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TEMA: Hegel. Fenomenología.Cap V. Certeza y verdad de la Razón. Parte 4ª..

Hegel. Fenomenología.Cap V. Certeza y verdad de la Razón. Parte 4ª.. 25 Feb 2024 20:17 #81932

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"Ahora es el individuo universal el que se ha de examinar" no sólo libre de cualquier articulación de género, sino como resultado de éste.

"El género que se divide en especies es conforme a la determinidad universal del número, sufre violencia en este tranquilo asunto, de parte del individuo universal, la Tierra, la cual, en cuanto negatividad universal" hace valer sus diferencias frente a los sistemas de género, y la actividad que posee el género "se convierte en un asunto completamente restringido", o sea que solo se puede llevar a cabo o entender dentro de los propios y poderosos elementos cosmológicos. La Tierra como planeta.

Antes de seguir sería mejor advertir que en la diatriba kantiana de paralogismos y antinomias, la teoría desplegada no hace explícita relación a un "ecce homo expositus", sino a un "ecce mundus expositus", una especie de algo sin posible solución y que en este caso inmediato debe corresponderle a la misma Tierra como planeta. Es por esta clase de diatribas, acaso, por lo que Hegel habla de las diferencias impuestas por la Tierra en los sistemas universales naturales de género, especie e individuo y su restricción pertinente a este mundo inmediato.

Pero es que esas diferencias de las que habla el filósofo no tienen el poder de reducir a nada esos sistemas, de acabar con ellos. Quizás en Venus y Marte sí lo habrían conseguido en concreto con el hecho de la vida y la materia orgánica. Esas restricciones impuestas por el mundo Tierra, entonces, van a dejar seguir esos sistemas universales. Acaso lo que debería quedar restringido pues, en las teorías, podría ser no más la violencia que ese mundo universal, la Tierra, ejerce sobre los sistemas universales, sobre el despliegue de géneros, especies e individuos. Además el género que aquí viene a ser, el género orgánico vivo, la vida, también podría pensarse como ser inorgánico existente, como Kosmos.

Habla Hegel, por supuestísimo, de la "existencia configurada" y que la razón sólo deviene en cuanto vida como tal, vida que no tiene en su diferenciar ninguna articulación racional -regresamos de nuevo al diálogo Buffon-Kant-. Hegel pues parece seguir mejor las propuestas de ausencia de orden en la naturaleza del Conde de Buffon, al que más tarde corrigiera Kant, y que, según su palabra, seguirían después el resto de científicos y pensadores de la época. Hegel ha de seguir con su teoría respecto a la pertinencia o no de las leyes en los sistemas universales.

Dice Hegel que si el término medio de la configuración orgánica, la Especie, tuviera en sí la universalidad interior y la individualidad universal, sería el desarrollo que se sistematiza a sí mismo.

Dice el filósofo que: "Así, la conciencia entre el espíritu universal -el en sí para otro de la conciencia- y su singularidad o la conciencia sensible, tiene como término medio el sistema de las configuraciones de la conciencia en cuanto una vida... del espíritu; el sistema que se está considerando aquí y que tiene su existencia objetual en cuanto historia universal".

Hegel no encomienda mucho a la razón la comprensión de los sistemas naturales, ni mucho menos la formulación ni determinación de leyes en su respecto. Preferirá seguir su onda y caminito verde de Saber Absoluto y la propia observación lo relacionará con Espíritu.

Dice que la razón: "queda limitada a describir y relatar opiniones y ocurrencias de la naturaleza", "referencias ingeniosas y de cierta apariencia". "Del otro lado donde la individualidad no tiene el significado de la Tierra, sino de lo Uno inmanente a la vida orgánica... la observación no puede ir más allá de glosas sutiles, interesantes referencias y amables complacencias hacia el concepto. Pero las glosas sutiles no son un saber de la necesidad", "es una amabilidad infantil que resulta pueril cada vez que debe o quiere valer algo en y para sí".

La Razón Pura y su crítica kantiana puede ser aquí la Negación Absoluta hegeliana.

Es de suponer, no obstante, decimos nosotros, que es la complejidad de los sistemas naturales y orgánicos lo que se resiste a ser estipulado en leyes. Lo que se diría hoy en la actualidad de toda la disquisición hegeliana de Razón que observa la naturaleza es que el filósofo no entiende mucho de todas esas cosas. Ya serán pues, otra clase de chicos y del norte quienes se encargarán de clasificar y fabricar esas leyes: leyes de la herencia genética, evolución, clasificación de especies y elementos, etc. De lo que sí entiende el filósofo y todos los filósofos y de manera superior, diría yo, es de pensamiento.


b. La observación de la Autoconciencia en su pureza y la referencia a la realidad efectiva externa: Leyes lógicas y Psicológicas.

