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TEMA: Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont

Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 06 Mar 2024 16:22 #82155

  • rdomenech31
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Creo que lo primero que deberíamos hacer es tratar de ponernos de acuerdo acerca de cuáles son las tesis defendidas por Feyerabend. Explico cómo las entiendo yo:

La principal tesis que defiende Feyerabend en Contra el método es que no existe un método científico universal. No hay una serie de reglas fijas que siga la ciencia. Si formulamos las reglas que la ciencia parece seguir y examinamos la historia de la ciencia nos damos cuenta de que no hay una sola regla que no se haya roto en algún momento.

Además, Feyerabend considera que la idea de que existen una serie de reglas fijas que la ciencia deba seguir es perniciosa para la propia ciencia. La ciencia progresa y avanza presisamente gracias a la audacia, gracias a investigadores que se atreven a cuestionarlo todo y a poner en entredicho cualquier regla. Hasta aquí, sus tesis no parecen tan radicales, pero Feyerabend va más lejos.

Defiende una versión de la inconmensurabilidad entre teorías más radical que la de Kuhn. Según él, no puede haber conexiones lógicas entre teorías rivales que nos permitan compararlas entre sí. La observación es determinada por la teoría y no hay posibilidad de comprobar cuál es la mejor teoría. La ciencia progresa más bien como el arte, es decir, por medio de cambios de estilo. No se puede hablar de auténtico progreso en la ciencia.

Lo que propone Feyerabend es proceder, aunque sea de vez en cuando, contrainductivamente, proponiendo incluso teorías contradictorias con teorías bien establecidas, o teorías basadas en ideas ya rechazadas o recurrir incluso a ideas que tengan su origen en mitos, religiones, etc. Propone esto porque considera que la proliferación de teorías es lo que hace avanzar la ciencia.

Cito un fragmento de Contra el método donde se dice eso de que "todo vale" (páginas 289-290 capítulo 18):

La idea de que la ciencia puede, y debe, regirse según reglas
fijas y universales, es a la vez irrealista y perniciosa. Es irrealista
porque supone una visión demasiado simple del talento de los
hombres y de las circunstancias que animan, o producen, su desarrollo. Y es perniciosa porque el intento de reforzar las reglas está
condenado a incrementar nuestra cualificación profesional a expensas de nuestra humanidad. Además, semejante idea es perjudicial para la ciencia misma porque olvida las complejas condiciones
físicas e históricas que influyen sobre el cambio científico. Convierte
la ciencia en algo menos agradable y más dogmático: toda regla
metodológica va asociada a suposiciones cosmológicas, de modo
que al usar la regla estamos dando por supuesto que dichas suposiciones son correctas. El falsacionismo ingenuo da por supuesto
que las leyes de la naturaleza son manifiestas y que no se ocultan bajo irregularidades de una magnitud considerable. El empirismo
da por supuesto que la experiencia sensible refleja mejor el mundo
que el pensamiento puro. El elogio de la argumentación da por
supuestt) que los artificios de la Razón dan mejores resultados que
el juego incontrolado de nuestras emociones. Semejantes suposiciones pueden ser perfectamente plausibles e incluso verdaderas.
Sin embargo, ocasionalmente, deberían ser sometidas a contrastación. Someterlas a contrastación significa dejar de emplear la
metodología asociada con ellas, empezar a hacer ciencia de una
manera diferente, y ver qué pasa. Los estudios de casos, como los
que hemos señalado en capítulos anteriores, muestran que siempre
se han dado contrastaciones de este tipo, y ello nos informa contra
la validez universal de cualquier regla. Toda metodología tiene sus
límites y la única «regla» que sobrevive es el principio «todo
vale».

Es cierto que el uso de esa expresión puede no parecer tan radical. Habla de romper esas reglas de vez en cuando para ver qué pasa, pero las consecuencias sí que son radicales. Al fin y al cabo, cualquier charlatán, cualquier vendedor de humo, puede decir que está procediendo contrainductivamente, siguiendo el consejo de Feyerabend. También son radicales las consecuencias que Feyerabend extrae.

La idea detrás de este consejo de Feyerabend está en que la observación que refute una teoría muchas veces solo saldrá a la luz dentro de una teoría rival, por lo que la proliferación de teorías es la que permitirá ese cambio. Pero está suponiendo que esa proliferación de teorías surge de la simple invención o creatividad, que es una mera propuesta de nuevos estilos de la misma manera que aparecen nuevos estilos en el arte. Esto convierte su propuesta en radical. En Adiós a la razón dice lo siguiente (página 188 capítulo 6 de Ciencia como arte):

1. Riegl tiene razón al decir que las artes han
desarrollado una serie de formas estilísticas y que
estas formas existen en igualdad de derechos, a no
ser que se las enjuicie desde el punto de vista arbitrariamente elegido de una determinada forma de
estilo. Incluso cuando se elige con motivos un
punto de vista de este tipo, existe para cada grupo
de motivos otros grupos, es decir, en la fundamentación o se llega a una elección o a intuiciones, o
sea, a acción automática y, así, de nuevo a una
elección, aunque esta vez no reflexionada.
2. La afirmación de Riegl afecta asimismo a las
ciencias. También éstas han desarrollado una serie
de estilos, incluyendo estilos de comprobación, y el
desarrollo de un estilo a otro es, decimos nosotros,
totalmente análogo al desarrollo desde la Antigüedad al estilo gótico.

