kuhn desenfrenado, aquel que se
ha convertido, quizá contra su voluntad, en uno de los padres fundadores
del relativismo contemporáneo, está convencido de que los cambios de paradigma se deben principalmente a factores no empíricos y que, una vez
adoptados, condicionan hasta tal punto nuestra percepción del mundo, que
sólo pueden ser confirmados por nuestras experiencias posteriores. Maudlin refuta con suma elocuencia esta idea:

Si diéramos una roca lunar a Aristóteles, la vería como una roca y como un
objeto que tiende a caer. Por lo que se refiere a su movimiento natural, no
podría dejar de concluir que la materia de la que está hecha la Luna no es
fundamentalmente distinta de la materia terrestre.
Asimismo, telescopios
cada vez más potentes han permitido ver las fases de Venus independientemente de la cosmología preferida por los observadores, e incluso Ptolomeo
se habría fijado en la rotación aparente de un péndulo de Foucault.
Es cierto que el paradigma del observador puede influir en la experiencia que tiene del mundo, pero nunca con tanta fuerza como para garantizar que su experiencia siempre estará de acuerdo con sus teorías, sin lo cual jamás se dejará sentir la necesidad de revisarlas (Maudlin, 1996, pág. 442).

Entonces, si bien es cierto que las experiencias científicas no brindan su
propia interpretación, la teoría tampoco determina la percepción de los
resultados experimentales.

Este argumento me parece, en lo esencial, correcto. Aunque dos científicos de paradigmas rivales no pudieran ponerse de acuerdo sobre la interpretación de ciertos datos empíricos, en muchas ocasiones hay datos empíricos que reciben la misma interpretación desde los paradigmas enfrentados. Además, si las interpretaciones de los datos son distintas, siempre es posible encontrar una descripción fenoménica compartida, y bastará con analizar si ese mismo dato empírico es compatible con lo predicho por cada paradigma según la interpretación de cada uno de ellos. Si uno de los paradigmas falla en sus propios términos mientras que el otro tiene éxito, entonces uno ha recibido más apoyo empírico que el otro.
Última Edición: 27 Feb 2024 15:48 por rdomenech31.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 27 Feb 2024 20:06 #81972

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Me parece bien, pero antes de llegar a Kuhn creo que puede merecer la pena detenerse un poco en el planteamiento general que ofrecen Sokal y Bricmont al principio del capítulo 3, sobre el relativismo epistémico. Se esboza una inicial clasificación de las diferentes posiciones epistémicas, no demasiado fina y un poco confusa, donde creo reconocer la siguiente tipología (graduada de más a menos): solipsismo, escepticismo radical, relativismo, instrumentalismo y realismo. Tal vez esa clasificación nos permita entender a qué se refieren cuando hablan de los dos Kuhnes.

Pero antes de seguir adelante, creo que puede ser interesante, para desbrozar el terreno con paso seguro, detenerse un poco en el siguiente texto de Sokal y Bricmont:
Sokal y Bricmont

Para nosotros, el método científico no es radicalmente distinto de la actitud racional en la vida corriente o en otros ámbitos del conocimiento humano. Los historiadores, los detectives y los fontaneros -de hecho, todos los seres humanos- utilizan los mismos métodos básicos de inducción, de deducción y de evaluación de los datos que los físicos o los bioquímicos. La ciencia moderna intenta hacerlo de una forma mucho más cuidadosa y sistemática, usando controles y pruebas estadísticas, repitiendo experiencias, etc. Por otro lado, las mediciones científicas son a menudo mucho más precisas que las observaciones cotidianas, permiten descubrir fenómenos que, hasta entonces, eran desconocidos y, a menudo, entran en conflicto con el «sentido común», aunque el conflicto se produce en el plano de las conclusiones, no en el planteamiento básico.

