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TEMA: Hegel. Fenomenología.Cap V. Certeza y verdad de la razón. Parte 3ª.

Hegel. Fenomenología.Cap V. Certeza y verdad de la razón. Parte 3ª. 25 Feb 2024 20:12 #81931

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Estamos en el apartado A, La Razón que observa, el subapartado a) Observación de la naturaleza. (cont.)

Dice el filósofo: "la actividad que lo orgánico lleva a cabo para la conservación de sí mismo como individuo carece completamente de ley". "La esencia orgánica aparece de dos momentos fijos que son: una exposición... cuyos lados parecen serle dados en la observación... por otra parte,... expresan la oposición del concepto teleológico orgánico y de la realidad efectiva". El concepto teleológico se nombra según lo interno y la realidad efectiva según lo externo. Esto engendra "la ley de que lo externo es la expresión de lo interno".

"La substancia orgánica en cuanto interna es ella, el alma simple", "por el contrario, lo externo, contrapuesto a eso interno que es, consiste en el ser tranquilo de lo orgánico".

"Lo externo es, de acuerdo a su concepto, el ser para otro". "El lado que se llama lo interno tiene su propio lado externo, que es diferente de lo que en conjunto se llama lo externo". Es por esto, creo yo, que en el mundo interior, mental, psicológico, de memoria, también se puede hablar de objetos: una idea es un objeto, un concepto también, un enunciado y una teoría también son objetos, su relación se dirige hacia el interior de la cosa que los fabrica, su dueño, su autor, lo suyo.

En sus disquisiciones de sistemas sensoriales y magnitudes, el filósofo trae a cuento el ejemplo del agujero y su ley: "que el tamaño de un agujero aumenta cuanto más disminuye lo que lo llena", "el agujero y lo que lo rellena... se hallan cualitativamente contrapuestos". Dice que este sistema termina en una tautología. "Igual de indiferente es enunciar el aumento de un agujero como crecimiento de su vaciedad o como crecimiento del contenido que se le ha quitado".

Esta idea del agujero lleno de algo es un símil casi perfecto de nuestra idea de Universo según la ciencia Finología, es decir, una especie de gran espacio lleno de una cantidad cuasi insignificante de Materia, gases incandescentes, sobre todo y sus cenizas posteriores que es -estas cenizas- lo que auténticamente desaparece, y según nuestra idea finológica de lo mismo. La idea de átomo, elemento o partícula se aprecia pues mejor en unos principios de universo, pero sobre todo en unos finales de universo. Las partículas más pequeñas e indivisibles -las denominadas como átomos- serían pues las que primero aparecerían en el vacío-espacio. Pero donde mejor se aprecia ello es en los finales de universo, pues el elemento mínimo e indivisible será aquel que existe antes de su desaparición. Una gran roca no debe poder desaparecer así como así, aunque se la mire desde muy lejos. Un árbol no debe poder desaparecer así como así, aunque se le mire desde la Luna. La roca y el árbol tienen antes que descomponerse, convertirse en cenizas para desaparecer. Los últimos elementos de la roca serán mucho más pequeños antes de desaparecer que los últimos elementos del árbol, ya que la concentración y densidad, o cantidad de masa en un volumen en la roca -ser inorgánico- es infinitamente superior que la del árbol -ser orgánico-. Los últimos elementos indivisibles del árbol, los átomos del árbol, serán mucho mayores que los últimos elementos indivisibles de la roca antes de su fin, término y desaparición. Es muy probable, así mismo, que los últimos elementos indivisibles del árbol desaparezcan mucho antes en el tiempo que los últimos elementos indivisibles de la roca, creando así una ley singular para el desaparecer de las sustancias: la desaparición de sustancias orgánicas e inorgánicas en el tiempo es inversamente proporcional a su tamaño, a mayor tamaño menos tiempo en desaparecer, a menor tamaño, más tiempo en desaparecer.

Según el caso del agujero, un ejemplo muy parecido al del "móvil eterno", es de suponer que en algunas situaciones el agujero debe disminuir cuando desaparece lo que hay dentro. Si lo que hay dentro es vacío o nada, el agujero debe disminuir su espacio cuando desaparecen el vacío y la nada. La tautología debe ser un agujero lleno de agujero. Si el agujero está lleno de agujero, ¿qué sucede cuando desparece lo que hay dentro? Si el agujero desaparece ¿es más grande o más pequeño?

Ante la pregunta ¿para que sirve entonces el universo y la vida, si eso que hay ahí al lado es su fin y término? la respuesta podría ser para crear nada y vacío, más nada y más vacío, sustancias que deben ser una característica de esa "otra cosa" que hay ahí al lado y que es el fin de esta donde nos encontramos. Una característica que a pesar de esas palabras y ese significado, nada y vacío, no debe representar esas mismas palabras o razones, o quizás lo represente pero lo haga de otra manera o con un algo más o resquicio que lo identifique. Más bien el universo debe existir porque apareció y su servicio debe ser para su existencia. Al igual que la vida.