Un poco más adelante dice (páginas 189-190 mismo capítulo que la cita anterior):

6. El éxito sólo puede distinguir a un estilo de
pensar cuando se poseen ya criterios que determinan lo que es éxito. Para el gnóstico, el mundo
material es apariencia, el alma real, y el éxito es
sólo lo que acontece a la última. De nuevo se
oculta tras la aceptación de un estilo, no algo
«objetivo», sino un elemento más del estilo.
7. Por ejemplo, muchas personas se atienen hoy
al estilo de pensar de las ciencias, por haber perdido su interés por cosas sobrenaturales, porque les
parece mucho más importante la fama terrena que
la salud del alma, porque uno quiere mantenerse
alejado de otras personas (éste es el motivo objetivo
del deseo de objetividad) y porque se cree —y, por
cierto, no basándose en investigaciones más precisas— que las ciencias pueden aumentar y mejorar
los bienes terrenos.
8. La elección de un estilo, de una realidad, de
una forma de verdad, incluyendo criterios de realidad y de racionalidad, es la elección de un producto
humano. Es un acto social, depende de la situación
histórica, ocasionalmente es un proceso relativamente consciente —se reflexiona sobre distintas
posibilidades y se decide una por una— , mucho
más frecuentemente es acción directa basándose en
intuiciones más fuertes. Es «objetiva» esta elección
sólo en el sentido condicionado por la situación histórica: también la objetividad es una característica
de estilo (compárese, por ejemplo, el puntillismo
con el realismo o el naturalismo). Así, pues, uno se
decide en favor o en contra de las ciencias exactamente como uno se decide por el punk rock o en
contra de él, por lo demás con la diferencia de que
la actual inserción social de las ciencias rodea a la
decisión del primer caso con mucha más palabrería
y también con mucho más ruido.

9. Y, dado que hasta ahora se creía que sólo las
artes se encuentran en esta situación; dado que, por tanto, la situación sólo se ha conocido, hasta cierto
punto, en las artes, la conclusión es que la mejor
manera de describir la situación análoga en las
ciencias y los muchos recubrimientos existentes ahí,
y de los que yo sólo he mencionado una pequeña
porción, se dice que las ciencias son artes en el sentido de esta comprensión progresiva del arte.
(Si viviéramos en un tiempo en que se creyera
ingenuamente en el poder curativo y en la «objetividad» de las artes, si no se separa arte y Estado, si
las artes se sustituyeran con medios fiscales, si se las
aprendiera en las escuelas como disciplinas obligatorias, mientras que las ciencias serían consideradas
como colecciones de juguetes, de las que los jugadores una vez elegirían un juego y otra vez otro,
entonces, como es natural, sería igualmente indicado recordar que las artes son ciencias. Pero, desgraciadamente, no vivimos en un tiempo así.)

Creo que el carácter radical de las tesis de Feyerabend es evidente aquí. En el mismo libro, Feyerabend equipara a las ciencias la astrología y las medicinas alternativas, considerándolas de igual valor.

No creo que Sokal y Bricmont exageren las tesis de Feyerabend, creo que estas son genuinamente radicales.

Edito: Por cierto, ¿Tú sabes a qué tipo de izquierda se adhiere Sokal? Yo no he sido capaz de encontrar esa información.
Última Edición: 07 Mar 2024 11:59 por rdomenech31.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 06 Mar 2024 16:40 #82156

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Para reforzar lo dicho en mi anterior mensaje sobre que las tesis de Feyerabend son radicales, cito un fragmento de Contra el método (páginas 295-296 capítulo 18):

De acuerdo con dicho cuento de hadas, el éxito de la ciencia es
el resultado de una sutil y equilibrada combinación de inventiva y
control. Los científicos tienen ideas y disponen de métodos especiales para mejorarlas. Las teorías científicas han superado el test
del método y ofrecen una explicación del mundo mucho mejor que
las ideas que no han superado el test.
El cuento de hadas explica por qué la sociedad moderna trata la
ciencia de forma especial y por qué le concede privilegios que no
disfrutan otras instituciones.
En una concepción idealista, el estado moderno es ideológicamente neutral. La religión, el mito, los prejuicios sí tienen una
influencia, pero sólo de forma indirecta, a través de los partidos
políticamente influyentes. Los principios ideológicos pueden penetrar la estructura del gobierno, pero sólo por medio del voto de la
mayoría, y tras una prolongada discusión de las posibles consecuencias. En nuestras escuelas las religiones principales se enseñan
como fenómenos históricos. Sólo se enseñan como partes de la
verdad si los padres insisten en un modo más directo de instrucción. Es responsabilidad suya decidir sobre la educación religiosa
de sus hijos. El apoyo financiero a las ideologías no excede al
apoyo financiero concedido a los partidos y grupos privados.
Estado e ideología, estado e iglesia, estado y mito, están cuidadosamente separados.
Estado y ciencia, sin embargo, van estrechamente juntos. Se
gastan inmensas sumas en el avance y aplicación de las ideas científicas. Materias bastardas tales como la filosofía de la ciencia,
que no cuentan con un sólo descubrimiento en su favor, se aprovechan del boom de las ciencias. Incluso las relaciones humanas
son tratadas de manera científica, como se ve por los programas de
educación, propuestas para la reforma de las prisiones, instrucción
del ejército, etc. Casi todas las materias científicas son materias
obligatorias en las escuelas. Mientras que los padres de un niño de
seis años pueden decidir que se instruya a su hijo en los rudimentos del protestantismo o de la fe judaica, o incluso omitir por
completo la instrucción religiosa, no tienen una libertad semejante
en el caso de las ciencias. Debe aprender física, astronomía,
historia. Estas materias no pueden ser sustituidas por la magia, la
astrología, o por el estudio de las leyendas.
Tampoco se está contento con una exposición meramente
histórica de los hechos y principios físicos (astronómicos, históricos, etc.). No se dice: algunas personas creen que la tierra se
mueve alrededor del sol, mientras que otros conciben la tierra
como una esfera hueca que contiene el sol, los planetas y las
estrellas fijas. Lo que se dice es: la Tierra se mueve alrededor del
Sol y todo lo demás es pura necedad.
Por último, la manera en que se aceptan o rechazan las ideas
científicas es radicalmente diferente de los procedimientos de
decisión democrática. Aceptamos leyes científicas y hechos científicos, los enseñamos en las escuelas y los convertimos en base de
importantes decisiones políticas, pero todo ello sin haberlo sometido jamás a votación. Los científicos no se someten a votación, o
al menos eso es lo que ellos dicen, y el profano, ciertamente, no
somete a los científicos a votación. A veces se discuten propuestas
concretas, y resulta indicado hacer una votación. Pero el procedimiento no se extiende a las teorías generales y a los hechos
científicos. La sociedad moderna es «copernicana» no porque el
copernicanismo fuese escrito en una papeleta, sometido a un
debate democrático, y luego saliese elegido por mayoría absoluta;
es «copernicana» porque los científicos son copernicanos y porque
se acepta su cosmología tan acríticamente como en otro tiempo se
aceptaba la cosmología de los obispos y cardenales.