Estoy de acuerdo en que los científicos cuentan con las mismas herramientas de raciocinio que el común de los hombres (básicamente la misma lógica y sistema de raciocinio). También estoy de acuerdo en que los científicos cuentan con más potentes herramientas de observación. Nuestras percepciones son realmente pobres y limitadas, además de que pueden ser engañosas. Por tanto, el científico puede ver el mundo de forma diferente a la forma de verlo del hombre común porque cuenta con mejores y más detalladas percepciones sensibles, aunque cuenta con las mismas herramientas mentales para formarse una imagen del mundo a partir de tales percepciones. Pero, ¿cómo es posible que la imagen científica del mundo pueda entrar en conflicto con el «sentido común», como afirman Sokal y Bricmont? Bastaría con exponerle a un hombre corriente, provisto de sentido común y de las mismas herramientas lógicas que el científico, las percepciones que resultan de una más depurada y precisa observación (a la que aquel no puede alcanzar con sus simples sentidos corporales sin ayuda de aparatos sofisticados), digo que bastaría con exponerle eso, para que el conflicto desapareciera. No tendría que haber conflicto alguno, no ya en el planteamiento básico, por supuesto, sino tampoco en las conclusiones.

Sigamos (negritas mías):
Sokal y Bricmont

Además, la experiencia acumulada durante tres siglos de práctica científica nos ha proporcionado toda una serie de principios metodológicos más o menos generales (por ejemplo, repetir las experiencias, utilizar controles, probar los fármacos con procedimientos doblemente ciegos, etc.) que se pueden justificar con argumentos racionales. Sin embargo, no pretendemos que estos principios se puedan codificar definitivamente ni que su lista sea exhaustiva. Dicho de otro modo, no existe, al menos hasta la fecha, ninguna codificación completa de la racionalidad científica y dudamos seriamente que pueda llegar a haberla. Al fin y al cabo, el futuro es en sí mismo impredecible; la racionalidad siempre implica una adaptación a una situación nueva. No obstante, y ahí radican precisamente las diferencias entre nosotros y los escépticos radicales, creemos que las teorías científicas bien desarrolladas se fundan por lo general en buenos argumentos, aunque es difícil apreciar su racionalidad sin analizarlos caso por caso.

Más allá de una flagrante imprecisión, al comenzar a contar la Historia de la Ciencia desde el siglo XVII, lo que deja fuera el caso histórico más conocido de cambio de paradigma y que es el modelo principal que utiliza Kuhn para su teoría de las Revoluciones Científicas, lo que dicen Sokal y Bricmont me parece bastante sorprendente.

Los hechos siempre son los mismos. Quiero decir que el Universo y el movimiento de los astros, así como el comportamiento mecánico de los objetos, etc. son iguales que aquellos a los que se enfrentaban Tales, Arquímedes o Aristóteles. Me limito a la física para seguir a Sokal y Bricmont, que también se alejan prudentemente de terrenos más inestables como el de las ciencias naturales o biológicas. Ciertamente habrá habido cambios en el Universo desde el siglo VI a.C, pero irrelevantes en su magnitud para lo que aquí nos ocupa, así que voy a dar por supuesto que los hechos relevantes a los que se enfrentaban Ptolomeo, Copérnico, Newton y Einstein son los mismos.

Si eso es así, habrá que dar también por hecho que no va a haber cambios relevantes en el mundo en los próximos siglos en cuanto a los hechos de la Astrofísica o la Mecánica. Entonces, ¿cómo es posible afirmar, como hacen Sokal y Bricmont, que "el futuro es en sí mismo impredecible; la racionalidad siempre implica una adaptación a una situación nueva". Ciertamente, Galileo, Copérnico o Newton no se enfrentaban a una situación nueva, diferente a la que se enfrentaba Ptolomeo. En consecuencia, la racionalidad no implica una adaptación a una situación nueva, sino no detenerse en un modelo o imagen científica del mundo que no se considera satisfactoria, e intentar ir más allá, hacia un modelo más satisfactorio.

La pregunta a contestar, entonces, es: si los hechos eran los mismos, ¿por qué se cambió el modelo o imagen científica del mundo? ¿En qué sentido el nuevo modelo teórico era más satisfactorio que el antiguo?

