En la revista Filosofía Hoy, se expone esta reflexión del pensador argentino, ante la pregunta que que encabeza el hilo. "La mayor parte han contribuido a empeorarla. Muchos han obstaculizado el avance del conocimiento. En particular Kant, Heggel y sus sucesores. Sobre todo a partir de Heggel le han dado un mal nombre a la filosofía, y han utilizado una jerga ininteligible, y en algunos casos, como Heidegger, sin sentido. Pero algunos de ellos han servido a la Humanidad en algunas cosas. Por ejemplo, Platón subrayó la importancia del diálogo, la racionalidad y la matemática, al tiempo que denunció el elitismo. Pero también defendió a la clase terrateniente y atacó a la democracia. Es una figura ambigua. Aristóteles fue el primer gran lógico, y la lógica es una herramienta de análisis. Pero sus seguidores pretendieron poner obstáculos al desarrollo del conocimiento".

Mi idea es que la tarea de los filósofos no es mejorar la sociedad, creo que esa es una tarea eminentemente política. Aunque bien es cierto que esa política debe nacer de una reflexión profunda, de una crítica en la que la filosofía tiene un papel preponderante. No obstante, si comparto con Bunge esa idea de que a veces algunos filósofos se han separado en exceso del gran público, han buceado en aguas muy profundas a los que pocos conseguían llegar y su discurso se ha tornado ininteligible para los profanos. No está demás recordar la celebérrima frase de Ortega: "La claridad es la cortesía del filósofo".

¿Qué pensáis vosotros?

-Respecto a la pregunta de si es tarea de los filósofos mejorar la sociedad, la respuesta dependerá mucho de la concepción que tengamos sobre el tipo de racionalidad de la filosofía.

Si consideramos que la razón filosófica (lo que caracteriza a la filosofía) es la razón eminentemente crítica y emancipadora, entonces sin duda, es LA TAREA del filósofo mejorar la sociedad desde el compromiso ético.

Si, por contra, consideramos que la razón filosófica busca una verdad "objetiva y existente" independientemente de que dicha verdad sea emancipadora o no lo sea. Entonces la tarea del filósofo será la de buscar esa verdad sin tender a priori hacia una finalidad ética (esa "verdad" luego será ética o no, pero su búsqueda no estará predeterminada por esa finalidad).

En mi caso apuesto por el compromiso ético en la razón filosófica, pero también por evitar que la finalidad emancipadora condicione completamente la apertura hacia "lo otro". Creo que la filosofía debe tener en mente el compromiso social pero no precipitarse excluyendo lo que parece contrario a nuestros principios. Primero hay que intentar un acercamiento teórico imparcial que tal vez nos enseñe nuevas formas de compromiso.

-Sobre la cuestión de la claridad del lenguaje, creo que en la mayoría de los casos el lenguaje claro y sencillo permite captar mejor las ideas; pero en otros, el poder poético de la metáfora y una cierta oscuridad, nos permite captar el espíritu artístico (el genio) de una determinada filosofía y conectar con las ideas del autor de este modo.

-Y sobre el modo en que los filósofos pueden mejorar la sociedad: pueden ayudarnos a ser más libres, a entendernos a nosotros mismos, a evaluar situaciones y argumentos, a ser más felices, a reinventar nuestra personalidad ante una crisis existencial, a abrir nuevos horizontes, pueden deleitarnos con la belleza de sus escritos o aportar técnicas y métodos de razonamiento.

La afirmación de Mario Bunge de que la mayoría de los filósofos han contribuido a empeorar la sociedad me parece no sólo exagerada, sino carente de sentido, y más si entre estos “malos” pensadores cita a Kant y Hegel. La consecuencia implicada bajo esa idea es que la actividad filosófica se reduce a ser un juego íntimo y exclusivamente teórico entre filósofos y académicos construido a base de réplicas y contrarréplicas mediante las que se limitan a realizar análisis de “laboratorio” erigidos a espaldas de las preocupaciones del ser humano.

Bajo mi punto de vista, la pregunta que encabeza el hilo, únicamente puede responderse afirmativamente. La filosofía jamás debe perder su vocación “humanista” que le es intrínseca. Como dice Tasia, la tarea crítica y emancipadora que la reflexión filosófica ejerce es indispensable para cualquier sociedad si quiere tener una comprensión sobre sí misma en una determinada época. Sólo desde esta premisa se puede ahondar en la solución de problemas que acosan a la humanidad en el presente y a partir de aquí, y bajo la pretensión universalista y radical que caracteriza al pensamiento filosófico se puede, a su vez, iniciar la tarea de buscar las raíces de las llamadas cuestiones últimas que, hoy por hoy, sólo desde la filosofía podemos abordar racionalmente.

