Estudiando los apuntes del profesor Marchán Fiz he observado que se trata de uno de los, por desgracia, frecuentes casos de docentes de la UNED que tienden a un, en mi opinión innecesario, barroquismo expresivo. Eso dificulta la comprensión de muchas de sus frases, especialmente cuando intenta “adornarse” y, por ejemplo, se pierde el sujeto, o no se sabe qué carácter atribuir a los genitivos, etc.
A veces la cosa resulta incluso cómica, como en este texto que se refiere (pág. 21 de los apuntes) al famoso cuadro de Courbet “El estudio del pintor”:
Marchán escribió:
“Como es sabido, en el centro de esta conocida pintura se halla el pintor en compañía de la modelo, del niño y del perro, el cual, en consonancia con el papel mediador que se atribuyera al arte de acuerdo con los ideales de Fourier, se ve a sí mismo tanto como un artesano y artista social cuanto como una suerte de dirigente de la armonía estética entre las diversas clases sociales”.
¡Pues mira que era listo el perro de Courbet, para andar dirigiendo armonías estéticas!
(Que, además, dicho sea de paso, no era un perro, sino un gato juguetón, como se ve bien a las claras en el cuadro. Es verdad que sale un perro, pero no acompaña a Courbet, sino al cazador que está sentado a la izquierda del cuadro.)