NOTA: Algunos cambios obedecieron a nuevas observaciones con nuevos instrumentos como el telescopio; pero el telescopio no existía en vida de Copérnico. Este contaba con los mismos datos que Ptolomeo, y no más ni mejores. Realmente los nuevos instrumentos se van descubriendo para ratificar el nuevo modelo, no suelen ser anteriores. La mera observación nunca da lugar, por sí sola, a una nueva teoría.
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Última Edición: 27 Feb 2024 20:16 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 28 Feb 2024 16:43 #81990

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Nolano escribió:

¿cómo es posible que la imagen científica del mundo pueda entrar en conflicto con el «sentido común», como afirman Sokal y Bricmont? Bastaría con exponerle a un hombre corriente, provisto de sentido común y de las mismas herramientas lógicas que el científico, las percepciones que resultan de una más depurada y precisa observación (a la que aquel no puede alcanzar con sus simples sentidos corporales sin ayuda de aparatos sofisticados), digo que bastaría con exponerle eso, para que el conflicto desapareciera. No tendría que haber conflicto alguno, no ya en el planteamiento básico, por supuesto, sino tampoco en las conclusiones.

Yo creo que Sokay y Bricmont estarían de acuerdo con lo que dices. Creo que se refieren a que las conclusiones científicas pueden chocar con nuestra imagen ingenua del mundo y parecernos contrarias al sentido común si no tenemos conocimientos científicos. La mecánica cuántica o la teoría de la relatividad resultan chocantes en ese sentido.

Sigamos (negritas mías):
Sokal y Bricmont

Además, la experiencia acumulada durante tres siglos de práctica científica nos ha proporcionado toda una serie de principios metodológicos más o menos generales (por ejemplo, repetir las experiencias, utilizar controles, probar los fármacos con procedimientos doblemente ciegos, etc.) que se pueden justificar con argumentos racionales. Sin embargo, no pretendemos que estos principios se puedan codificar definitivamente ni que su lista sea exhaustiva. Dicho de otro modo, no existe, al menos hasta la fecha, ninguna codificación completa de la racionalidad científica y dudamos seriamente que pueda llegar a haberla. Al fin y al cabo, el futuro es en sí mismo impredecible; la racionalidad siempre implica una adaptación a una situación nueva. No obstante, y ahí radican precisamente las diferencias entre nosotros y los escépticos radicales, creemos que las teorías científicas bien desarrolladas se fundan por lo general en buenos argumentos, aunque es difícil apreciar su racionalidad sin analizarlos caso por caso.

Más allá de una flagrante imprecisión, al comenzar a contar la Historia de la Ciencia desde el siglo XVII, lo que deja fuera el caso histórico más conocido de cambio de paradigma y que es el modelo principal que utiliza Kuhn para su teoría de las Revoluciones Científicas, lo que dicen Sokal y Bricmont me parece bastante sorprendente.

Los hechos siempre son los mismos. Quiero decir que el Universo y el movimiento de los astros, así como el comportamiento mecánico de los objetos, etc. son iguales que aquellos a los que se enfrentaban Tales, Arquímedes o Aristóteles. Me limito a la física para seguir a Sokal y Bricmont, que también se alejan prudentemente de terrenos más inestables como el de las ciencias naturales o biológicas. Ciertamente habrá habido cambios en el Universo desde el siglo VI a.C, pero irrelevantes en su magnitud para lo que aquí nos ocupa, así que voy a dar por supuesto que los hechos relevantes a los que se enfrentaban Ptolomeo, Copérnico, Newton y Einstein son los mismos.

Si eso es así, habrá que dar también por hecho que no va a haber cambios relevantes en el mundo en los próximos siglos en cuanto a los hechos de la Astrofísica o la Mecánica. Entonces, ¿cómo es posible afirmar, como hacen Sokal y Bricmont, que "el futuro es en sí mismo impredecible; la racionalidad siempre implica una adaptación a una situación nueva". Ciertamente, Galileo, Copérnico o Newton no se enfrentaban a una situación nueva, diferente a la que se enfrentaba Ptolomeo. En consecuencia, la racionalidad no implica una adaptación a una situación nueva, sino no detenerse en un modelo o imagen científica del mundo que no se considera satisfactoria, e intentar ir más allá, hacia un modelo más satisfactorio.

La pregunta a contestar, entonces, es: si los hechos eran los mismos, ¿por qué se cambió el modelo o imagen científica del mundo? ¿En qué sentido el nuevo modelo teórico era más satisfactorio que el antiguo?