Pero esta función crítica y emancipadora únicamente se puede ejercer si poseemos una serie de instrumentos que nos capaciten para llevarla a buen puerto. Y también aquí la filosofía tiene mucho que decir, ya que, por un lado, el análisis de nuestras ideas, conceptos y el estudio de los procesos de formación y validez del conocimiento y, por otro, la sistematización de nuestros presupuestos tanto en lo que se refiere al conocimiento como en las distintas facetas y aspectos que como seres humanos estamos obligados a afrontar (ámbitos ideológicos, políticos, éticos, estéticos, etc.) constituyen el punto de partida indispensable si queremos realmente que la filosofía sirva para mejorar la sociedad.

En cuanto al tema de la claridad del lenguaje, no creo que un uso poético o metafórico del mismo tenga que estar reñido con su inteligibilidad. La falta de claridad surge cuando hay una manifiesta desconexión entre lo que las palabras expresan y lo que se cuece en nuestro mundo de la vida, en nuestra realidad circundante.

Un tema muy interesante que pide múltiples respuestas, por que cada uno de mis precedentes filósofos que han opinado se refieren a distintas facetas de este saber que, a buen seguro, estáis conmigo, en que abarca tanto que cada uno iremos ampliando los campos de interés.
Bud comienza el hilo probablemente porque le ha sorprendido la opinión de Mario Bunge. Choca con nuestras ideas,o lo que estamos estudiando y aprendiendo. Definido como pensador, no se si lo hace de manera provocadora o por que desconoce la importancia de la Filosofía, no solo de la actualidad sino a lo largo de toda su historia. Me cuesta digerirlo. Creo que no voy a descubrir nada y sobre todo que no esté repetidamente afirmado, archisabido y referido desde múltiples instancias, textos, ensayos, etc. No se me ocurre poner en duda a Aristóteles ni a Kant, ni a Hegel. Me constará más Heidegger o el mismo Ortega , pero por desconocimiento y porque no soy licenciado en Filosofía, graduado en este caso, y porque estoy en el principio. ¡Qué atrevimiento a hablar de Filosofía sin base suficiente!La ignorancia es atrevida (Pulpo, tú mismo)
Rafel no tiene un lenguaje difícil, oscuro y metafórico cuya comprensión sea ardua. No, se explica con la mayor claridad e inteligibilidad. Puede que yo no lo haga y que el administrador me llame al orden o que algún forero se sienta herido por mis dislates y mi lenguaje y reciba un río de tarjetas o llamadas de atención. De lo que estoy seguro que entré en este mundo movido por intereses no frívolos sino precisamente movido por ese interés de mejorar la sociedad, mejorando mis horizontes, mis conocimientos. Buscando unsentido, una explicación a la realidad que vivimos. Ciertamente me he vuelto mucho más crítico, iba a decir hasta hacerme odioso, porque el filósofo termina siendo un estorbo para intereses, si no claros , sí espúreos
Vivimos en un momento al que podíamos llamar sociológicamente difícil, o filosóficamente complejo. Por pérdida de valores, por confusión y perdida de las coordenadas. No solo buscamoscomo apunta Tasiatambién añade esto último
Estamos buscando soluciones profesionales, económicas, políticas, religiosas, geoestratégicas, militares, para un sinfin de cuestiones. Todo ello interrelacionado, mezclado, formando un nudo gordiano. creo que conocéis las visitas a nuestro país de filósofos conocidos, tal vez demodés, todo dependiendo de la corriente en boga. Algunos que estáis presentes, con mayor formación y base filosófica tendréis más argumentos

Yo comparto la visión de Rafael, en tanto que el punto de partida del pensar queda sujeto al análisis de estructuras, formación del conocimiento, etc.

A la pregunta de si la filosofía puede mejorar la sociedad contesto que SI y que NO. La única revolución sin sangre, y es en la única que creo, es en la revolución interna. Si esta revolución interna del indivuduo se pudiera extrapolar al ámbito social, por supuesto que puede la filosofía cambiar la sociedad. Ahora bien, en el plano prático, por ejemplo, ¿qué han hecho los comunismos? ¿Cuánta ha sido la sangre derramada en honor a una idea? Es decir, una cosa es la idea en las cabezas de los filósofos y otra cosa bien distinta llevarla a efecto, pues esto requiere represión y violencia.

Al final la solución es la de mi viejo barbas Epicuro: sociedad limitada. Recogimiento del individuo sobre su grupo de relación primario. Al fin y al cabo, si se trata de ser felices, ¿para qué cambiar la sociedad si puede uno cambiar su vida sea cuáles sean las circunstancias externas?

Bud escribió: Precisamente por eso atañe a la filosofía política, no el hecho de hacer lo político, que ha existido desde siempre en forma de bandas, tribus, jefaturas y estados, sino el reflexionar sobre lo político y ofrecer a lo político las bases de legitimación del poder. Por tanto, la tarea de la filosofía; en este caso de la filosofía política, sería la de incardinarse en lo político y reflexionar sobre lo político en aras a conseguir un sistema político (democrático) lo más perfecto posible.

