Nolano escribió:
No estoy muy de acuerdo en que el método de la ciencia no haya cambiado en lo esencial. El método utilizado por Aristóteles era bastante distinto del de Bacon, por ejemplo, y el de este del de Newton, por no hablar del método deductivo de Descartes.
Yo me refería a que no ha cambiado con respecto a lo que solemos entender por método científico. Elaboración de hipótesis, deducción de consecuencias observables y contrastación de estas con la realidad (por medio de observación o experimentación). Obviamente, las cosas no son tan sencillas como dan a entender los manuales al explicar el modelo hipotético-deductivo. No existen las observaciones puras y la contrastación no es el único criterio empleado para decidir si se acepta una teoría, sino que también influyen otros como la simplicidad o la compatibilidad con otras teorías ya aceptadas. En cualquier caso, sí que creo que el éxito predictivo y explicativo son los principales criterios para aceptar una teoría.
Creo que esto no ha cambiado con la teoría de la relatividad ni con la mecánica cuántica. Estas teorías han sido aceptadas por el enorme apoyo empírico que han recibido.
A lo mejor estoy equivocado, pero que yo sepa, actualmente hay al menos tres modelos mecánicos acerca del mundo: física newtoniana, física relativista y física cuántica.
La física newtoniana, si no me equivoco, es un caso particular de la física relativista. Las herramientas de la física newtoniana dan los resultados correctos cuando se trata con velocidades muy inferiores a la de la luz y campos gravitatorios débiles. Por eso la física newtoniana se sigue utilizando, pero no como un modelo diferente al de la física relativista. Entendida como un modelo distinto de esta última, la física newtoniana se considera incorrecta hoy en día.
La física newtoniana y la mecánica cuántica sí que son modelos distintos que se ocupan de niveles distintos, y la teoría de cuerdas es precisamente un intento de unificar ambos modelos.
Sin embargo, los tres modelos se siguen utilizando hoy y conviven más o menos pacíficamente. ¿Cómo es posible eso? Porque en realidad, en contra de lo que predican los modelos de legitimación científica basada en la doctrina de la verdad-correspondencia, la realidad nos es desconocida. A través de los sentidos no captamos la realidad, sino que nos formamos en la mente una idea de la realidad. Entonces, a través de lo que llamamos un proceso de "verificación" científica, lo que realmente comparamos son dos imágenes mentales.
No necesariamente. El realismo científico sigue siendo una postura ampliamente defendida hoy en día. En filosofía de la ciencia tal vez sea incluso la postura mayoritaria. No quiero decir que sea la correcta, pero no es en absoluto algo superado. Y, en cualquier caso, si la mecánica cuántica mostrara que el conocimiento científico es solo una construcción (cosa que yo no creo), mostraría que era una construcción ya con Newton, ya que el método empleado no ha cambiado en lo esencial. Como mucho podríamos haber descubierto que el modo de legitimación de la ciencia no era el que creíamos, pero, sea cual sea, no ha cambiado con respecto al que he descrito antes (aunque obviamente sí ha cambiado respecto al de Aristóteles).
En cualquier caso, si tenemos dos modelos no unificados, puede que ello se deba a que aún no hemos encontrado una forma de unificarlos, o a que la realidad se divide en distintos niveles entre los que no hay una continuidad que permita una representación unificada. Hay muchas explicaciones que no implican una solución antirrealista.
En una de sus notas, S&B citan elogiosamente (nota 14, pág. 290) un libro sobre mecánica cuántica. Albert, David Z: "Quantum Mechanics and Experience" (1992). Pues bien, en la página 11 de este libro podemos leer (traduzco del inglés): "Los electrones parece que tienen modos de ser o modos de moverse, disponibles para ellos, que son bastante diferentes de lo que nosotros conocemos sobre cómo pensar sobre ellos. El nombre de este nuevo modo (que es solo un nombre para algo que no entendemos) es superposición". Démonos cuenta de que la mecánica cuántica parece arrancar de unos resultados u observación del comportamiento de los electrones. Entonces formula un modelo de mecánica que se ajusta a esos resultados previamente observados. Naturalmente, si después aplicamos ese modelo de mecánica a experimentos nuevos, los resultados se corresponden con los experimentos antiguos. ¿Podemos llamar a eso un modelo de legitimación consistente en "la confrontación de la teoría con las observaciones y los experimentos"? Bueno (y tal vez exagero), a mí me parece más bien que, en el fondo, lo que estamos confrontando son experimentos antiguos con experimentos nuevos.