A mí estas ideas me parecen radicales y manifiestamente absurdas.
Última Edición: 07 Mar 2024 12:01 por rdomenech31.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 06 Mar 2024 20:59 #82164

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rdomenech31 escribió:
Edito: Por cierto, ¿Tú sabes a qué tipo de izquierda se adhiere Sokal? Yo no he sido capaz de encontrar esa información.

Te agradecería que hicieras explícita la referencia a la página o capítulo donde Feyerabend expone lo que dices. Así podría ver en qué contexto se dice eso y, en su caso, podría corregir o matizar alguna mala traducción. No sé qué edición de "Against Method" manejas.

En cuanto a lo del tipo de izquierda al que podemos adscribir a Sokal, yo me guío por lo que él mismo dice y a quién cita como referencia. Vamos a partir del propio marco de referencia que fijan Sokal y Bricmont: habría, por un lado, una izquierda bicéfala y, por otro, una derecha.
Sokal y Bricmont (p.16-17):

Pero no queremos que nuestro libro se vea como una andanada más en la penosa «Guerra de las Culturas», y menos aún como una andanada disparada desde la derecha. El pensamiento crítico sobre la injusticia de nuestro sistema económico y sobre la opresión racial y sexual ha ido en aumento en muchas instituciones académicas desde los años sesenta y ha sido objeto, en los últimos años, de burla y de injustas críticas. No hay en nuestro libro que pueda ni remotamente interpretarse en ese sentido.

De aquí, claramente, se deduce una profesión de fe izquierdista. ¡No tenemos nada que ver con la derecha, faltaría más! Pero a continuación, viene el posicionamiento en una concreta de las "dos izquierdas".
Sokal y Bricmont:

Nuestro libro se enfrenta a contextos institucionales muy diferentes en Francia y en el mundo de habla inglesa. Mientras que los autores que criticamos han tenido un gran impacto en la enseñanza superior francesa y cuentan con abundantes discípulos en los medios de comunicación, las editoriales y los medios intelectuales en general -de ahí algunas de las furiosas reacciones contra nuestro libro-, sus homólogos angloamericanos son todavía una minoría duramente combatida dentro de los círculos intelectuales (aunque muy bien atrincherada en algunas plazas fuertes). Esto tiende a hacerlos parecer más «radicales» y «subversivos» de lo que realmente son, tanto a sus ojos como a los de sus críticos. Pero nuestro libro no va contra el radicalismo político, sino contra la confusión intelectual. Nuestro objetivo no es criticar a la izquierda, sino ayudarla a defenderse de un sector de ella misma que se deja arrastrar por la moda. Michael Albert, escribiendo en Z Magazine, lo resumía muy bien: «No hay nada veraz, sabio, humano ni estratégico en confundir la hostilidad a la injusticia y a la opresión, que es de izquierdas, con la hostilidad a la ciencia y a la racionalidad, que es un sinsentido».

Tenemos, pues, una izquierda "alocada", triunfante en Francia, que ha abandonado la ortodoxia comunista (¿tal vez desde el Mayo de 1968 y el llamado "eurocomunismo"?) y ha implantado la moda del "sinsentido". El propósito de Sokal y Bricmont es defender a la izquierda de un sector de la izquierda "que se deja arrastar por la moda". Hago aquí un inciso puramente personal: dada la afición de la izquierda del siglo XX a las purgas y a los piolets, a veces la crítica intraizquierda puede llegar a ser más furibunda que la crítica de la izquierda hacia la derecha.