Hegel es algo reacio a asociar leyes con los sistemas orgánicos y según, acaso, la polémica Buffon-Kant: "semejante juego vacío de establecer leyes no está unido a los momentos orgánicos", que esos sistemas presentan más bien "la naturaleza desligada del concepto".

"Lo interno, a lo que pertenece la universalidad que aparece, y lo externo, a lo que le pertenecen las partes de la figura quieta, deberían de constituir los lados mutuamente correspondientes de la ley", "lo que ocurre es que desaparece en lo orgánico la representación de una ley como tal".

"Queda aún por examinar lo que es lo externo de lo orgánico, y como se determina en ello la oposición de lo interno y lo externo suyos; del mismo modo que se examinó en primer lugar lo interno del todo respecto a lo suyo externo propio".

"Lo externo, considerado para sí, es la configuración como tal, el sistema de la vida que se articula en la razón del ser, y es esencialmente, al mismo tiempo, el ser de la esencia orgánica para otro: esencia objetiva en su ser para sí. Esto otro aparece como su naturaleza inorgánica externa".

Lo que nosotros vamos diciendo en ese sentido del mundo interior y mundo exterior, de lo interno y de lo externo, es que debe existir una zona o unas zonas entre ambas dimensiones y constituidas de membranas, filtros e intersticios que propicien la comunicación entre esas ambas dimensiones y que la magnitud e importancia de esas zonas es más importante que la que hasta ahora se les ha atribuido. En el caso sensorial, por ejemplo, serían la piel, la dermis y epitelios lo que comunica el interior de los organismos con su exterior. Recordar aquí, que la piel es uno de los órganos más antiguos que existen en los seres orgánicos y que su aparición en el principio de lo seres se interpreta como traducción biológica y analógica del vacío espacio infinito.

Ya Maimónides había dicho que "eso de ahí afuera es otro individuo".

En el caso de la intelección se podría poner el ejemplo dualista de la existencia de alma y cuerpo como los dos elementos ancestrales constitutivos del ser de lo humano y las membranas, filtros e intersticios que deben existir entre una cosa y otra concederlas la precisa magnitud e importancia como la cultura y la civilización, el lenguaje y la historia, el desarrollo, la riqueza y el progreso.

Dice el filósofo que: "la esencia orgánica... real es el término medio que enlaza el ser para sí de la vida con lo externo como tal, o el ser en sí. Pero el extremo del ser para sí es lo interno en cuanto Uno infinito...". Y que "En este extremo, como negatividad simple o singularidad pura, lo orgánico tiene su libertad absoluta, por la cual es indiferente frente al ser para otro".

Aquí no hay que confundir los términos medios hegelianos con intersticios y filtros porque son otras cosas.

"Si se comparan ambos lados del todo orgánico" uno es lo interno y otro lo externo, cada uno de ellos tiene, a su vez, un interior y un exterior. El interior de lo interno "es el concepto en cuanto inquietud de la abstracción", el interior de lo externo es "la universalidad quieta" y "la determinidad quieta, el número", "el número es... la determinidad totalmente quieta, muerta e indiferente" en la que el movimiento y la referencia se extinguen, se rompe la conexión hacia lo vivo, los tipos de vida y cualquier existencia sensible.

Dice pues que: "Se habrá de considerar aún... la referencia de lo interno y lo externo en su esfera propiamente dicha", es decir, a mi entender, considerar lo externo de lo interno y de lo externo de lo externo.

Dice que: "la autoconservación de lo inorgánico en su referencia cae fuera de la naturaleza de ésta porque no tiene en él mismo el principio del movimiento... ya que su ser no es la negatividad absoluta, ni es concepto". No se sabe, por mí, por qué ha dicho eso Hegel, cualquiera podría asegurar, hoy en día, que para que exista el movimiento es necesario el concurso de las partículas elementales, los átomos, es decir de lo inorgánico.

El número no es "sino exponer la aniquilación de toda adecuación a una ley, pues él, el número, es la expresión de la determinidad en cuanto de algo inesencial". Pero la aritmética y la matemática, decimos nosotros, debe ser también un reino tranquilo de leyes. Aquí el filósofo debe referirse al número inmerso en los sistemas orgánicos-inorgánicos.

Ahora, duras palabras, según nosotros, de Hegel contra la veleidad de la Ciencia: "el intento de encontrar series de cuerpos que... expresaran la naturaleza esencial de estos lados -interno y externo, orgánico e inorgánico- de acuerdo con una ley, tiene que tomarse por un pensamiento que desconoce cual es su tarea y cuales los medios con los que esta tarea debería llevarse a cabo". O a lo mejor es que está machacando en su atanor, las teorías de Kant, Buffon o el mismo Newton, no se sabe.