Estás confundiendo el contexto de la justificación con el contexto del descubrimiento. Lo importante en esta discusión no es cómo se llega a elaborar la teoría sino cómo se justifica, cómo se legitima, por usar la expresión de Lyotard. La teoría predice unos resultados experimentales y se legitima al comparar los resultados reales con los resultados predichos (como se ha hecho siempre). Que a la teoría lleguemos a través de observaciones o experimentos previos (obviamente la teoría no nace de la nada) no quiere decir que la justifiquemos por comparación entre distintos experimentos. Al contrastar empíricamente la teoría, poco importa ya como se llegara a ella (solo importa en el sentido de que los experimentos que la legitimen no pueden ser los mismos que llevaron a su construcción, o de lo contrario la teoría sería ad hoc, y la legitimación sería una petición de principio).
O sea, que un concepto tan crucial en la mecánica cuántica como el de "superposición", no es algo real, sino solo el nombre que damos a algo que no podemos entender, pero que hemos descubierto en nuestros experimentos. No creo yo que un concepto como ese tenga cabida en una legitimación de la ciencia tal y como se ha entendido a lo largo de la Historia de la Ciencia.
Esa idea de que no podemos entender la mecánica cuántica es falsa. Todos los físicos la entienden. Otra cosa es que no podamos imaginar visualmente ciertos procesos, o que la teoría tenga consecuencias chocantes o contrarias al sentido común (cuánto se ha sobrevalorado al sentido común y a nuestra capacidad para visualizar algo, como si sirvieran como criterios para determinar lo que es posible o no). Pero ello no significa que los físicos no entiendan la teoría, la entienden perfectamente.
El modelo copernicano no arrojaba mejores resultados predictivos sobre el movimiento de los astros que el modelo ptolemaico, incluso era inferior en ese sentido, al menos hasta que se introdujo el movimiento elíptico de los planetas, sustituyendo al circular. Hay varios elementos que influyen en el éxito de un modelo científico sobre otro. En particular, y además de la mayor coherencia (que no correspondencia con una problemática "realidad"), la sencillez y facilidad de su manejo, la adaptabilidad a los problemas suscitados (utilidad pragmática) y también el principio de la "navaja de Occam".
El modelo copernicano no arrojaba mejores resultados que el ptolemaico y precisamente por eso no fue aceptado por la mayoría de astrónomos más que como una herramienta matemática útil. Solo gracias a Galileo y Kepler llegaría a ser aceptado, gracias a los resultados predictivos y observacionales de estos. La observación, por ejemplo, de las fases de Venus por parte de Galileo hizo insostenible cualquier defensa del sistema ptolemaico.
Seguir manteniendo hoy en día que el "método de legitimación científica" es que el modelo sometido a contraste de legitimación se corresponda con la "realidad", y que ese método ha sido siempre el vigente en ciencia, sin haber cambiado, creo que es insostenible.
No lo es, se trata aún hoy en día de una postura ampliamente defendida por filósofos de la ciencia. Y, en cualquier caso, para que Sokal y Bricmont tengan razón basta con que el modelo de legitimación no haya cambiado con respecto al empleado mayoritariamente en física después de Newton. El basado en la contrastación con los fenómenos observables y, en menor grado, también en otros criterios como la simplicidad o la consistencia con teorías aceptadas (como tú mismo has observado en el caso de Copernico). Estos criterios son los que se siguen empleando hoy en día.