En particular un dato que me ha llamado mucho la atención y que me ha llevado a mi opinión sobre el alineamiento ideológico de Sokal, ha sido la desmesurada afición que muestra a citar a Eric Hobsbawm (pp. 225, 251, 282, 285-286,289 de "Imposturas Intelectuales") sin venir mucho a cuento y sin que realmente tenga mucho que ver con el hilo principal del libro. Cito algunos textos de Roger Scruton acerca de este personaje:
Roger Scruton, en "Pensadores de la Nueva Izquierda", capítulo 2:
Entre los historiadores que sentaron en el Reino Unido las bases de la Nueva Izquierda, destacan dos especialmente, tanto por la brillantrez de sus escritos como por la determinante influencia de su compromiso. Tanto Eric Hobsbawm como E.P. Thompson fueron alentados por el movimiento comunista al que tantos se afiliaron antes y durante la Segunda Guerra Mundial. Y ambos se implicaron activamente en el movimiento pacifista durante la época en que la paz era también el objetivo de la política exterior soviética...
Hobsbawm ha recibido muchas críticas, menos por su inclinación comunista que por su obstinada lealtad al partido cuando se hicieron públicos sus crímenes, y abandonó sus filas cuando no tenía más remedio, puesto que el Partido Comunista se disolvió vergonzosamente a finales de 1990. Thompson dejó el partido en 1956 como respuesta a la invasión soviética de Hungría, que el Partido Comunista del Reino Unido se negó a condenar. Hobsbawm afirmó (en el "Daily Worker", 9 de noviembre de 1956), que aprobaba lo ocurrido en Hungría, aunque con "pesar en su corazón". Y hasta su muerte, en 2012, siguió aprobando con el mismo pesar en su corazón las atrocidades que otros ex comunistas contemplaban cada vez con mayor indignación, y esta circunstancia ha sido la que ha puesto en duda su reputación. Pero su caso ilustra hasta dónde puede llegar la colaboración con el crimen cuando es la izquierda quien lo comete. Los crímenes perpetrados por la derecha no disfrutan de esa indulgencia: esto nos muestra un rasgo significativo de los movimientos de izquierdas, que parecen poseer la misma capacidad que las religiones tanto para tolerar el crimen como para limpiar la conciencia de sus cómplices.

Esta observación, referente a que para los pensadores de izquierdas la moneda siempre cae del mismo lado (y nunca del contrario), se aprecia en un fragmento de Sokal, que ya cité hace unas semanas:
Sokal, Apéndice C, p.289:
Pruebe usted a negar que existen aserciones verdaderas no dependientes del contexto y verá cómo no se limita a tirar por la borda la mecánica cuántica y la biología molecular: arrojará también las cámaras de gas nazis, la esclavización de africanos en América...

¿Algo que decir del Gulag, del Holodomor, de las hambrunas de Mao o de Pol Pot?
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


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Última Edición: 06 Mar 2024 21:08 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 12:08 #82176

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Nolano escribió:

Te agradecería que hicieras explícita la referencia a la página o capítulo donde Feyerabend expone lo que dices. Así podría ver en qué contexto se dice eso y, en su caso, podría corregir o matizar alguna mala traducción. No sé qué edición de "Against Method" manejas.

La edición de "Contra el método" que uso es la de la editorial Tecnos de 1986, que fue la primera edición en esa editorial. La edición que uso de "Adiós a la razón" es la tercera edición de la editorial Tecnos, de 1996.

He modificado mis dos mensajes anteriores para indicar los números de página y capítulos.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 12:17 #82177

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¿Crees entonces que Sokal y Bricmont son marxistas? Yo no veo que tengamos datos suficientes para saberlo. A Hobsbawm no lo citan tanto como parece mirando el índice analítico. Solo citan dos breves fragmentos suyos (que se repiten en el apéndice). En otra página lo mencionan pero haciendo referencia a lo que ya citaron. Luego lo mencionan brevemente en un par de notas a pie de página. No creo que eso baste para suponer que comparten sus ideas, podría ser que lo citaran porque critica al posmodernisto y porque coinciden con lo que dice sobre esa corriente. Yo cité a Sebreli en otro hilo porque estoy de acuerdo con lo que dice sobre Deleuze. Pero Sebreli es marxista y yo no.

Lo de no citar los crímenes de los regímenes autoritarios de izquierda podría deberse a su ideología, como dices. Pero también podría deberse a que pretenden citar aquellos crímenes que sus oponentes no querrían negar bajo ningún concepto. Es difícil saber cuál es su intención.

De todos modos, si son marxistas, yo no necesito serlo para estar de acuerdo con su crítica a ciertos autores.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 12:25 #82178

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Nolano escribió:

Te agradecería que hicieras explícita la referencia a la página o capítulo donde Feyerabend expone lo que dices. Así podría ver en qué contexto se dice eso y, en su caso, podría corregir o matizar alguna mala traducción. No sé qué edición de "Against Method" manejas.

La edición de "Contra el método" que uso es la de la editorial Tecnos de 1986, que fue la primera edición en esa editorial. La edición que uso de "Adiós a la razón" es la tercera edición de la editorial Tecnos, de 1996.

He modificado mis dos mensajes anteriores para indicar los números de página y capítulos.

Gracias. Como yo uso la última edición en inglés, es posible que haya algunas divergencias, por modificaciones (supresiones o ampliaciones) debidas al propio Feyerabend. Nos serán de mucha utilidad las referencias al capítulo concreto de las citas. Las páginas de la edición en español algo menos, pero también ayudará el conocerlas.
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Última Edición: 07 Mar 2024 12:26 por Nolano.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 12:40 #82180

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rdomenech31 escribió:
¿Crees entonces que Sokal y Bricmont son marxistas? Yo no veo que tengamos datos suficientes para saberlo. A Hobsbawm no lo citan tanto como parece mirando el índice analítico. Solo citan dos breves fragmentos suyos (que se repiten en el apéndice). En otra página lo mencionan pero haciendo referencia a lo que ya citaron. Luego lo mencionan brevemente en un par de notas a pie de página. No creo que eso baste para suponer que comparten sus ideas, podría ser que lo citaran porque critica al posmodernisto y porque coinciden con lo que dice sobre esa corriente. Yo cité a Sebreli en otro hilo porque estoy de acuerdo con lo que dice sobre Deleuze. Pero Sebreli es marxista y yo no.