NOTA: Algunos cambios obedecieron a nuevas observaciones con nuevos instrumentos como el telescopio; pero el telescopio no existía en vida de Copérnico. Este contaba con los mismos datos que Ptolomeo, y no más ni mejores. Realmente los nuevos instrumentos se van descubriendo para ratificar el nuevo modelo, no suelen ser anteriores. La mera observación nunca da lugar, por sí sola, a una nueva teoría.

Yo creo que de lo que hablan Sokal y Bricmont en ese fragmento es de la imposibilidad de establecer un criterio de demarcación preciso entre ciencia y no-ciencia, que es algo que la mayoría de filósofos de la ciencia actuales aceptarían (aunque no todos). Con lo que dice de que el futuro es impredecible y que nos hallamos ante situaciones siempre nuevas, no creo que se refieran a que las leyes de la naturaleza o los hechos cambien, sino a que según avanza la investigación nos encontramos con nuevos problemas, realizamos nuevos experimentos que arrojan nuevos datos, vemos viejos datos con una luz distinta, etc. Creo que lo que quieren decir es simplemente que no podemos saber el rumbo que tomará la investigación ni qué tipo de herramientas se emplearán en el futuro, cosa que impide señalar una serie de características inmutables y eternas del método científico, haciendo imposible hallar un criterio de demarcación preciso.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 28 Feb 2024 18:31 #82000

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rdomenech31 escribió:
Yo creo que de lo que hablan Sokal y Bricmont en ese fragmento es de la imposibilidad de establecer un criterio de demarcación preciso entre ciencia y no-ciencia, que es algo que la mayoría de filósofos de la ciencia actuales aceptarían (aunque no todos). Con lo que dice de que el futuro es impredecible y que nos hallamos ante situaciones siempre nuevas, no creo que se refieran a que las leyes de la naturaleza o los hechos cambien, sino a que según avanza la investigación nos encontramos con nuevos problemas, realizamos nuevos experimentos que arrojan nuevos datos, vemos viejos datos con una luz distinta, etc. Creo que lo que quieren decir es simplemente que no podemos saber el rumbo que tomará la investigación ni qué tipo de herramientas se emplearán en el futuro, cosa que impide señalar una serie de características inmutables y eternas del método científico, haciendo imposible hallar un criterio de demarcación preciso.

Creo que es una cuestión decisiva a la hora de compartir o no la crítica de Sokal y Bricmont hacia Kuhn. Coincidimos tú y yo en que las leyes de la naturaleza (si es que existe algo así) y los hechos objeto de estudio científico no cambian. Entonces ¿qué cambia para que cambien las teorías científicas explicativas del mundo?

Según tu exposición, "nos encontramos con nuevos problemas, realizamos nuevos experimentos que arrojan nuevos datos, vemos viejos datos con una luz distinta, etc.". Entonces nos encontramos con un dilema: o eso sucede de forma un tanto caótica y azarosa (y entonces el desarrollo científico iría de aquí para allá sin ningún sentido, como pollo sin cabeza) o tenemos que pensar que hay cambios sociales y culturales (es decir, cambios en la imagen del mundo) que van dirigiendo el proceso de cambio también en las teorías científicas. Esta segunda opción sería la que toma Kuhn: el cambio de paradigmas como consecuencia de cambios culturales en la historia de la humanidad.

¿Podemos afirmar que la ciencia es uno más de los componentes de la cultura de una sociedad? ¿O más bien diríamos, como Sokal y Bricmont parecen creer, que es el azar la directriz del avance de la ciencia? Cabe también una tercera alternativa: que la ciencia, como la Humanidad, vaya dirigida a un fin concreto por una fuerza o un ente sobrenatural y omnipotente; pero voy a descartar esta opción.

Te reconozco que, si uno no cree en el sentido de la Historia, también la sociedad y su cultura avanza por caminos indeterminados y, por tanto, en cierto modo, azarosos. Pero al menos, ese azar, si actúa sobre un conglomerado social mucho más amplio que uno solo de sus elementos (la imagen científica del mundo), será menos errático y volátil.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 28 Feb 2024 19:15 #82002

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Nolano escribió:

¿Podemos afirmar que la ciencia es uno más de los componentes de la cultura de una sociedad? ¿O más bien diríamos, como Sokal y Bricmont parecen creer, que es el azar la directriz del avance de la ciencia? Cabe también una tercera alternativa: que la ciencia, como la Humanidad, vaya dirigida a un fin concreto por una fuerza o un ente sobrenatural y omnipotente; pero voy a descartar esta opción.