"La observación encuentra ese concepto libre" -universalidad que tiene dentro lo singular- "sólo dentro del concepto que existe como concepto, dicho en otros términos, dentro de la autoconciencia".

Al observar lo primero que encuentra "son las leyes del pensar". "Esta singularidad que es el pensar en él mismo es el movimiento abstracto de lo negativo por lo que las leyes están fuera de la realidad". Son leyes sin verdad. No es que las leyes deban ser la verdad toda "pero sí la verdad formal. Sólo que lo puramente formal sin realidad es una entelequia".

Lo universal que se mueve dentro de sí "es el concepto simple escindido", tiene contenido, pero todo él es contenido "pero le falta justo el ser sensible". La forma o contenido ¡sólo que se observa! "obtiene la determinación de un contenido encontrado", -la ley, por mí-, "que solamente es". Viene a ser un conjunto de necesidades particulares, -las leyes, por mí-, las cuales "deben de tener verdad". "Esta verdad absoluta de determinidades fijas o de muchas leyes diversas contradice... la unidad de la autoconciencia, o del pensar, y de la forma en general". "De hecho, estas leyes no son la verdad del pensar".

"El observar no es el saber mismo, sino que invierte su naturaleza para cambiarlo en la figura del ser, es decir, aprehende su negatividad sólo como leyes de éste". "Esta unidad negativa del pensar es para sí misma, o más bien, es el ser-para-sí-mismo, el principio de la individualidad y, en su realidad, es conciencia activa", "la conciencia activa, la cual es para sí de tal manera que cancela el ser-otro, y tiene su realidad efectiva en esta contemplación de sí misma como lo negativo".

La negación que supone la existencia del individuo, ser-para-sí-mismo, podría ser su principio de individualidad. El Ente aquí se entiende como negación y como existencia. Suarez, precisamente dejó dicho que el principio de individuación de los seres es su Entidad, pero esto más bien de aspecto positivo.

Según los modos del espíritu encontrado particulares y universales "el individuo, en cuanto realidad efectiva particular y contenido peculiar y propio, se contrapone a esa realidad efectiva universal: y viene a ser infracción o crimen, en tanto que la cancela de una manera sólo singular, o bien, en tanto que lo hace de una manera universal, y por ende, para todos, trae otro mundo, otro derecho, otras leyes y usos en lugar de los que había".

Y sigue sin saberse realmente a qué clase de individuo singular se refiere Hegel, o si hay que tener presentes sus dramáticas condiciones personales mientras escribía la obra o si si se refiere a una clase de individuo universal o si se refiere a una clase de individuo singular universal como el invasor Napoleón.

Una cosa es cierta y que seguimos en las mismas: el individuo, como ente singular, se contrapone a la realidad efectiva universal. Estos dos opuestos son los contrarios del silogismo lógico que no pueden ser verdad ambos a un mismo tiempo. Solo uno de los dos y a un mismo tiempo puede ser cierto y seguir vivo en la trama del silogismo. El otro no puede ser cierto y ha de quedarse y morir. Debe ser pues en la esencia del silogismo lógico donde suceden ese robo y ese crimen, no en el individuo ni en ninguno de los contrarios. Que siga en este caso el individuo después de su crimen y de su robo, puede ser, entra dentro de la razón lógica y que imponga más tarde su criterio y leyes al silogismo también puede ser. Pero la dialéctica hegeliana es diferente, y a lo que hay que devolver la vida, entonces, ahora, en el silogismo es a la misma realidad efectiva universal.

Hegel de primeras hace justicia en el silogismo a partir del individuo particular y su realidad efectiva singular. Ahí lo que aparece pues porque no puede ser otra cosa es ese "nuevo mundo" propuesto por el individuo singular. Ahí, entonces, el individuo singular -yo, Sócrates Waluliso- en base a sus determinidades diversas consigue la especie universal, una especie de territorio de dios donde impone su norma y presencia al resto de los seres y determinidades.