Lo de no citar los crímenes de los regímenes autoritarios de izquierda podría deberse a su ideología, como dices. Pero también podría deberse a que pretenden citar aquellos crímenes que sus oponentes no querrían negar bajo ningún concepto. Es difícil saber cuál es su intención.

De todos modos, si son marxistas, yo no necesito serlo para estar de acuerdo con su crítica a ciertos autores.

Bricmont no lo sé, pero Sokal me parece que sí. En Wikipedia podemos leer de él: "Enseñó matemáticas en la Universidad Nacional Autónoma de Nicaragua durante el gobierno sandinista, siendo expulsado de dicha universidad durante el gobierno de Violeta Chamorro". No da más detalles.

En todo caso, por supuesto lo relevante es lo que dice, no su ideología de adscripción, sino la posición política que muestra en el libro que comentamos. Lo relevante en lo que a mí respecta, es el totalitarismo ideológico que desprende, enfrentándose a la libertad para discrepar que defienden Lyotard y Feyerabend.

Quiero decir que, bajo capa de poner en evidencia presuntos dislates de Lyotard y Feyerabend, realmente no está impugnando su manera (según él) chapucera y/o indocumentada de tratar los temas, sino que está discutiendo una cuestión de fondo, es decir, las ideas de Lyotard y Feyerabend, no el argumentario que estos usan, a diferencia de lo que en principio sería su objetivo expresamente declarado.

Creo que conviene conocer la ideología subyacente de Sokal para saber cuál pueda ser la finalidad de sus críticas. Que claramente no es la misma en el caso de Kuhn, Feyerabend o Lyotard (donde estaría en juego el debate ideológico izquierda/derecha) que en el caso de Deleuze o Lacan (donde estaría en juego un debate intraizquierda).

NOTA: Utilizo las etiquetas de izquierda y derecha en un sentido más o menos convencional, aunque habría mucho que discutir sobre qué es cada cosa en el mundo presente.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 19:05 #82191

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Me sigue costando hacer una lectura política del libro. En mi opinión el libro tiene dos objetivos. El primero es, como señalas, el objetivo de criticar a autores como Deleuze o Irigaray, que es denunciar el uso fraudulento que hacen de terminología científica. El otro es criticar ciertas posiciones relativistas o constructivistas. Está claro que ellos defienden que la ciencia es capaz de proporcionarnos un conocimiento objetivo. Yo no creo que defender eso signifique defender ideas totalitarias.

Aunque no soy partidario de un realismo ingenuo (del mismo modo que no lo es ningún filósofo de la ciencia actual que yo conozca), sí que soy partidario de un punto de vista realista (entendido de la manera que ya expresé al empezar con la parte de Kuhn). No creo que el rechazo del relativismo y del constructivismo me comprometa con posiciones de extrema izquierda. Desde luego, no creo que me convierta en marxista. Es posible que Sokal sea marxista, pero puedo compartir sus argumentos contra el relativismo y el constructivismo sin necesidad de compartir sus ideas políticas. Aunque en distintas partes del libro haga alusión a sus ideas políticas yo sigo interpretando que lo hace para dejar claro que no critica a esos autores por motivos políticos. Pero, si no fuera así, ello no me impide compartir sus argumentos aunque no comparta sus objetivos.

¿A ti no te parecen radicales y absurdas las afirmaciones que hace Feyerabend en los fragmentos que cité? ¿Te parecería bien que en los colegios se ofrecieran asignaturas sobre astrología o terraplanismo? ¿Te parecería bien que se enseñara el creacionismo situándolo al mismo nivel que la teoría de la evolución, diciendo "algunas personas creen esto y otras esto otro"?
Última Edición: 07 Mar 2024 19:08 por rdomenech31.
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Imposturas intelectuales. Sokal y Bricmont 07 Mar 2024 21:22 #82210

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rdomenech31 escribió:
Me sigue costando hacer una lectura política del libro. En mi opinión el libro tiene dos objetivos. El primero es, como señalas, el objetivo de criticar a autores como Deleuze o Irigaray, que es denunciar el uso fraudulento que hacen de terminología científica. El otro es criticar ciertas posiciones relativistas o constructivistas. Está claro que ellos defienden que la ciencia es capaz de proporcionarnos un conocimiento objetivo. Yo no creo que defender eso signifique defender ideas totalitarias.

Aunque no soy partidario de un realismo ingenuo (del mismo modo que no lo es ningún filósofo de la ciencia actual que yo conozca), sí que soy partidario de un punto de vista realista (entendido de la manera que ya expresé al empezar con la parte de Kuhn). No creo que el rechazo del relativismo y del constructivismo me comprometa con posiciones de extrema izquierda. Desde luego, no creo que me convierta en marxista. Es posible que Sokal sea marxista, pero puedo compartir sus argumentos contra el relativismo y el constructivismo sin necesidad de compartir sus ideas políticas. Aunque en distintas partes del libro haga alusión a sus ideas políticas yo sigo interpretando que lo hace para dejar claro que no critica a esos autores por motivos políticos. Pero, si no fuera así, ello no me impide compartir sus argumentos aunque no comparta sus objetivos.

¿A ti no te parecen radicales y absurdas las afirmaciones que hace Feyerabend en los fragmentos que cité? ¿Te parecería bien que en los colegios se ofrecieran asignaturas sobre astrología o terraplanismo? ¿Te parecería bien que se enseñara el creacionismo situándolo al mismo nivel que la teoría de la evolución, diciendo "algunas personas creen esto y otras esto otro"?