Yo no creo que Sokal y Bricmont piensen que la ciencia avanza de manera azarosa. Dicen más bien que no podemos predecir cómo avanzará. Es obvio que no podemos predecir cuáles serán en el futuro las teorías y los métodos de la ciencia, ya que si pudiéramos predecirlo, pues adoptamos ahora mismo esas teorías y métodos futuros y nos ahorramos el trayecto.

La ciencia es un componente de la cultura o de la sociedad, pero no es un componente cualquiera. La manera en que avanza la ciencia no puede explicarse únicamente recurriendo a explicaciones sociológicas, por ejemplo. El avance de la ciencia dependerá en cierta medida de causas sociales y culturales, pero dependerá también en gran medida de cómo sea la realidad. Hemos acabado seleccionando métodos que nos permiten elaborar teorías que representan en cierta manera la realidad, y qué métodos sirvan para ello depende en gran medida de cómo sea la realidad misma. Obviamente, el contenido de nuestras teorías también dependerá en gran medida de cómo sea la realidad, ya que son una representación de esta.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 29 Feb 2024 12:09 #82015

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rdomenech31 escribió:
Yo no creo que Sokal y Bricmont piensen que la ciencia avanza de manera azarosa. Dicen más bien que no podemos predecir cómo avanzará. Es obvio que no podemos predecir cuáles serán en el futuro las teorías y los métodos de la ciencia, ya que si pudiéramos predecirlo, pues adoptamos ahora mismo esas teorías y métodos futuros y nos ahorramos el trayecto.

La ciencia es un componente de la cultura o de la sociedad, pero no es un componente cualquiera. La manera en que avanza la ciencia no puede explicarse únicamente recurriendo a explicaciones sociológicas, por ejemplo. El avance de la ciencia dependerá en cierta medida de causas sociales y culturales, pero dependerá también en gran medida de cómo sea la realidad. Hemos acabado seleccionando métodos que nos permiten elaborar teorías que representan en cierta manera la realidad, y qué métodos sirvan para ello depende en gran medida de cómo sea la realidad misma. Obviamente, el contenido de nuestras teorías también dependerá en gran medida de cómo sea la realidad, ya que son una representación de esta.

Si no hay una instancia trascendente que dé sentido al mundo, yo creo que estamos en manos del azar, ¿no? Bueno, tal vez cabe argumentar que el hombre está en manos de su propia voluntad, y él marca su propio destino. Pero teniendo en cuenta la multitud de hombres que hay en el mundo (y los que ya han existido dejando su huella en el mundo) esa voluntad de un "hombre" genérico difícilmente puede conciliarse con la voluntad de cada hombre individual, de forma que esa voluntad llamémosla genérica viene a resultar un resultado más bien azaroso (de ahí que sea desconocido y cuando se presenta se nos presente como inesperado) desde el punto de vista del hombre individual o de una pequeña parte de la humanidad, como pueden ser los hombres existentes en un momento histórico concreto.

En lo que respecta a la ciencia, vamos a suponer, con Sokal y Bricmont, y creo que tú compartes ese punto de vista, que hay una aproximación asintótica entre la realidad como tal y la imagen cientifica del mundo. Quiero decir: que según la humanidad va acumulando más y más hechos en la Historia, y, en consecuencia, más y más saber científico, cabe suponer que, aunque nunca la imagen científica llegue a coincidir con la realidad, aquella está cada vez más cerca de esta. Puedo convenir contigo y con Sokal y Bricmont, en esto; y seguramente Kuhn también lo haría. La cuestión en debate no sería esto, que hoy conozcamos mejor el Universo que Newton y este mejor que Ptolomeo. Lo que se plantea es: ¿de qué manera se produce ese acercamiento? ¿Es un proceso más o menos lineal o tiene grandes altibajos? ¿Todos los pasos que da la ciencia son en sentido aproximativo a la realidad o puede haber procesos de divergencia (aunque sean puntuales y generalmente acaben siendo corregidos)?