Pero sin duda, Hegel a continuación y porque su dialéctica "is diferent" va a resucitar al muerto en el silogismo lógico de la realidad efectiva universal ¡vaya que si lo hará! y para dejar planchada su justicia. Dice: "la individualidad consciente así carente de espíritu, como aparición fenoménica singular que es, conlleva lo contradictorio de que su esencia es lo universal del espíritu. Mas el aprehender, en tanto que la hace entrar a la vez -a la individualidad consciente o a su esencia- en la forma de la universalidad, encuentra su ley - la ley de la individualidad consciente- y parece tener ahora un fin racional y afanarse en un negocio necesario". La transustanciación, pues, del individuo en la realidad efectiva universal lo va redimir y hacer que encuentre su negocio

Aquí comienza el auténtico proceso de Individualización propuesto por Hegel.

Dice que los momentos que hacen la ley, la ley de la individualidad consciente "son, por un lado, la individualidad misma, por otro, su naturaleza universal inorgánica", esto inorgánico, entendido no a elementos y cuerpos que no son orgánicos, sino a una especie de abstracción de condiciones universales "a saber, las circunstancias encontradas, la situación, costumbres, usos, religión...", género sexual, manías, etc., y que es a partir de estas donde se ha de encontrar "la individualidad determinada". Ellas contienen "tanto algo determinado como algo universal".

Pero ese contener algo determinado como algo universal en la ley de individuación tiene su miga, pues por un lado lo determinado cae en el lugar del individuo y por otro nos hace pensar que lo universal no está determinado. Lo universal podría estar determinado por lo ente, o por dios, por ejemplo. Pero Hegel prefiere dejar la determinación para el individuo determinado por especie y determinado por género en el sistema de universales.

No se sabe decimos nosotros si el hecho de no poseer una causa puede ser algo comparado al hecho de ser libres. Sobre si la libertad debe ser algo absolutamente contrapuesto a determinación. También en ocasiones sería algo importante enunciar o definir lo que la libertad es. Una cosa es cierta, debe ser la libertad una de las prerrogativas intrínsecas más importante de lo que un individuo es en el sistema de universales.

"Esta individualidad es precisamente esto: tanto ser lo universal" y confluir con lo universal presente, circunstancias, usos, costumbres, manías, "y adecuarse a ellas, cuanto en la misma medida comportarse contraponiéndose a ellas, e invertirlas... no dejarse influir por ellas ni actuar contra ellas". Dice que lo que deba tener influencia en la individualidad o qué influencia tenga depende del individuo mismo, "a través de este influjo, esta individualidad ha llegado a ser esta individualidad determinada, lo que no quiere decir sino que ella ya ha sido esto".

Pero eso ahí, decimos nosotros, en el filo de los renglones. "Ya ha sido esto" sigue refiriéndose a que ahí determinación supone la existencia de condiciones anteriores.

"Si no hubiera habido estas circunstancias, mentalidad, usos, -y manías- este estado del mundo en general, el individuo, desde luego, no habría llegado a ser lo que es, pues esta sustancia universal lo son todo lo que se encuentra en este estado del mundo".

La superficie de la esfera que es el mundo del individuo tiene el ambiguo significado de ser por un lado en y para sí mundo y, por otro, mundo del individuo, según en la medida que éste confluya y acepte ese mundo, o bien, en cambio "ser mundo del individuo tal como lo presente haya sido invertido por él. Puesto que, en virtud de esta libertad, la realidad efectiva es susceptible de tener este doble significado", "o bien, él -el individuo- consiente que la corriente de la realidad efectiva fluya en él, o bien la interrumpe o la invierte".

El proceso de individuación en Hegel, no es ya el proceso clásico de Individuación de un individuo en el sistema de universales, sino que se refiere ya directamente al individuo humano, al de carne y hueso actual, y los universales se refieren a sus circunstancias que lo asisten. Habría quedado por saber cómo el individuo, cualquiera de ellos, inmerso en el sistema de universales consigue esas condiciones universales que lo hacen estar inmerso en esos sistemas. Por supuesto también el individuo humano. Se entiende pues que el grupo de los individuos hace una especie. Si aplicamos al individuo lo que ha dicho Hegel de la Especie, podría haber servido. Hegel había dicho que si el término medio de la configuración orgánica, la Especie, tuviera en sí la universalidad interior y la individualidad universal, sería el desarrollo que se sistematiza a sí mismo.

El filósofo termina el apartado: "La individualidad es unidad del ser presente y del ser hecho; una unidad cuyos lados no caen para disociarse como un mundo presente en sí y como individualidad que es para sí. En otros términos, si se contempla cada uno de los lados para sí -el individuo y la realidad efectiva- no hay presentes ninguna necesidad ni ley y de su referencia mutua". Ningún lado acaba con el otro. El muerto del silogismo lógico ha sido devuelto a la vida.
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