Lamentablemente no encuentro esos fragmentos en mi edición (la 3ª), así que supongo que Feyerabend los suprimió. Sí que he encontrado la referencia al "anything goes" en el capítulo 18 (ayer no la encontré porque en el índice analítico del final hay una errata y remite a la página 232, cuando está en la página 231, así que me volví loco buscando la referencia y no la encontraba). La reproduzco a continuación (y esto parece ser lo que ha escrito Feyerabend para sustituir lo que figuraba en la 1ª edición, que creo que es lo que tú has reproducido):
Feyerabend, p. 231-232, AM 3ª edición:
Algunos opinadores me han clasificado como un idealista en el sentido descrito solamente bajo el condicionante de que yo intento sustituir reglas familiares y estándares por reglas más "revolucionarias" tales como la proliferación y la contrainducción y casi todo el mundo me adscribe a una "metodología" con el "todo vale" (anything goes) como único "principio básico". Pero en el Capítulo 21 digo de forma bastante explícita que "mi intención no es sustituir un lote de reglas generales por otro equivalente: mi intención es, más bien, convencer al lector de que todas las metodologías, incluso las más obvias, tienen sus límites o, para decirlo en los términos que acabo de explicar, mi intención es mostrar que el idealismo, ya del tipo simple, ya del tipo contexto-dependiente, es la solución equivocada para los problemas de la racionalidad científica. Estos problemas no se resuelven mediante un cambio de estándares, sino tomando una perspectiva diferente de los estándares en su conjunto".
(Resaltado de Feyerabend)

Me tomaré unos días para leer completamente el libro de Feyerabend "Against Method" (AM). No obstante, de momento, como punto de partida me gustaría hacer notar que en el Prefacio a la 3ª edición inglesa, Feyerabend dice lo siguiente:
Feyerabend, p.xxviii, 3º edición:
Por lo que a mí respecta, las ideas principales del ensayo (es decir, las ideas expresadas en cursivas en la Introducción a la edición china) son bastante triviales y aparecen como triviales cuando se expresan en términos aceptables.

Así que me permito enumerar esas ideas, en cursiva en la Introducción de la edición china (reproducida en la 3ª edición inglesa):

*Los éxitos científicos no pueden explicarse de una manera simple.
*El éxito de la "ciencia" no se puede utilizar como argumento para tratar los problemas aún no resueltos por caminos estandarizados.
*Los procedimientos "no científicos" no pueden ser orillados por principio.
*El público puede participar en la discusión sin que eso pueda obstaculizar los caminos hacia el éxito (no existen tales caminos).
*Puede haber muchas diferentes clases de ciencia. La ciencia del Primer Mundo es una ciencia entre muchas.

Puede servir eso, de momento, como punto de partida.

En todo caso, la tesis de Feyerabend sobre el dominio de la ciencia como ideología única y el predominio no democrático del complejo institucional Ciencia-Estado, puede ser bastante plausible en el mundo presente, donde el complejo científico-político impuso importantes y graves restricciones a la libertad de los ciudadanos (que recordaban más a las medidas que se adoptaban en la Edad Media en caso de epidemias que a algo ni ligeramente científico-moderno) e impuso también vacunaciones masivas. También la presunta ciencia del Medio Ambiente impone sus reglas no votadas a los ciudadanos, cuando en absoluto se han podido contrastar de forma realmente científica (¿cómo contrastar hipótesis de cambios climáticos a 1.000 años vista, si ni siquiera la ciencia es capaz de predecir si va a llover en tal sitio dentro de una semana? ¿Es eso realmente "científico" o más bien el fundamento es exclusivamente político?).

A título de ejemplo, me consta que el Gobierno chino, durante la pandemia Covid-19 enviaba a los estudiantes chinos en Europa paquetes, a través del consulado chino en cada país, con productos de la medicina tradicional china, porque los chinos desconfían de los fármacos europeos. No sé si hacen bien o mal, aunque entre casi 200 galardones entregados, solo haya un premio Nobel de Medicina chino (2015): es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Ganadores_de...og%C3%ADa_o_Medicina

En todo caso, reitero que este sería un debate sobre las ideas de Feyerabend, no un debate sobre posibles falacias argumentales o imposturas intelectuales. Y es un debate de naturaleza claramente política (como lo era en el caso de Lyotard). No creo que se le pueda discutir a Feyerabend su derecho a pensar como le parezca, siempre que no incurra en defectos de argumentación.
Bin ich doch kein Philosophieprofessor, der nöthig hätte, vor dem Unverstande des andern Bücklinge zu machen.
No soy un profesor de Filosofía, que tenga que hacer reverencias ante la necedad de otro (Schopenhauer).


Jesús M. Morote
Ldo. en Filosofía (UNED-2014)
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Nolano escribió:

Lamentablemente no encuentro esos fragmentos en mi edición (la 3ª), así que supongo que Feyerabend los suprimió. Sí que he encontrado la referencia al "anything goes" en el capítulo 18 (ayer no la encontré porque en el índice analítico del final hay una errata y remite a la página 232, cuando está en la página 231, así que me volví loco buscando la referencia y no la encontraba). La reproduzco a continuación (y esto parece ser lo que ha escrito Feyerabend para sustituir lo que figuraba en la 1ª edición, que creo que es lo que tú has reproducido):
Feyerabend, p. 231-232, AM 3ª edición:
Algunos opinadores me han clasificado como un idealista en el sentido descrito solamente bajo el condicionante de que yo intento sustituir reglas familiares y estándares por reglas más "revolucionarias" tales como la proliferación y la contrainducción y casi todo el mundo me adscribe a una "metodología" con el "todo vale" (anything goes) como único "principio básico". Pero en el Capítulo 21 digo de forma bastante explícita que "mi intención no es sustituir un lote de reglas generales por otro equivalente: mi intención es, más bien, convencer al lector de que todas las metodologías, incluso las más obvias, tienen sus límites o, para decirlo en los términos que acabo de explicar, mi intención es mostrar que el idealismo, ya del tipo simple, ya del tipo contexto-dependiente, es la solución equivocada para los problemas de la racionalidad científica. Estos problemas no se resuelven mediante un cambio de estándares, sino tomando una perspectiva diferente de los estándares en su conjunto".
(Resaltado de Feyerabend)

Aquí suena bastante moderado, pero luego equipara la ciencia con las pseudociencias y afirma que progresa como el arte, por meros cambios de estilo.

Así que me permito enumerar esas ideas, en cursiva en la Introducción de la edición china (reproducida en la 3ª edición inglesa):

1 Los éxitos científicos no pueden explicarse de una manera simple.
2 El éxito de la "ciencia" no se puede utilizar como argumento para tratar los problemas aún no resueltos por caminos estandarizados.
3 Los procedimientos "no científicos" no pueden ser orillados por principio.
4 El público puede participar en la discusión sin que eso pueda obstaculizar los caminos hacia el éxito (no existen tales caminos).
5 Puede haber muchas diferentes clases de ciencia. La ciencia del Primer Mundo es una ciencia entre muchas.

Puede servir eso, de momento, como punto de partida.

Los puntos 1 y 2 me parecen razonables. El punto 3 me parece totalmente incorrecto si se lo entiende como parece hacerlo Feyerabend. Las cuestiones empíricas solo pueden ser tratadas por la ciencia, cualquier otra cosa es pseudociencia y charlatanería. El punto 4 me parece absurdo si esa participación se refiere a la aceptación o no de teorías científicas (más adelante explicaré más detenidamente este punto). El punto 5 me parece también absurdo si se entiende como parece hacerlo Feyerabend. Desde luego que hay muchas clases de ciencia. No se usan los mismos métodos en física, en biología, en antropología, etc. Pero las medicinas alternativas (entiendo que al hablar de las ciencias del tercer mundo está pensando en cosas como el chamanismo) no son ciencia, son pura charlatanería.

En todo caso, la tesis de Feyerabend sobre el dominio de la ciencia como ideología única y el predominio no democrático del complejo institucional Ciencia-Estado, puede ser bastante plausible en el mundo presente, donde el complejo científico-político impuso importantes y graves restricciones a la libertad de los ciudadanos (que recordaban más a las medidas que se adoptaban en la Edad Media en caso de epidemias que a algo ni ligeramente científico-moderno) e impuso también vacunaciones masivas.

Yo creo que habría que distinguir entre conocimientos científicos y toma de decisiones en base a esos conocimientos. Lo que tiene que estar sujeto a control democrático es esa toma de decisiones, pero no el conocimiento científico en sí mismo, y esto último es lo que propone Feyerabend. Cuando Feyerabend habla de democratizar la ciencia (expresión que también usaron posteriormente algunos seguidores de la nueva sociología de la ciencia) está diciendo que la población general tendría que participar en la decisión de que teorías científicas se aceptan como correctas, sin confiar esa decisión a los expertos. Eso es absurdo y muy peligroso.

La toma de decisiones sí que tiene que estar sujeta a control democrático (y de hecho lo está, al hablar del cambio climático explicaré por qué), pero tiene que ser una toma de decisiones informada por el conocimiento científico procedente de los expertos. Esa toma de decisiones tiene que estar sujeta a control democrático porque la ciencia no nos dirá que objetivos debemos perseguir ni que precio debemos estar dispuestos a pagar por alcanzarlos. Nos dirá cómo lograr esos objetivos y que consecuencias tendrá emplear determinados métodos, pero nada más.

Por cierto, a mí las campañas masivas de vacunación me parecieron totalmente acertadas (y, al menos en nuestro país, no se obligó a nadie a vacunarse). Las vacunas demostraron su efectividad y gracias a ellas se salvaron muchas vidas. Esas campañas de vacunación son las que diferenciaron las medidas que se tomaron en esta pandemia de las medidas medievales. Antes de disponer de las vacunas y de tratamientos eficaces pocas soluciones teníamos, la ciencia no es mágica, necesita mucho trabajo y esfuerzo y tarda su tiempo en encontrar soluciones. Discutí sobre este tema con Shankara en un hilo que no he sido capaz de encontrar.

También la presunta ciencia del Medio Ambiente impone sus reglas no votadas a los ciudadanos, cuando en absoluto se han podido contrastar de forma realmente científica (¿cómo contrastar hipótesis de cambios climáticos a 1.000 años vista, si ni siquiera la ciencia es capaz de predecir si va a llover en tal sitio dentro de una semana? ¿Es eso realmente "científico" o más bien el fundamento es exclusivamente político?).

