Nolano escribió:
cada hormiga [...] cada cucaracha [...] no he leído todavía en este hilo ninguna explicación de por qué iban a tener menos derechos que un perro, un chimpancé o un toro. Naturalmente, no vale lo de que los perros nos caen más simpáticos, pues estaría bueno que los derechos de un animal dependieran de lo bien o mal que le cayeran a unos o a otros. Se supone que la defensa de los "derechos" de los animales es para todos los animales sin excepción. Lo contrario sería "racismo" animal, primera prohibición que debería establecerse en el frontispicio de una Declaración de los derechos de los animales: "Artículo 1º: Todos los animales son iguales ante la ley".
Yo creo que sí ha salido en cierto modo. Se han referido a ella Tasia, Conrado en términos de proximidad taxonómica al ser humano, y yo mismo así lo hice en mi mensaje 7331 cuando decía:
¿tienen los animales, y en general los seres vivos, algo así como una “dignidad”, aunque sea menor que la del hombre, hasta cierto punto conmensurable con ella, como para que nos quepan planteamientos éticos o pseudoéticos al aproximarnos a esta cuestión? [...] Se abre además cierta problemática adicional, al plantearse la posible gradación de esa pseudodignidad animal, que haría que incluso entre los animales existieran cartegorías, que acercasen más a los mamíferos que a los insectos (todo desde un punto de vista antropocéntrico, desde luego)
Evidentemente, y como ya apunté allí, presenciamos dos polos en esta cuestión:
En el primer caso, la principal crítica considera improcedente hacer pasar por homogéneo lo que para ellos es heterogéneo, a saber, la mutilación, muerte y/o dolor humano con las de un animal. En el segundo caso, sin embargo, se considera que no hay una heterogeneidad tan radical entre ambos ámbitos, sino cierto grado de continuidad – vinculada al pasado común de la evolución darwinista.
Aunque indudablemente esto no lo vamos a dilucidar entre nosotros, me pregunto si existiría algún tipo de compromiso que satisfaga a ambos polos. A este respecto, tú das una buena pista:
Nolano escribió:
hoy habría que reinterpretarla desde un punto de vista biogenético, es decir, aquellos individuos de la especie homo sapiens, que no se determina ya por la "forma" en sentido estricto sino por los rasgos físicoquímicos
Y con ello volveríamos al origen del planteamiento de pboest: la cadena genética nos serviría para delimitar "proximidad" al ser humano, y por tanto, podrían establecerse gradientes que configurasen una estructura por capas que estuviera más o menos protegida. El ser humano no sería radicalmente diferente, pero sí gradualmente diferente al resto de la naturaleza. Este "gradiente genético" estaría probablemnete muy vinculado con la capacidad para sentir dolor a la que apuntaba pboest:
"Un apunte, quizá muy simple y que a todos ronda por la cabeza, es determinar el criterio —en base al cual unos animales sí y otros no pueden ser sujetos de estos supuestos derechos— en base a su sistema neurológico, y a su capacidad para sentir dolor. Aunque es discutible, pues también dependerá el criterio del camino elegido."
No obstante, me temo que aquí ya llegamos al límite de lo que podríamos plantear desde la filosofía, puesto que nos adentraríamos en esa confrontación de sensibilidades que no pueden traducirse en razones y que apela a un decisionismo último que ya hemos comentado.