Otra cuestión conexa es: ¿ese acercamiento asintótico teoría-realidad es impulsado por los experimentos? ¿O, por el contrario, es impulsado por el avance en los modelos, por los cambios de paradigma? Esto segundo es lo que sostiene Kuhn (y voy yo también a adoptar esta tesis) y lo primero lo que sostienen Sokal y Bricmont (y supongo que es la tesis que pretendes defender tú).
Sokal y Bricmont:
...el Kuhn desenfrenado, aquel que se ha convertido, quizá contra su voluntad, en uno de los padres fundadores del relativismo contemporáneo, está convencido de que los cambios de paradigma se deben principalmente a factores no empíricos y que, una vez adoptados, condicionan hasta tal punto nuestra percepción del mundo, que sólo pueden ser confirmados por nuestras experiencias posteriores.

Por supuesto no discutimos desde maximalismos tipo "todo el avance de la ciencia se debe a los experimentos" o "todo el avance de la ciencia se debe a los sucesivos cambios de pardigma"; los propios Sokal y Bricmont, al afrontar la cuestión, dicen que según Kuhn "se deben principalmente a factores no empíricos"; por tanto, no exclusivamente. Y eso incluso el Kuhn desenfrenado.

Si he esbozado bien el terreno de juego del debate, podemos pasar a analizar el caso de John Dalton y su teoría atómica, que es el caso que eligen Sokal y Bricmont para refutar al Kuhn desenfrenado, y que el propio Kuhn estaría de acuerdo con tomar como ejemplo altamente significativo (cito del libro "The Structure of Scientific Revolutions", edición de 2012, traducción del inglés mía):
Kuhn
Como resultado de lo que quizás sea nuestro ejemplo más completo de una revolución científica... (p. 133)

O sea, que el propio Kuhn considera el caso de Dalton el "ejemplo más completo de una revolución científica", así que hay coincidencia en la relevancia de este caso para la cuestión que debatimos.

No es que yo sepa mucho de química atomística, realmente no sé casi nada. Pero voy a ir reproduciendo poco a poco las páginas pertinentes del libro de Kuhn (como hice con las de Perrin cuando discutíamos sobre Lyotard). También me apoyaré en las páginas que tratan sobre Dalton del libro "Historia de la Ciencia" de Solís y Sellés, aunque no voy a reproducirlas porque supongo que todo el mundo aquí dispone de dicho libro.

¿De acuerdo con el plan que acabo de presentar?
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 29 Feb 2024 16:00 #82017

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Nolano escribió:

Si no hay una instancia trascendente que dé sentido al mundo, yo creo que estamos en manos del azar, ¿no? Bueno, tal vez cabe argumentar que el hombre está en manos de su propia voluntad, y él marca su propio destino. Pero teniendo en cuenta la multitud de hombres que hay en el mundo (y los que ya han existido dejando su huella en el mundo) esa voluntad de un "hombre" genérico difícilmente puede conciliarse con la voluntad de cada hombre individual, de forma que esa voluntad llamémosla genérica viene a resultar un resultado más bien azaroso (de ahí que sea desconocido y cuando se presenta se nos presente como inesperado) desde el punto de vista del hombre individual o de una pequeña parte de la humanidad, como pueden ser los hombres existentes en un momento histórico concreto.

Bueno, también está la posibilidad de que el rumbo de la investigación científica esté parcialmente determinado por las características de la reaalidad. Eso basta para que se trate de un proceso no totalmente azaroso ni arbitrario. Cierto es que los seres humanos podrían haber decidido emplear métodos menos eficaces o totalmente ineficaces por los motivos que sea. En último término, por tanto, alguien podría decir que el hecho de que la ciencia progrese de manera hasta cierto punto ordenada se debe al azar. Yo no creo que Sokal y Bricmont lleguen a plantearse esta cuestión, están hablando en términos mucho más mundanos, en mi opinión.