No estoy de acuerdo, las evidencias científicas respecto al cambio climático son todo lo convincentes que pueden ser en un asunto de estas características, y no es cierto que no estén contrastadas. Ya Fourier se dio cuenta en 1824 de que la Tierra era un planeta más frío de lo que debería serlo por su distancia al Sol. Foote llegó a la conclusión en 1856 de que ello se debía al dioxido de carbono y al vapor de agua que atrapaban parte de la radiación solar impidiendo que escapara del planeta y manteniendo el calor. Tyndall describió en 1860 el efecto invernadero, que es un proceso natural. Predijo que los cambios en la composición de la atmósfera podrían afectar al clima. Arrhenius fue el primero en predecir, en 1896 que un aumento en los niveles de dióxido de carbono aumentaría la temperatura de la superficie terrestre debido al efecto invernadero descrito por Tyndall. Esa predicción se viene cumpliendo, cosa que ya constituye un caso de contrastación positiva de la teoría. La teoría del cambio climático tal como la conocemos fue formulada por Gilbert Plass en 1956. En los muchos años que han pasado desde entonces las predicciones se vienen cumpliendo.

Estas hipótesis no surgieron en el vacío, sino que fueron extraídas a partir de conocimeintos teóricos bien establecidos acerca del comportamiento del calor y los gases. Una teoría no solo se considera bien establecida por recibir contrastaciones positivas, sino también por encajar con teorías previamente aceptadas, como es el caso.

Las evidencias de que disponemos actualmente en favor de la tesis del cambio climático son abrumadoras: aumento de la temperatura de la superficie terrestre, aumento de la temperatura del oceano, disminución de los glaciares y las capas de hielo, aumento del nivel del mar, aumento de los fenómenos atmosféricos extremos, etc. Todos estos datos están bien establecidos. Es cierto que a lo largo de la historia de la Tierra se han producido distintos cambios climáticos, pero esas cosas no suceden sin una causa, y la mejor explicación que tenemos para el actual cambio climático es esa hipótesis del calentamiento global causado por el aumento de los niveles de dióxido de carbono. Es una explicación muy plausible cuyas predicciones se están cumpliendo y que además encaja con teorías bien establecidas en otros ámbitos.

He oído otras veces el argumento de que no podemos predecir el tiempo que hará mañana, pero se trata de una falacia de equívoco. Tampoco podemos predecir el tiempo que hará dentro de 100 años si por ello entendemos decir dónde lloverá y cuando, pero tendencias de carácter general como las predichas por la hipótesis del cambio climático son mucho más fáciles de predecir.

Aún así, al tratarse de algo tan complejo como el clima de un planeta es imposible estar seguros. El cambio climático podrá avanzar, a medio o largo plazo, mucho más rápido o mucho más lento de lo esperado. Podría incluso detenerse o revertirse por causa de algún factor que a día de hoy desconozcamos. Pero nada nos hace pensar a día de hoy que eso vaya a ser así. La ciencia no es magia, pero es lo mejor que tenemos y deberíamos tener en cuenta sus predicciones a la hora de tomar decisiones. Tomarse en serio el cambio climático me parece que es claramente la actitud más racional dada la información de que disponemos.

Además, no es cierto que dicha teoría imponga decisiones no votadas. En las democracias actuales no votamos directamente la mayoría de decisiones, sino que votamos a nuestros representantes. Al votar todos sabemos que hay partidos que tomarán medidas contra el cambio climático, que hay otros que tomarán menos medidas en ese sentido y que incluso hay algunos que niegan el cambio climático. Esas decisiones están tan sometidas a voto (o tan poco sometidas a voto) como el resto de decisiones que toman los políticos, así que no me parece que planteen más porblemas en ese sentido que cualquier otra decisión.

Sé que este tema se sale un poco del hilo pero he querido aclarar mi postura.

A título de ejemplo, me consta que el Gobierno chino, durante la pandemia Covid-19 enviaba a los estudiantes chinos en Europa paquetes, a través del consulado chino en cada país, con productos de la medicina tradicional china, porque los chinos desconfían de los fármacos europeos. No sé si hacen bien o mal, aunque entre casi 200 galardones entregados, solo haya un premio Nobel de Medicina chino (2015): es.wikipedia.org/wiki/Anexo:Ganadores_de...og%C3%ADa_o_Medicina

No estoy seguro de entender qué quieres decir con este ejemplo. La medicina tradicional china no ha demostrado ser más efectiva que el placebo, por lo que hicieron mal. En el mejor de los casos, habrá ayudado tanto como cualquier otro placebo. En el peor de los casos, si ha hecho que alguien decida abstenerse de acudir al médico o de utilizar un tratamiento real, puede haber empeorado la salud de alguien o incluso haber causado muertes.

En todo caso, reitero que este sería un debate sobre las ideas de Feyerabend, no un debate sobre posibles falacias argumentales o imposturas intelectuales. Y es un debate de naturaleza claramente política (como lo era en el caso de Lyotard). No creo que se le pueda discutir a Feyerabend su derecho a pensar como le parezca, siempre que no incurra en defectos de argumentación.

Sí, pero creo que Sokal y Bricmont, como en el caso de Popper o Kuhn, critican las ideas de Feyerabend y no solo su modo de argumentar. Por eso creo que para valorar sus críticas es importante que dejemos clara nuestra interpretación de Feyerabend y nuestra opinión sobre sus ideas. A mí no me parece un debate puramente político, aunque lo sea en parte. Es también un debate acerca de si la ciencia proporciona un conocimeinto objetivo y acerca de si lo hace a causa del modo de proceder de los científicos. Yo creo que sí. Feyerabend cree que no.

Por supuesto, Feyerabend tiene derecho a pensar como le parezca, nadie ha censurado sus libros. También quien esté en desacuerdo con sus ideas puede criticarlas como mejor le parezca. A mí Feyerabend me parece interesante, creo que se aprende leyéndole, pero también creo que sus conclusiones son absurdas e incluso peligrosas.
Última Edición: 08 Mar 2024 20:32 por rdomenech31.
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