Aquí podríamos enlazar con la función de la utopía de favorecer el impulso hacia esa democracia perfecta del Contrato Social de Rousseau (1762). Según Rousseau necesitamos de ese ideal de democracia perfecta para que nuestras imperfectas democracias puedan ir cada vez más acercándose a esa democracia ideal, perfecta. Naturalmente lo de la 'voluntad general' de Rousseau -aquella voluntad que yo tengo que se corresponde con el bien del otro- es casi un concepto evangélico. Una democracia basada en la voluntad general rousseauniana sólo la podrían llevar a cabo los ángeles (Ignacio Sotelo, El Estado Social, p56 y ss).

Yo concibo a la filosofía como absolutamente necesaria en los tiempos actuales de extremo materialismo. Más que nunca se cumple esa frase de Aristóteles: "la filosofía es la menos necesaria de todas las ciencias, pero la más importante" que el ex-decano Manuel Fraijó señala aquí (cuando aún era decano) entre el momento 00min:48seg y el 00min:53seg. Y continua diciendo: "para Aristóteles la filosofía no era una ciencia utilitarista pero sí una ciencia que intentaba responde a preguntas muy importantes de la vida humana. Quizá lo que después muchos siglos después ha dicho Horkheimer: la filosofía se preocupa de que no nos timen; de que no nos timen los demás y de que no nos timemos nosotros a nosotros mismos". Para Aristóteles la filosofía es la ciencia menos necesaria porque no hace falta para que nuestro yo biológico sobreviva. Pero es la más importante para nuestro yo trascendental, para nuestra subjetividad y, en definitiva, para ser 'más' humanos y menos hombre-máquinas. Pues bien, con esas palabras de Manuel Fraijó ya tenemos un para-qué de la filosofía.

El furor de la ciencia actual (tal como se entiende ya emancipada de la filosofía) es tal que hasta se pretende dar una explicación biológica a los aspectos menos biológicos. Se pretende dar una fundamentación biológica a lo que hasta ahora se le daba una fundación ético-moral. Se habla de esto en en este libro de Adela Cortina, que recientemente he adquirido.

Creo que, a su manera, Marx tenía razón en lo de las alienaciones. Y precisamente creo que la tarea más importante de la filosofía hoy en día es la de lograr ése sujeto emancipado que se propuso la Ilustración, ése del que hablaba Kant en su texto de 1783 ¿Qué es la ilustración?.

Concectado con lo último es evidente que la socedad española (occidental en general) está sumamente alienada, llena de ídolos (prefuicios, Francis Bacon) y de estereotipos. Es decir, que estamos hablando de seres cosificados (Javier San Martín, AF I y II), reducidos a especie biológica y poco más, de seres que tienen, en general, desactivada la parte más importante y específica del Homo sapiens: la racional. No pretendo ser grandilocuente, pero es así como veo yo a una mayoría de la población. Prueba de ello es la basura de TV pública que tenemos, acorde al tipo de público neófito que la demanda (y que nadie se ofenda).

Por tanto, la filosofía tiene la inmensa tarea de transformar a un ser humano alienado en un ser humano emancipado, ilustrado podríamos decir. Casi nada.

Bunge se hace eco del antiintelectualismo de nuestro tiempo. En mi modesta opinión, creo que los filósofos sí que pueden ayudar y mucho, a mejorar la sociedad, ente otras cosas porque forman parte de ella, no viven en Marte-aunque puede parecerlo en algunos. En asignaturas como Ética o Filosofía política yo veo que tienen mucho que decir, dada la relación estrecha entre, por ejemplo, política, economía y ética. Todo eso se nutre de ideas, no sólo de prácticas.

Los políticos tienen la llave para cambiar las cosas, para aplicar las ideas que demanda la sociedad, ahí será a mi modo de ver donde entraría la filosofía, cambiando ideas, preguntándose por lo que hoy significa ser ciudadadano, por la valoración en esencia de lo que nos rodea y no por el rédito que podamos extraer de ello. Lamentablemente hoy parece que el discurso filosófico estuviera velado, o mejor dicho desactivado, cuando debería ser todo lo contrario.Parece como si la filosofía estuviera destinada a las cátedras universitarias, a ensayos para unos pocos, alejada de la sociedad, ensimismada en foros reducidos.

Nos dice Bud y nuestra respuesta, mejor dicho mi respuesta, no puede ser otra. No voy a poder cambiar la sociedad, pero voy a intentar que la sociedad no me cambie, no me aliene y no por la izquierda si no por el lado contrario, con lo que nos está cayendo y con el cariz que han tomado los asuntos del día a día

Casualmente he escuchado una tertulia filosófica de la UNED en la que exponen Teresa Oñate y la Sra Decana de Filosofía de la Laguna la creación de la nueva cátedra de Hermenéutica crítica y su principal objetivo es el título de este hilo, basado en la filosofía de J. Habermas, Gadamer, Vatimo, Nietzsche, etc, reclamando protagonismo para un grupo español muy activo. reconocen que hacen una filosofía de izquierdas.