En lo que respecta a la ciencia, vamos a suponer, con Sokal y Bricmont, y creo que tú compartes ese punto de vista, que hay una aproximación asintótica entre la realidad como tal y la imagen cientifica del mundo. Quiero decir: que según la humanidad va acumulando más y más hechos en la Historia, y, en consecuencia, más y más saber científico, cabe suponer que, aunque nunca la imagen científica llegue a coincidir con la realidad, aquella está cada vez más cerca de esta. Puedo convenir contigo y con Sokal y Bricmont, en esto; y seguramente Kuhn también lo haría. La cuestión en debate no sería esto, que hoy conozcamos mejor el Universo que Newton y este mejor que Ptolomeo. Lo que se plantea es: ¿de qué manera se produce ese acercamiento? ¿Es un proceso más o menos lineal o tiene grandes altibajos? ¿Todos los pasos que da la ciencia son en sentido aproximativo a la realidad o puede haber procesos de divergencia (aunque sean puntuales y generalmente acaben siendo corregidos)?

Creo que a medio plazo el avance de la ciencia es lineal en cuanto a las predicciones de la teoría. El paso de una teoría a otra puede suponer un cambio muy radical en el tipo de explicación que proporciona, pero la nueva teoría mantendrá por lo menos la mayor parte de los éxitos predictivos de la anterior y obtendrá nuevos éxitos predictivos que justifiquen el paso de una teoría a otra.

A muy corto plazo, en principio, es razonable pensar que pueda haber pequeños retrocesos (por ejemplo, puede que se acepte una teoría por su mayor simplicidad o por algún otro criterio no empírico de este tipo) antes de poder confirmar sus predicciones más importantes. Luego podría descubrirse que esas predicciones no se cumplen y que la teoría anterior tenía más éxito. No se me ocurre ningún caso ahora mismo, pero eso sería en principio posible. Aunque seguramente en la práctica no se daría totalmente la nueva teoría por buena hasta que demostrara tener algún tipo de éxito empírico.

Otra cuestión conexa es: ¿ese acercamiento asintótico teoría-realidad es impulsado por los experimentos? ¿O, por el contrario, es impulsado por el avance en los modelos, por los cambios de paradigma?

No creo que la cuestión deba plantearse así. Desde luego, el acercamiento a la realidad es provocado por el avance en los modelos. Los nuevos modelos representan mejor la realidad y por eso la ciencia avanza. La pregunta es más bien qué impulsa ese cambio hacia mejores modelos. ¿Se trata principalmente de causas sociales, culturales, etc? ¿Se trata de los resultados predictivos? ¿O se trata tal vez de elementos no empíricos pero tampoco sociales o culturales como, por ejemplo, la búsqueda de una mayor simplicidad, una mayor unidad entre teorías, etc?

Yo creo que la causa principal son los resultados predictivos, aunque el último tipo de causas también tienen bastante importancia y las causas sociales y culturales también tienen importancia, aunque irían en último lugar.

Si he esbozado bien el terreno de juego del debate, podemos pasar a analizar el caso de John Dalton y su teoría atómica, que es el caso que eligen Sokal y Bricmont para refutar al Kuhn desenfrenado, y que el propio Kuhn estaría de acuerdo con tomar como ejemplo altamente significativo (cito del libro "The Structure of Scientific Revolutions", edición de 2012, traducción del inglés mía):
Kuhn
Como resultado de lo que quizás sea nuestro ejemplo más completo de una revolución científica... (p. 133)

O sea, que el propio Kuhn considera el caso de Dalton el "ejemplo más completo de una revolución científica", así que hay coincidencia en la relevancia de este caso para la cuestión que debatimos.

No es que yo sepa mucho de química atomística, realmente no sé casi nada. Pero voy a ir reproduciendo poco a poco las páginas pertinentes del libro de Kuhn (como hice con las de Perrin cuando discutíamos sobre Lyotard). También me apoyaré en las páginas que tratan sobre Dalton del libro "Historia de la Ciencia" de Solís y Sellés, aunque no voy a reproducirlas porque supongo que todo el mundo aquí dispone de dicho libro.

¿De acuerdo con el plan que acabo de presentar?

Yo preferiría tratar el surgimiento de la teoría de la relatividad, porque lo conozco más, pero si consideras muy preferible el caso que propones puedo adaptarme.
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