También podría ser que lo que quiere decir Hegel es, por ejemplo, según razones de Geometría, aquello de que la fábrica del plano o superficie, es decir, la fábrica del triángulo, el cuadrado y el círculo -por ejemplo-, que se resolucionan hacia el hecho de la fábrica y creación de los cuerpos, a través del plano, el volumen y la dimensión, no es un proceso tan sencillo de elucubrar, O que acaso sea algo imposible de hacerlo.

El paso del plano al cuerpo, por ejemplo, según los elementos geométricos propuestos tiene ahí en el mismo paso el corte del infinito espacio vacío. Un algo muy parecido a lo que sucede con el ordenamiento de los planetas en al Sistema Solar donde los planetas sólidos y rocosos aparecen justo seguidos de la estrella que es un cuerpo gaseoso incandescente, y que los planetas gaseosos, de la misma naturaleza que la propia estrella, aparecen alejados y como en relación con otra cosa. Lo lógico hubiera sido creo yo, que los planetas gaseosos apareciesen a continuación de la estrella y que los planetas sólidos apareciesen alejados y al fondo del sistema. La teoría reza que es la acción del sol con el espacio vacío exterior lo que origina ese ordenamiento.

En el caso propuesto geométrico de la fábrica de planos que se resuelven en la fábrica de cuerpos, a través del volumen y la dimensión, el corte del infinito espacio vacío se va a manifestar de la siguiente manera y siempre hacia la manifestación de Infinito: con la superficie fabricada de un triángulo y la ayuda de cualquier material podemos fabricar un Tetraedro, cuerpo geométrico visible. El Tetraedro es un cuerpo formado por planos triangulares, pero no por tres planos triangulares que sería la norma para la continuación de la razón ontológica, sino que al crear el cuerpo y terminar de completarlo no se consigue con tan solo tres de esos planos y materias, sino que se necesita "un otro" y ha de conseguirse con cuatro de esos planos triangulares. Entonces, o bien los cuerpos y su existencia no son seres ontológicos, o bien la existencia de cuerpos y seres ontológicos es un imposible y un absurdo en relación con el infinito. Es pues ahí, de nuevo, la razón ontológica lo que se resiente. Tendría pues que ser posible fabricar cuerpos de planos triangulares, con sólo tres de esos planos, una especie de Tri-edros que no fueran ángulos, sino cuerpos. El Cubo hará pues seis cuadrados planos y la Esfera la infinidad de las circunferencias.

En el Tetraedro se pasa de tres razones geométricas en el plano a cuatro razones geométricas en el cuerpo. Los Tri-edros que no son ángulos no existen. Es pues ese lado que "no debe aparecer" que "no debe estar ahí", el lado que tiene que aparecer para la terminación de los cuerpos y que es propiedad genuina del espacio vacío infinito, sea este interior o exterior.

Sigue el filósofo que dice que: "la referencia de lo interno y lo externo fue transferida... a la esfera de lo inorgánico". Es decir que no se puede asociar lo interior a lo orgánico, ni lo exterior a lo inorgánico o viceversa, sino que es peculiaridad de lo inorgánico.

El ser-para-sí de lo vivo y orgánico tiene en lo externo suyo el principio de ser otro y su ser-otro será la negatividad simple, "y la unidad orgánica es la unidad del referirse a sí igual-a-sí-mismo y de la negación pura. Esta unidad es... lo interno de lo orgánico por lo que éste es en sí universal, o bien, en otros términos, es un género".

Dice que: "entre la realidad efectiva o figura, esto es la singularidad que se desarrolla, y lo universal orgánico o el género, se viene a poner lo universal determinado, la especie".

Piensa el filósofo que es el número lo que hace suceder las cosas del género a la especie y de ésta al individuo en el sistema de universales. "Mas éste individuo universal, tal como es inmediatamente el individuo de las configuraciones naturales, no es la conciencia misma; que él esté ahí como individuo SINGULAR orgánico vivo -yo, Sócrates o Waluliso- no tendría que caer fuera de él, si él debiera ser tal", -si yo debiera ser yo, si Sócrates fuese Sócrates y Waluliso, Waluliso-. En realidad es que eso ahora, mientras el filósofo escribe esas palabras, sólo lo debe poder hacer Hegel, Hegel que puede considerarse a sí mismo como le plazca, como cucaracha, emperador o dios bendito. El problema entonces filosófico y metafísico consistirá en conceder todas esas prorrogativas al individuo singular orgánico vivo.

"Ahora es el individuo universal el que se ha de examinar" no sólo libre de cualquier articulación de género, sino como resultado de éste.
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